viernes, 22 de febrero de 2019

El decreto 59/2018 de demoras máximas "encalla"


El decreto de demoras máximas encalla en cataratas y prótesis de cadera y rodilla
Solo las histerectomías y las cirugías cardiacas se realizan antes de los 180 días establecidos como límite
El decreto 59/2018 sobre garantía de tiempo máximo de acceso a las prestaciones sanitarias del Servicio de Salud del Principado (Sespa) que entró en vigor el pasado 8 de noviembre encalla en tres de los procesos quirúrgicos que, según establece la norma, deberían resolverse antes de seis meses. Se trata de las intervenciones de cataratas y las que se realizan para implantar prótesis de cadera o rodilla. A finales del pasado mes de enero había en Asturias 89 personas que llevaban aguardando más de medio año para entrar a quirófano por alguna de estas tres causas. El grueso (67 personas) estaba pendiente de una operación de cataratas, para la que la demora máxima el mes pasado se situaba en 287 días. Sin embargo, son las intervenciones de prótesis las que acumulan una demora más abultada. En ambos casos, hay pacientes que llevan esperando algo más de diez meses.
El mencionado decreto también establecía en dos meses el tiempo máximo para ser visto en una decena de consultas de Atención Especializada y para someterse a cinco pruebas diagnósticas. Según los últimos datos de listas de espera dados a conocer ayer -los relativos a enero-, esas previsiones se incumplían en el caso de las consultas de traumatología -con una demora media de 96 días, algo más de un mes por encima del tiempo máximo establecido en el decreto-, urología -72 días de media- y oftalmología -70 días de media-.
En cuanto a las pruebas diagnósticas, solo las colonoscopias y las mamografías que se indican por el especialista acaban realizándose antes de dos meses. En 45 días de media, las primeras. En 27, las segundas. Incumplen por tanto el decreto de tiempos máximos tanto las resonancias magnéticas -casi 86 días de media- como los TAC -72 días- y las ecografías -62 de promedio-.
Al cumplirse los dos meses previstos en la norma, quienes vean que se cumple ese plazo y no han pasado aún por consulta ni han sido sometidos a una prueba diagnóstica en su hospital o centro de referencia, pueden presentar la correspondiente reclamación en la Oficina de Atención al Paciente. Es un derecho que pueden ejercer ya desde enero. Los que aguarden por una de las seis intervenciones quirúrgicas afectadas por el decreto podrán hacerlo a partir de mayo.
El Sespa les ofrecerá entonces la derivación a otro hospital. En primer lugar, a uno de la red pública cuya lista de espera en consultas o para una determinada intervención quirúrgica sea inferior a la vigente en el centro de referencia del paciente. En caso de no ser posible, la segunda opción será derivarlo a alguno de los cuatro hospitales con los que el Sespa mantiene un concierto: Cruz Roja y Jove, en Gijón, el Sanatorio Adaro, en Langreo, y el Hospital de Avilés.

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