Conchi Basilio (Gijón) – LNE 6/2/2019
Llevamos muchos años con recortes en muchos aspectos, pero en lo que se
refiere a la sanidad pública en España es demoledor, se ha llegado a límites de
precariedad, sobre todo para los mayores y enfermos crónicos de alguna
dolencia.
La población en España está muy envejecida, sobre todo en Asturias,
provincia que no pudo ser conquistada, pero ahora está olvidada. Ante todos
estos recortes los políticos suelen hacer múltiples "trampas" para
maquillar los resultados y hacernos creer en ruedas de molino, teniendo en
cuenta que los verdaderos resultados probablemente son mucho peor que las
estadísticas que nos muestran. Mientras tanto, los inversores en medicina
privada se frotan las manos ante esta situación, ya que de este modo atraen más
pacientes.
El gasto sanitario en España se mantiene por debajo de la media europea. La
atención médica deficiente mata al año a unos cinco millones de personas y la
falta de ella a más de tres millones.
Médicos que ya no están para ejercer, que viven anclados en el pasado y en
sus creencias, que no reconocen ciertos avances en algunas enfermedades, como
por ejemplo la fibromialgia, pues siguen pensando, "algunos", que
todo es consecuencia de "depresión", y una vez que en tu historial
aparece esa palabra, "depresión", casi todos se apuntan al carro de
que todo es consecuencia de ella.
En esta vida tarde o temprano todos tuvimos depresión por alguna
circunstancia, lo importante es reconocerlo, saber su origen y luchar contra
ella para salir adelante, pero que no todo deriva de la depresión, una persona
loca también puede tener un infarto y no es consecuencia de su estado de ánimo.
Hay previstas unas 45.000 jubilaciones en la sanidad, pero no hay
suficientes médicos, sobre todo especialistas, para cubrir esas vacantes,
porque en estos años se han ido al extranjero, en busca de un trabajo digno y
reconocido, en concreto se han ido unos 30.000 médicos. La situación es tan
crítica que muchos gerentes de hospitales han contratado médicos latinoamericanos
sin título de especialista homologado.
Hace años éramos un modelo para muchos países y ahora cada vez estamos más
abajo en la lista; entre los genéricos, el copago y las largas esperas para que
te atiendan sobre la dolencia que te atañe te da lugar a que te mueras sin
saber lo que tienes y al final que te digan "es un virus", una
palabra muy socorrida en estos tiempos; una forma suave de pasar de ti, ya que
no hay dinero para nada en sanidad y después de haber trabajado más de 40 años
hemos llegado a todo esto mientras los que roban a manos llenas, además de no
devolver nada viven tan ricamente y si están en la cárcel, a cuerpo de rey.
Pero no puedo dejar sin mencionar la "ley de dependencia", eso sí
que es un caos total, con años de espera y sin soluciones a la vista, pierden o
traspapelan expedientes, que no aparecen por mucho que se reclame, es tal
despropósito e incompetencia que como no tomen soluciones pronto va a estallar
de verdad.
Personalmente conozco varios casos en los que han intervenido los Bomberos
para sacar alguna persona mayor de su casa, enferma, sola y sin atención
alguna.
Señores políticos, menos cuentos, menos gastos y más atención sobre todo
para las personas mayores y discapacitados, "que ya peinamos canas" y
no nos valen las promesas, queremos hechos, pero ya.
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