Peligro ante el aumento de sedaciones sin anestesistas en los hospitales
españoles
El Sindicato
Médico de Cataluña ha sido el último colectivo en denunciar la generalización
de esta práctica, tanto para anestesias en pruebas diagnósticas como en intervenciones
quirúrgicas.
El incremento del uso de técnicas de sedación en pruebas diagnósticas, y la
disminución del número de anestesistas, está generando una tendencia en la que
se permite realizar la práctica de la sedación a profesionales que no son
especialistas en Anestesiología y Reanimación, incluso en intervenciones
quirúrgicas.
Los médicos denuncian que dejar en manos de facultativos no anestesistas el
proceso de sedación es “una de las medidas organizativas encaminadas al ahorro
más extendidas”
El último colectivo en denunciarlo ha sido el Sindicato Médico de
Cataluña (Médicos de Cataluña), que alerta de que esta tendencia “conlleva
riesgos para la seguridad de los pacientes” y que se trata de “una de las
medidas organizativas encaminadas al ahorro más extendidas”. A veces, indican
en un posicionamiento oficial, son médicos de otras especialidades o
profesionales de Enfermería los que realizan la anestesia.
Concretamente, en el caso catalán, el mismo sindicato acusó recientemente al
Hospital Josep Trueta de Girona de programar cirugías mayores ambulatorias de
Oftalmología sin anestesiólogo, sólo con un equipo formado por un oftalmólogo y
tres enfermeros, "una circunstancia anómala que no cumple los requisitos
de seguridad óptimos para una atención de calidad".
Los facultativos achacan al aumento de exploraciones endoscópicas
(especialmente digestivas) con motivos diagnósticos o terapéuticos o a
programas de cribado como el del cáncer colorrectal, el hecho de que,
actualmente, entre un 20% y un 30% de los actos de anestesiología se realicen
más allá de los quirófanos.
No obstante, y como indicaba la Sociedad Española de Anestesia (SEDAR) en
un manifiesto, esto no implica que otros profesionales puedan aplicar anestesia
porque “el único médico con formación específica para la realización de una
sedación profunda es el especialista en Anestesiología y Reanimación”. Lo
contrario, supone poner en peligro la seguridad del paciente, ya que “una
sedación superficial puede convertirse en profunda de forma imprevista por
necesidades del procedimiento y pasar a ser una anestesia general”.
INTENTOS DE REGULACIÓN
Esta misma sociedad científica alertó a finales de 2015 de su “preocupación”
por el planteamiento de algunas normativas autonómicas que pretendían avalar y
promover la administración de sedación por parte de los gastroenterólogos, o
por diplomados en Enfermería. En este sentido, Castilla-La Mancha (durante el
Gobierno anterior al actual) llegó a aprobar una orden (que finalmente no entró
en vigor) que facilitaba el acceso a la sedación de intensivistas o
digestólogos.
A raíz de este intento, la asociación Sistema Español de Notificación
en Seguridad en Anestesia y Reanimación (Sensar) publicó un análisis
referente a datos de entre 2008 y 2012 en el que aseguraba haber recibido hasta
120 notificaciones de Incidentes Críticos para la Seguridad el Paciente (IC) en
entornos asistenciales alejados del bloque quirúrgico, de los cuales, en siete
ocasiones el incidente se había debido a la llamada de un médico especialista
no anestesiólogo que solicitaba la ayuda urgente de un anestesiólogo debido a
la aparición de complicaciones mientras se estaba practicando una técnica bajo
sedación farmacológica administrada por el mismo médico.
Pese a todo ello, según el último informe del Ministerio de Sanidad,
la plantilla MIR de médicos especialistas en Anestesia ha caído en 68
facultativos en los tres últimos años, y actualmente sólo se están formando a
1.241 especialistas.
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