Actuación de los Inspectores
del INSS
Belarmino Álvarez Menéndez (Oviedo) - LNE
Mediante el presente escrito, quiero denunciar las actuaciones de los
inspectores ¿médicos? del INSS y las resoluciones del director/a provincial. Me
pregunto lo de médicos porque si bien tienen el título de Medicina, también lo
es que no ejercen como tales ya que, por sus actuaciones, está claro que la
medicina, la salud y seguridad de las personas en el trabajo es algo
secundario, algo por lo que según sus criterios carece de importancia. Han
sustituido la medicina por ser meramente gestores.
En 2011, el INSS determinó un incentivo que se cobraría si el inspector
daba de alta al menos al 15% de los pacientes citados para reconocimiento
médico. Poco después, la Audiencia Nacional anula estos incentivos al
considerar que no se puede imponer ese criterio porque lo único que debe regir
la actuación de un médico inspector es “el estado de salud del trabajador y, en
íntima relación con él, su capacidad laboral”. La Audiencia Nacional sentencia
que un trabajador enfermo debe volver a su puesto sólo por “criterios
científicos”.
Lo más breve posible. Tengo a mi esposa que, por desgracia, desde hace más
de 20 años padece de “algo” de lo que aún no ha sido diagnosticada. Todo
empieza en 1994 con ligeros síntomas esporádicos de inestabilidad repentina que
le dura unos poco segundos. Ya en 1994 empiezan a estudiarla en el Servicio de
Neurología del HUCA. Al no encontrar nada, es derivada a distintos servicios
siendo diagnosticada de fibromialgia (18 puntos, cansancio generalizado, sueño
no reparador), lo normal en esta patología. Aparte de este hallazgo, los
episodios de inestabilidad se van agudizando en intensidad y frecuencia por lo
que la envían otra vez a Neurología. Empieza con caídas frecuentes por ese
“algo” que súbitamente le paraliza las piernas y le hace caer hacia adelante
sin tener hoy diagnóstico a pesar de ser sometida a todo tipo de pruebas y
haber probado distintas pautas de medicación. Ha estado trabajando así durante
varios años sin coger apenas bajas laborales. Desde 2013 acudía al trabajo como
podía (teniendo que ser yo quien la llevara al trabajo en coche, salir a
buscarla al coche el guarda de seguridad y ser acompañada por sus compañeros
hasta para tomar el café y volver yo a buscarla para volver a casa). Desde
entonces, las caídas se han vuelto muy frecuentes y los episodios de
inestabilidad se han ido incrementado en intensidad y frecuencia. Hay algún día
y durante tres o cuatro horas tiene más de 30 o 40 episodios. Desde febrero de
2014, ha estado varias veces de baja laboral hasta que el INSS la cita para
reconocimiento y le dan un informe en el que procede “Alta por mejoría o
curación”, algo que no consta en ninguno de los informes médicos aportados, más
bien al contrario, en ellos consta el paulatino empeoramiento. El resto se lo
imaginarán. Baja laboral, llamada del INSS y “Alta por mejoría o curación” y
mientras acudir al trabajo en condiciones de inseguridad. Gracias a la ayuda de
sus compañeros no pasó nada importante al realizarle ellos mismos gran parte de
sus funciones. Por cierto, los ¿médicos? evaluadores del INSS, unos genios.
Veinte años con especialistas, con todo tipo de estudios sobre la enfermedad
y..., los ¿médicos? del INSS, una visita de 15 o 20 minutos en un despacho con
una báscula y una camilla (creo que también tienen un fonendo), determinan que
los especialistas de la Seguridad Social no saben de medicina y vuelta con
“Alta por mejoría o curación”. Quizá deberíamos proponerlos al Nobel o al
“Princesa de Asturias” y suprimir a todos los especialistas de la Seguridad
Social y acudir todos al INSS (especialistas a los que el INSS y los ¿médicos?
evaluadores, desprecian olímpicamente). Uno de los ¿médicos? del INSS, cuando
se le comenta por los riesgos de ir al trabajo, tiene la desfachatez de decirle
que si se cae que se levante y si le sucede algo grave, “mala suerte”. Sin
comentarios. Omito muchas cosas por falta de espacio. Al aumentar las caídas y
con mucha suerte, sólo se ha roto un brazo (le han puesto un clavo largo desde
el hombro hasta el codo), aparte de las múltiples y frecuentes contusiones,
etc.
Todo esto le producen distintos efectos a nivel de salud mental.
Pasa mucho más, pero voy a terminar, sólo resaltar lo que dicen los últimos
informes:
Neurología: “Dados los síntomas que presenta la paciente le impiden
desarrollar una actividad profesional con normalidad, precisando de supervisión
para realizar actividades de la vida diaria”.
Salud Mental: “Bajo mi criterio, no está en condiciones de reincorporarse
al trabajo. Mal pronóstico”.
Médico evaluador del PREMAP. A petición de la Empresa... ha sido sometida
en fecha... a reconocimiento médico para retorno a trabajo, siendo considerado
“no apto”. Esto implica despido.
Esto aparte de Reumatología por su fibromialgia que pone limitaciones para
su vida diaria y resalto que ningún informe es de algún médico privado.
A pesar de estos informes, en noviembre le dicen que “procede el alta por
mejoría o curación”.
Recientemente la Justicia le ha concedido incapacidad permanente en grado
de absoluta, pero yo me pregunto: cómo es posible que haya tenido que correr un
riesgo innecesario durante casi cinco años, y la gente que pasará por casos
similares
Lo siento por no poder resumirlo más.
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