Ahora el Hospital de Jove ayuda a
cronificar las listas de espera del Sespa.
El Sespa deriva a la privada,
y esta, que no rechaza ninguna de esas derivaciones, a pesar de no poder atenderlas en
tiempo y forma, colapsa sus propias listas de espera. Mientras que los
pacientes desaparecen de las listas de espera del HUCA, Cabueñes, etc. se los incorpora de forma soterrada a las listas de espera de otros centros privados, eso en el supuesto caso que acepten la derivación, que
no todos están dispuestos a ello. Claro que esto de nuevo sirve para
maquillar las estadísticas de la Sanidad pública, mientras des la privada asumen lo que les echen.
Esto nos lleva a pensar, que estamos ante otro invento de
los gestores de nuestra sanidad pública. Hoy conviene recordar aquel sistema denominado “mete seca”, que en los tiempos de Faustino Blanco, se hacía con los pacientes en lista quirúrgica. Aquel sistema consistía en citar al paciente para una
intervención, y tras su ingreso, cuando ya estaba a punto de entrar en
quirófano, se le advertía de que su intervención quedaba suspendida por la llegada
una emergéncia. Entonces al paciente se le daba de alta, se lo enviaba a la casa, pero como ya
había salido de la lista, figuraba como un paciente menos. Días después se volvía a reincorporarlo de nuevo, como paciente pendiente de intervención.
Ahora las derivaciones traen
consigo casos singulares, como el del Hospital de Jove, que en estos momentos
acumula las mayores demoras de la sanidad, con una media de 77,4 días de espera.
Vamos, que desvestimos un santo, para vestir otro, aunque a la hora de la verdad,
los dos quedan en pelotas.
El Hospital
Universitario Central de Asturias – HUCA acumula una demora de 72,8 días. Mientras que en el Area Sanitaria I – Hospital de Jarrio, tiene en estos momentos
las demoras más bajas, 56,7 días. En el Hospital de Cabueñes los retrasos se
cifran en 67,1 días. Todo esto acontece, a pesar de las derivaciones,…
El Hospital
de Jove es a su vez el centro de referencia del distrito 1, todo ello dentro
del Area Sanitaria V. Por tanto, la actividad que se vienen desarrollando en el mismo, es
tanto propia como de atención a la derivada de otros centros. Los pacientes que se derivan al mismo, provienen
en su mayoría de Cabueñes y el HUCA, aunque llegan a recibir pacientes de todas
las áreas sanitarias de la región. No obstante todas estas demoras, cuando
llegan a Jove, ya traen consigo sus correspondientes demoras en cuanto a la atención. Así lo hacen saber fuentes del centro, que aseguran que ellos lo único que hacen es heredar la demora
que traen acumulada.
Resulta al
menos un tanto llamativo, que el Hospital de Jove pueda contratar a un urólogo, al
existir una fuerte demanda en el servicio, y que esto no lo haga por ejemplo el
HUCA. Más cuando el pasado año se derivaron desde La Cadellada 140 pacientes
para ser atendidos en el hospital concertado.
En el
Hospital de Jove el pasado año, a pesar de haber recibido más trabajo,
mejoraron ostensiblemente sus cifras. A principios del pasado año acumulaban
2.680 pruebas diagnósticas pendientes, y 2.469 consultas. Un año después, las pruebas
quedaron reducidas a 918 y las consultas a 1.505.
En el caso
de las endoscopoias, Jove tiene pendientes 918 pruebas, frente a las 5.235 que
supuestamente tiene Cabueñes, o las 9.973 que están pendientes de realizar en
el HUCA.
Nadie a día
de hoy en el Hospital de Jove espera seis meses para pasar por quirófano.
Fuentes oficiales aseguran que 886 pacientes no habían llegado a esperas de tres
meses. En la mayoría de los casos, deben de ser atendidos por el servicio de
oftalmología (319) y cirugía vascular o digestiva (301). La menor espera la
tiene ginecología, donde hay 54 pacientes a la espera de una intervención. Solo
tres de estos pacientes superan los tres meses de retraso.
A modo de resumen, la eficacia y
eficiencia de los recursos públicos, cuando son puestos en manos privadas, se
ve que dan sus frutos, al menos para el bolsillo de algunos.
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