El Ayuntamiento de Oviedo dio licencia al HUCA pese a
las deficiencias señaladas por Bomberos
El informe recoge que las bocas de incendio no son compatibles y
la existencia de cerraduras en puertas de evacuación
El
Ayuntamiento concedió la licencia de actividad del Hospital Universitario
Central de Asturias pese a las
deficiencias detectadas por el servicio de Extinción de Incendios y Salvamento.
En concreto, un informe de la sección de Licencias en el que se repasan las
condiciones puestas a GISPASA y el
Principado para poner en servicio el edificio destaca que algunas de las puertas de evacuación tenían cerraduras,
se requerían mejoras en el sistema de
fácil apertura de otras y se alertaba de que el sistema de bocas de incendio instalado no era
compatible con el que emplean los bomberos y no había adaptadores. Además,
exigía copias de las llaves de los ascensores del edificio.
Son deficiencias
menores que fuentes municipales confirman que
no se han vuelto a comprobar en unos
expedientes que se aproximan a los 4.000 folios que cubren 13 años. De hecho,
el primer papel, el proyecto de urbanización y del plan especial, fue
presentado el 4 de diciembre de 2004, aunque el Ayuntamiento autorizó obras en
la parcela de forma anterior en virtud de una modificación de la normativa urbanística hecha 'ad hoc' en abril de
aquel año. A todo el papeleo le puso fin
este año el Ayuntamiento mediante una resolución de Alcaldía en la que intenta cerrar todos los flecos
pendientes. Entre ellos, el de tener
un hospital en funcionamiento desde hacía tres años sin licencia de actividad
ni de primera ocupación, mientras se mantenía guardado en un cajón un expediente de restauración de la legalidad
urbanística a GISPASA y al Principado, como promotor, por la apertura sin
licencia del centro.
La resolución de Alcaldía hace un repaso
somero de los avatares de la obra, los
cambios en el proyecto o el cumplimiento parcial de las condiciones que fue
haciendo exigibles el Ayuntamiento. El resumen es sencillo. Hasta el pasado julio, todo el Hospital
funcionaba con una licencia parcial que solo amparaba el uso de radioterapia,
uno de los accesos y parte de un aparcamiento concedida en enero de 2014.
En esas fechas, Licencias efectúa una serie de comprobaciones entre las que
destaca el incumplimiento de los
requisitos de Bomberos, pero también que falta la autorización de vertido.
La resolución del alcalde otorgó por fin este
en julio, pero no hace mención alguna al informe del SEIS. Fuentes de la concejalía de Seguridad apuntaron a
que no se ha vuelto a hacer visita de comprobación ni existe constancia de que se hayan solventado las deficiencias
detectadas. Bomberos sigue sin
disponer de las llaves de los ascensores de emergencias. En el expediente
de la licencia (numerado 1202-040200), tampoco figura ningún documento
posterior sobre las condiciones de
intervención o evacuación en caso de incendio. Claro que en un edificio sin licencia de apertura no son exigibles.
FIMBA, sin permisos
No es el único edificio en servicio que
anda 'sin papeles' en la finca de La Cadellada. La Fundación para la Investigación
Biosanitaria de Asturias (FINBA) - el organismo que se encarga de gestionar la
investigación biomédica de excelencia en Asturias- ocupa ahora, tras un modificado del proyecto de última
hora, lo que debía ser el pabellón de gobierno del HUCA. Lo hacía hasta el
pasado mes de julio, según reconoce el expediente, sin licencia de obras, pendiente entonces de informes del Principado y
sigue a día de hoy sin licencia de actividad.
Por la misma razón no hay informes
de seguridad o evacuación en el expediente municipal y funciona sin autorización de vertido, lo que no obvia que exista o
reciba subvenciones. Solo que el
Ayuntamiento hace como que no la ve.
Incluso la resolución del alcalde tiene que reconocer lo obvio: el proyecto no está completo. «La
presente resolución no implica pronunciamiento sobre el cumplimiento de las
condiciones de urbanización de la fase 2 vinculada al denominado Campus de la
Salud». O lo que es lo mismo, el
Ayuntamiento autoriza la actividad del Hospital, pero ni renuncia ni exige
que se cumpla el plan especial que preveía el traslado de los estudios
biosanitarios a un nuevo campus junto al centro hospitalario. Un proyecto para
el que ni el Principado ni la Universidad ponen fecha ni disponen de
presupuesto.
Obra compleja
El Hospital Universitario Central de Asturias se puso en servicio con un
macrotraslado desde El Cristo ejecutado en apenas cuatro días de junio de 2014.
Una operación que se saldó sin incidentes, pero
que carecía de respaldo legal. Un
informe municipal reconocía que el hospital continuaba sin tener licencia de
actividad, porque estaba «pendiente de la finalización y recepción de las
obras de urbanización» del entorno y el enlace con la AS-II.
El problema empezó a fraguarse en 2013. El Principado
planteaba abrir el centro en enero del año siguiente, pero el alcalde, entonces
Agustín Iglesias Caunedo, advirtió que
«prevaricaría» si concedía el permiso en esas condiciones: sin los viales
que rodean el centro acabados y sin el enlace. El tira y afloja duró meses.
Subió y bajó de intensidad. En enero, ambas partes alcanzaron una especie de
acuerdo. Aprovechando que los nuevos retrasos en las obras del edificio daban
cierto margen, el Principado se
comprometió a terminar el anillo hospitalario y el Ayuntamiento concedió una
licencia parcial y provisional para poder poner en marcha los servicios de
Radioterapia.
La autorización excluía expresamente la
posibilidad de abrir consultas y
el resto de servicios y obligaba a mantener cerrados dos de los accesos al
recinto, pese a ello, en junio de ese año, el Hospital y los aparcamientos
de pago entraron en servicio al completo.
La situación ha generado problemas. La Policía Local no podía actuar en el
centro hospitalario y los coches mal estacionados llegaron a amenazar la salida
y entrada de ambulancias. Un convenio entre las partes, aún limitado a
supuestos de seguridad, previa la intervención de los agentes y la grúa en el
recinto, pero quedó sin firmar y la Policía Local solo empezó a actuar este
verano en el recinto. También hubo conflictos entre CTA y los taxistas y
atascos interminables en horas punta. Y hasta situaciones cómicas. Foro preguntó por qué el Ayuntamiento
permitía el «traslado» del hospital si no tenía licencia, la responsable de
la sección se agarró al entrecomillado para razonar por la tangente que el
permiso municipal no puede alcanzar a esa mudanza, «sino a la ocupación del
edificio careciendo de algún requisito para su puesta en uso».
No hay comentarios:
Publicar un comentario