miércoles, 13 de abril de 2016

Los usuarios advierten que el HUCA está sucio

¿Sera por causas ajenas a los gestores? ¿Será por desidia de los trabajadores? o ¿será por falta de coordinación, y estirar más la goma de lo que da de sí?
La sanidad pública esta configurada por un complejo entramado de escalafones, donde en el momento que uno de ellos falla, es fácil que se rompa la cadena. Por lo tanto nadie sobra, y mucho menos, tampoco nadie es imprescindible. Hasta el día de hoy habíamos oído hablar de los múltiples problemas que afectan a los trabajadores de la sanidad. Claro que cuando hablamos de trabajadores solo vemos las batas blancas, es decir, médicos, auxiliares, enfermeras, celadores, etc. Pero existen otros muchos equipos de trabajo, que aunque algunas veces no son tan visibles, pues permanecen callados, y en muchos casos soportando estoicamente que se pisoteen sus derechos laborales, no dejan por ello de ser ni más ni menos importantes, yo diría incluso que son fundamentales.
Me refiero a los equipos encargados de la limpieza, ya que sin su colaboración, el hospital, el centro de salud, o cualquier otro centro sanitario, no podrían ni entrar en funcionamiento. Ellos son los primeros en llegar para realizar la asepsia de todo el centro, independientemente de que se trate de oficinas, pasillos, habitaciones, consultas, quirófanos, etc.
De un tiempo a esta parte, son continuas las quejas de pacientes, los cuales advierten que la limpieza de las zonas comunes no es la que debiera en unos casos, mientras que en otros, los que se quejan, son pacientes que habiendo estado hospitalizados, ven como la higiene en algunas zonas no es todo lo buena que requiere un centro sanitario. Quienes así hablan, son pacientes que en algún momento a lo largo de los últimos días permanecieron ingresados en la 5ª y 8ª planta del flamante HUCA.
Como ya se comento en alguna otra  ocasión, los efectivos de la empresa adjudicataria del mantenimiento del HUCA, no aumentaron desde el traslado a La Cadellada. Algunas fuentes consultadas, indican que está ocurriendo todo lo contrario, no solo no se cubren las plazas de los trabajadores que se jubilan, si no que malamente se cubren las que surgen con algunas bajas, es entonces cuando llega la sobrecarga de trabajo.
Pero si algo tienen claro los trabajadores de limpieza, es que los metros cuadrados que deben de cubrir en sus maratonianas jornadas de trabajo, nada tienen que ver con lo que anteriormente hacían en el Cristo, ya que en el newHUCA son mucho mayores. Por tanto, su jornada laboral se convierte en un calvario, lo que no viene más que a confirmar,  que dos años después de su puesta en funcionamiento, nadie se encuentra a gusto en su puesto de trabajo, independiente de su categoría laboral o del puesto que tengan que desempeñar, salvo aquellos que ocupan sus flamantes despachos, los cuales según parece, viven ajenos a todo lo que ocurre en sus entorno.
Una cosa esta clara, que los trabajadores responsables de la limpieza, son los primeros en ser conscientes de donde están trabajando, y en la mayoría de los casos, su labor se está llevando a cabo contrarreloj. Esto unido al escaso número de efectivos, bien pudiera propiciar que la realización de su labor de mantenimiento no fuera la deseada. Y no debería hacer falta recordar a quien corresponda, que trabajan en zonas tan sensibles como las quirúrgicas, donde la asepsia debe de prevalecer  por encima de todo.
Pero quienes no tienen clara la situación son los responsables de la empresa adjudicataria, pues según parece, se están saltando a la torera todos y cada uno de los puntos de la subrogación. El aumento del “tajo” va directamente unido a la sobrecarga de trabajo, con el consabido principio de “tira palante que libras”, hasta que un día,… donde a buen seguro la culpa será del trabajador, no del inepto/A que lo supervisa.
Pero como no hay dos sin tres, después de dos años de espera, los trabajadores ahora también hablan de sus derechos. En algunos casos la conciliación familiar se está haciendo difícil, ya que se les están denegando días en puentes, aun cuando les corresponden por su descanso. En otros casos se está siendo poco flexible, al denegar a los trabajadores la posibilidad de ajustar dos días a la semana su horario de entrada, por problemas de transporte.
Pero los problemas para los trabajadores no termina con el tajo diario, la cosa se ve agravada con los “cabos chusqueros”, hoy también llamados encargados/AS. Esos seres a los cuales se les concede un poco de mando, e inmediatamente ponen de manifiesto su incapacidad,  pues aunque no son capaces de hacer la o  con un canuto, alguien les da galones. Pero claro, eso solo les sirve para sembrar el caos y el desasosiego entre sus subordinados, y como si todos hubiesen hecho un curso de prestidigitador, todo se debe de hacer por arte de magia, lo que propicia que ellos solos, dada su incapacidad organizativa, sean  capaces de crear más problemas de los ya existentes.
Cuando un trabajador les plantea un problema, lo resuelven tarde y mal, eso siempre en el mejor de los casos. Por no hablar del reparto de puestos entre amigos, conocidos y estómagos agradecidos. Y es que en todos los gremios cuecen habas, y en el servicio de limpieza según parece, lo hacen a “garfilladas”. Aunque lo más recurrente por parte de estos mediocres con galones y mando en plaza, es el consabido, “…búscate la vida, y resuélvelo como puedas”.
Hace unos días estando en el HUCA, y mientras bajaba en el ascensor, pude escuchar la conversación de dos trabajadoras, las cuales comentaban el acoso al que otra compañera estaba siendo sometida por parte de unos de los “cabos chusqueros”. Según parece, el acoso a la trabajadora, se basa en un puñado de mentiras y acusaciones falsas, con las cuales mantiene a la subordinada amedrentada. Esperemos que este tipo de actitudes sean corregidas por parte de los responsables de la empresa, los cuales ya deberían de estar al corriente, pues en cualquier momento bien pudieran ser el desencadenante de una situación peligrosa para los trabajadores, cosa que nos imaginamos, nadie desea.
Por último, decir que ya es hora de que la empresa cumpla con los compromisos adquiridos con anterioridad, entre ellos, respetar la bolsa de trabajo. Sería bueno que terminara con los contratos de un día. Sin olvidar los contratos de 4 o 5 horas repartidas en una jornada. Todo esto tiene un nombre, se llama abuso, y se define en términos sindicales, como sobreexplotación.
Se me olvidaba, ¿alguien sabe por dónde andan los miembros y miembras del comité de empresa y los responsables sindicales? …. No me lo digan, claro ellos están liberados, mientras tanto, al resto que les den.

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