¿Sera por causas ajenas a los gestores? ¿Será por desidia de los trabajadores?
o ¿será por falta de coordinación, y estirar más la goma de lo que da de sí?
La sanidad pública esta configurada por un complejo entramado de
escalafones, donde en el momento que uno de ellos falla, es fácil que se rompa la
cadena. Por lo tanto nadie sobra, y mucho menos, tampoco nadie es
imprescindible. Hasta el día de hoy habíamos oído hablar de los múltiples
problemas que afectan a los trabajadores de la sanidad. Claro que cuando hablamos
de trabajadores solo vemos las batas blancas, es decir, médicos, auxiliares,
enfermeras, celadores, etc. Pero existen otros muchos equipos de trabajo, que
aunque algunas veces no son tan visibles, pues permanecen callados, y en muchos
casos soportando estoicamente que se pisoteen sus derechos laborales, no dejan por
ello de ser ni más ni menos importantes, yo diría incluso que son fundamentales.
Me refiero a los equipos encargados de la limpieza, ya que sin su
colaboración, el hospital, el centro de salud, o cualquier otro centro
sanitario, no podrían ni entrar en funcionamiento. Ellos son los primeros en llegar
para realizar la asepsia de todo el centro, independientemente de que se trate
de oficinas, pasillos, habitaciones, consultas, quirófanos, etc.
De un tiempo a esta parte, son continuas las quejas de pacientes, los
cuales advierten que la limpieza de las zonas comunes no es la que debiera en unos
casos, mientras que en otros, los que se quejan, son pacientes que habiendo
estado hospitalizados, ven como la higiene en algunas zonas no es todo lo buena
que requiere un centro sanitario. Quienes así hablan, son pacientes que en
algún momento a lo largo de los últimos días permanecieron ingresados en la 5ª
y 8ª planta del flamante HUCA.
Como ya se comento en alguna otra ocasión, los efectivos de la empresa adjudicataria
del mantenimiento del HUCA, no aumentaron desde el traslado a La Cadellada. Algunas
fuentes consultadas, indican que está ocurriendo todo lo contrario, no solo no se
cubren las plazas de los trabajadores que se jubilan, si no que malamente se
cubren las que surgen con algunas bajas, es entonces cuando llega la sobrecarga
de trabajo.
Pero si algo tienen claro los trabajadores de limpieza, es que los metros
cuadrados que deben de cubrir en sus maratonianas jornadas de trabajo, nada
tienen que ver con lo que anteriormente hacían en el Cristo, ya que en el
newHUCA son mucho mayores. Por tanto, su jornada laboral se convierte en un
calvario, lo que no viene más que a confirmar, que dos
años después de su puesta en funcionamiento, nadie se encuentra a gusto en su
puesto de trabajo, independiente de su categoría laboral o del puesto que tengan
que desempeñar, salvo aquellos que ocupan sus flamantes despachos, los cuales
según parece, viven ajenos a todo lo que ocurre en sus entorno.
Una cosa esta clara, que los trabajadores responsables de la limpieza, son
los primeros en ser conscientes de donde están trabajando, y en la mayoría de
los casos, su labor se está llevando a cabo contrarreloj. Esto unido al escaso
número de efectivos, bien pudiera propiciar que la realización de su labor de
mantenimiento no fuera la deseada. Y no debería hacer falta recordar a quien corresponda,
que trabajan en zonas tan sensibles como las quirúrgicas, donde la asepsia debe
de prevalecer por encima de todo.
Pero quienes no tienen clara la situación son los responsables de la empresa
adjudicataria, pues según parece, se están saltando a la torera todos y cada
uno de los puntos de la subrogación. El aumento del “tajo” va directamente unido
a la sobrecarga de trabajo, con el consabido principio de “tira palante que
libras”, hasta que un día,… donde a buen seguro la culpa será del trabajador,
no del inepto/A que lo supervisa.
Pero como no hay dos sin tres, después de dos años de espera, los
trabajadores ahora también hablan de sus derechos. En algunos casos la conciliación
familiar se está haciendo difícil, ya que se les están denegando días en
puentes, aun cuando les corresponden por su descanso. En otros casos se está
siendo poco flexible, al denegar a los trabajadores la posibilidad de ajustar dos
días a la semana su horario de entrada, por problemas de transporte.
Pero los problemas para los trabajadores no termina con el tajo diario, la
cosa se ve agravada con los “cabos chusqueros”, hoy también llamados
encargados/AS. Esos seres a los cuales se les concede un poco de mando, e
inmediatamente ponen de manifiesto su incapacidad, pues aunque no son capaces de hacer la o con un canuto, alguien les da galones. Pero claro,
eso solo les sirve para sembrar el caos y el desasosiego entre sus
subordinados, y como si todos hubiesen hecho un curso de prestidigitador, todo
se debe de hacer por arte de magia, lo que propicia que ellos solos, dada su
incapacidad organizativa, sean capaces
de crear más problemas de los ya existentes.
Cuando un trabajador les plantea un problema, lo resuelven tarde y mal, eso
siempre en el mejor de los casos. Por no hablar del reparto de puestos entre
amigos, conocidos y estómagos agradecidos. Y es que en todos los gremios cuecen
habas, y en el servicio de limpieza según parece, lo hacen a “garfilladas”.
Aunque lo más recurrente por parte de estos mediocres con galones y mando en
plaza, es el consabido, “…búscate la vida, y resuélvelo como puedas”.
Hace unos días estando en el HUCA, y mientras bajaba en el ascensor, pude
escuchar la conversación de dos trabajadoras, las cuales comentaban el acoso al
que otra compañera estaba siendo sometida por parte de unos de los “cabos
chusqueros”. Según parece, el acoso a la trabajadora, se basa en un puñado de mentiras
y acusaciones falsas, con las cuales mantiene a la subordinada amedrentada.
Esperemos que este tipo de actitudes sean corregidas por parte de los
responsables de la empresa, los cuales ya deberían de estar al corriente, pues
en cualquier momento bien pudieran ser el desencadenante de una situación
peligrosa para los trabajadores, cosa que nos imaginamos, nadie desea.
Por último, decir que ya es hora de que la empresa cumpla con los
compromisos adquiridos con anterioridad, entre ellos, respetar la bolsa de
trabajo. Sería bueno que terminara con los contratos de un día. Sin olvidar los
contratos de 4 o 5 horas repartidas en una jornada. Todo esto tiene un nombre, se
llama abuso, y se define en términos sindicales, como sobreexplotación.
Se me olvidaba, ¿alguien sabe por dónde andan los miembros y miembras del comité
de empresa y los responsables sindicales? …. No me lo digan, claro ellos están liberados,
mientras tanto, al resto que les den.
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