¡¡Cagomimantooo!!!
Que suerte tienen algunos, que por lo menos los escuchan.
Claro que nada como estar arrimado al poder para que
te hagan caso. Y si no lo creen, miren para los guardias de seguridad del
Hospital San Agustin de Aviles, a los cuales nadie parece hacer caso. Mientras tanto
llevan más de tres meses sin cobrar, y varias semanas acampados a las puertas
del complejo hospitalario, no sea que llegue otra empresa hacerse cargo de la
seguridad, mientras ellos queden en la calle.
Pero claro, de
otro lado están los trabajadores y trabajadores con pedigrí, los cuales según se
comenta ya en su día no necesitaron pasar pruebas de selección, y cuando ven
peligrar sus puestos de trabajo, pues el chiringuito debe desaparecer, recurren
directamente a las más altas instancias, y además son recibidos.
Con lo difícil
que resulta para algunos que la administración regional de respuesta a una
misiva que entra por registro, y la cual cumple con los requisitos establecidos,
por lo menos exteriormente, aunque a posteriori el contenido no debió de gustar
a más de uno, por lo que nunca le dieron respuesta.
Claro que después
están otros privilegiados, los cuales tienen acceso directo al Parlamento
Asturiano, ya que desean exponer a todos los grupos la terrible problemática
que están viviendo, que no es otra, que trabajan para una empresa que ya hace
tiempo debería de estar disuelta, y que por razones difíciles de comprender, alguien
parece no hacer caso ni a los acuerdos tomados por el pleno de la Junta
General.
Y es que una representación
de los 14 trabajadores del Gispasa acudierón a reivindicar su puesto de trabajo
ante los grupos del Parlamento Asturiano, asegurando que su labor en el chiringuito
es eficiente y ágil. Y digo yo, la de los guardias de seguridad del Hospital San
Agustin de Aviles no lo es.
Al parecer el haber pisado
aulas universitarias, les proporciona cierto pedigrí, dándoles más derecho que
otros, que se ganan honradamente el pan con el sudor de su frente. Y no estoy
diciendo que ellos no lo hagan, simplemente que los acuerdos parlamentarios están
para cumplirse, y ya está bien de pasarse los mismos por el forro.
La seguridad en los
complejos sanitarios de Asturias ya se volvió de extrema necesidad, no hace
falta más que coger los periódicos, para comprobar cómo están surgiendo
incidentes por doquier. Y ellos, son también profesionales en su puesto de
trabajo, como los demás. Pues incluso estos días cumplen con sus obligaciones
llegado el caso, a pesar de llevar meses sin cobrar. Y cuando en sus narices
alguien intenta sobrepasarse, como se pudo ver también hace unos días, no dudan
en intervenir, para con ello evitar males mayores.
En lo que ya no estoy de
acuerdo con los trabajadores de GISPASA, es que sean ellos los que para defender
sus intereses personales, adviertan que la externalización de algunos servicios
es compatible con el sistema sanitario público. Pero es que además defienden la
eficiencia, trasparencia y agilidad de su labor. Eso como decimos en el occidente,
“vamos deixarlo pa prao”.
Pues si de algo se viene
quejando todo el mundo, es que la opacidad en la gestión de GISPASA es total. Baste
con ver que a día de hoy, no se sabe el coste total del complejo de La
Cadellada, aunque su lógica tiene, pues las obras continúan y así es difícil cerrar
las cuentas.
Lo
que ya parece de risa, es que siguiendo con su línea argumental para justificar
la no disolución del chiringuito, aleguen que cualquier obra que tenga que
realizarse en el nuevo HUCA, como el espacio pendiente para trasladar al SAMU
de Oviedo, la redactan y ejecutan ellos directamente, pues son grandes conocedores
del edificio, lo que evita que se tengan que realizar contrataciones fuera,
evitando la dilación en la contratación y ejecución de la obra.
Sería
bueno que de una vez por todas, que los asturianos nos enterásemos del coste
total de los Hospitales Alvarez Buylla y el HUCA. Y es que la sociedad pública GISPASA,
fue creada en el año 2004 para dirigir la construcción de ambos complejos hospitales.
Y si cuando el rio suena, dicen que agua o piedras lleva. En el caso de esta
sociedad, va siendo hora de saber la verdad sobre la deuda que arrastra consigo,
la cual pertenece al Banco Europeo de Inversiones. Más que nada, para que cuando
se descubra todo el pastel, cada palo
aguante su vela.
Pues una cosa esta clara,
que los retrasos en la ejecución existieron, y los sobrecostes de la construcción
del HUCA, son de dominio público.
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