lunes, 1 de febrero de 2016

Jugar con la vida de los pacientes, es o no es delito.


 

Resulta que ahora nos enteramos de la verdad, o de otra media verdad, pues según nos cuenta el presidente del sindicato SIMPA, “las listas de espera están falseadas”. Si esto es cierto como todo parece indicar, son muchos los dedos que apuntan en la misma dirección,  y alguien ya está tardando en dar explicaciones.

De otra parte no deja de ser nada nuevo, pues cuando el entonces consejero de sanidad Faustino Blanco González, decidió ocultar los datos, en su momento las listas de espera, en otro momento fueron las explicaciones a la denegación de los tratamientos oncológicos,  poco o nada se puede esperar de todos aquellos que actúan de esta forma tan miserable, de ellos y de sus cómplices.

Y es que al parecer “el tiempo no computa hasta que el especialista ordena que el paciente entre en el listado, pero hasta entonces pudo haber pasado un año”. Según relata el presidente del SIMPA, que a su vez ejerce como médico en el centro de salud de Riaño, el cual asevera que es habitual comprobar que los pacientes soportan esperas que “exceden de toda lógica”

Sirva esto como un claro ejemplo de gestión socialista,  que desde el traspaso de competencias hace 14 años, hizo que las demoras en la región aumentaron un 54%. Desde ámbitos oficiales tales como el SESPA,  dicen que la metodología que las gestiona es un decreto del año 2003, que a la vista de los acontecimientos, es de nuevo y para no variar, papel mojado.

Pero de nuevo la comisión que Podemos lleva al Parlamento nace castrada. De un lado está la oposición del PSOE, cosa que era de esperar, pues ellos, y solo ellos, son los auténticos causantes de este cataclismo social. Claro que no debemos perder de vista a aquellos otros que a lo largo de todos estos años actuaron como genuinos  mamporreros del régimen, que no son otros que los miembros y miembras de IU. Los cuales en estos difíciles momentos, vuelven a dar muestras de su baja catadura moral, pues ante una emergencia social sin precedentes que estamos padeciendo los asturianos, se abstienen a la hora de votar la creación de la comisión. Como se puede ver, nada como la izquierda plural para crear pobreza y miseria, ahora de la mano del sumo sacerdote  “mamazares”. El cual dentro de su habitual demagogia, prefiere que dicha comisión mire al futuro y se olvide del pasado, con lo cual nos viene a demostrar que continua parasitando en los muchos de Yupi, y no es conocedor de la realidad social que desgraciadamente padecen miles de asturianos.

La comisión está recibiendo todo tipo de críticas, y como siempre las más feroces vienen por parte de aquellos que se oponen a su constitución por razones obvias, donde algunos de sus voceros califican a la comisión de “show mediático”, al tiempo que le restan “toda credibilidad”, seguramente que lo dicen mirando para el “Caso Marea”, o el “Caso Villa” entre otros.

Los profesionales de las sanidad, que son los que de verdad saben lo que está ocurriendo, aseguran que “«El tiempo de demora no computa hasta que el médico especialista mete al paciente en lista de espera, pero es que hasta ese momento, entre pruebas y citas previas, pudo haber transcurrido un año desde que el enfermo vino con el problema a mi consulta. En total, ese paciente habrá esperado casi dos años por la operación. Una barbaridad».

Desde el Simpa confirman ahora lo que alguien en su día denominó como, “el mete saca de la sanidad pública asturiana”, cosa que es de agradecer, pues ya en aquellos momentos manejaba datos de pacientes, con nombres y apellidos.
 Y ahora al SIMPA no le duelen prendas en señalar que «el SESPA maquilla las demoras. En mayor o menor medida siempre lo han hecho, pero en la pasada legislatura fue escandaloso», dice. «Recuerdo que en las navidades de 2014 llamaron a cientos de pacientes que llevaban esperando más de seis meses por una intervención quirúrgica. La mayoría se negó, ya que tras esperar casi medio año no resulta ni lógico ni justo que te convoquen en plenas navidades. ¿El resultado? El SESPA se sacó del listado mogollón de enfermos con demoras de más de 180 días».
Todo esto es el resultado de una total falta de planificación y de previsión por parte de los gestores del SESPA. Pues el tiempo viene a confirmar, que tenemos una población envejecida, que precisa de un alto gasto sanitario para su cuidado. Gasto que no se debe de centrarse solo en medicación, pues como podemos ver, las pruebas de diagnostico de todo tipo también crean también esperas, por no hablar de las intervenciones quirúrgicas.
Aunque resulte pesado, las cifras son las que son, y afectan a 131.118 personas, de las cuales aguardan por una cita 72.855, por una operación 18.700 y por un  examen radiológico 39.563.

¿Quién da más?.....


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