Resulta que ahora nos
enteramos de la verdad, o de otra media verdad, pues según nos cuenta el
presidente del sindicato SIMPA, “las listas de espera están falseadas”. Si esto
es cierto como todo parece indicar, son muchos los dedos que apuntan en la
misma dirección, y alguien ya está
tardando en dar explicaciones.
De otra parte no deja de
ser nada nuevo, pues cuando el entonces consejero de sanidad Faustino Blanco González,
decidió ocultar los datos, en su momento las listas de espera, en otro momento fueron
las explicaciones a la denegación de los tratamientos oncológicos, poco o nada se puede esperar de todos aquellos
que actúan de esta forma tan miserable, de ellos y de sus cómplices.
Y es que al parecer “el
tiempo no computa hasta que el especialista ordena que el paciente entre en el
listado, pero hasta entonces pudo haber pasado un año”. Según relata el
presidente del SIMPA, que a su vez ejerce como médico en el centro de salud de
Riaño, el cual asevera que es habitual comprobar que los pacientes soportan
esperas que “exceden de toda lógica”
Sirva esto como un claro ejemplo
de gestión socialista, que desde el
traspaso de competencias hace 14 años, hizo que las demoras en la región
aumentaron un 54%. Desde ámbitos oficiales tales como el SESPA, dicen que la metodología que las gestiona es
un decreto del año 2003, que a la vista de los acontecimientos, es de nuevo y
para no variar, papel mojado.
Pero de nuevo la comisión
que Podemos lleva al Parlamento nace castrada. De un lado está la oposición del
PSOE, cosa que era de esperar, pues ellos, y solo ellos, son los auténticos
causantes de este cataclismo social. Claro que no debemos perder de vista a
aquellos otros que a lo largo de todos estos años actuaron como genuinos mamporreros del régimen, que no son otros que
los miembros y miembras de IU. Los cuales en estos difíciles momentos, vuelven
a dar muestras de su baja catadura moral, pues ante una emergencia social sin
precedentes que estamos padeciendo los asturianos, se abstienen a la hora de
votar la creación de la comisión. Como se puede ver, nada como la izquierda plural
para crear pobreza y miseria, ahora de la mano del sumo sacerdote “mamazares”. El cual dentro de su habitual demagogia,
prefiere que dicha comisión mire al futuro y se olvide del pasado, con lo cual nos
viene a demostrar que continua parasitando en los muchos de Yupi, y no es conocedor
de la realidad social que desgraciadamente padecen miles de asturianos.
La comisión está
recibiendo todo tipo de críticas, y como siempre las más feroces vienen por
parte de aquellos que se oponen a su constitución por razones obvias, donde
algunos de sus voceros califican a la comisión de “show mediático”, al tiempo que le
restan “toda credibilidad”, seguramente que lo dicen mirando para el “Caso Marea”,
o el “Caso Villa” entre otros.
Los profesionales de las sanidad,
que son los que de verdad saben lo que está ocurriendo, aseguran que “«El tiempo de demora no computa
hasta que el médico especialista mete al paciente en lista de espera, pero es
que hasta ese momento, entre pruebas y citas previas, pudo haber transcurrido
un año desde que el enfermo vino con el problema a mi consulta. En total, ese
paciente habrá esperado casi dos años por la operación. Una barbaridad».
Desde
el Simpa confirman ahora lo que alguien en su día denominó como, “el mete saca
de la sanidad pública asturiana”, cosa que es de agradecer, pues ya en aquellos
momentos manejaba datos de pacientes, con nombres y apellidos.
Y ahora al SIMPA no le duelen prendas en
señalar que «el SESPA maquilla las demoras. En mayor o menor medida siempre lo
han hecho, pero en la pasada legislatura fue escandaloso», dice. «Recuerdo que
en las navidades de 2014 llamaron a cientos de pacientes que llevaban esperando
más de seis meses por una intervención quirúrgica. La mayoría se negó, ya que
tras esperar casi medio año no resulta ni lógico ni justo que te convoquen en
plenas navidades. ¿El resultado? El SESPA se sacó del listado mogollón de
enfermos con demoras de más de 180 días».
Todo
esto es el resultado de una total falta de planificación y de previsión por
parte de los gestores del SESPA. Pues el tiempo viene a confirmar, que tenemos
una población envejecida, que precisa de un alto gasto sanitario para su
cuidado. Gasto que no se debe de centrarse solo en medicación, pues como
podemos ver, las pruebas de diagnostico de todo tipo también crean también esperas,
por no hablar de las intervenciones quirúrgicas.
Aunque resulte pesado, las
cifras son las que son, y afectan a 131.118 personas, de las cuales aguardan
por una cita 72.855, por una operación 18.700 y por un examen radiológico 39.563.
¿Quién da más?.....
No hay comentarios:
Publicar un comentario