lunes, 8 de febrero de 2016

HABLA QUIEN DE ESTO SABE



Habla quien de esto sabe y no toca de oído como hacen otros desde sus despachos.

Habla quien un día tras otro esta a pie de obra viendo, pero sobre todo padeciendo la pésima gestión de unos médicos metidos a gestores sanitarios.

Habla quien sufre de impotencia por no poder ejercer su profesión como le hubiera gustado, Dando el cien por cien de sus conocimientos adquiridos a lo largo de los años, para proporcionar al paciente los mejores cuidados.

Habla quien tan solo pide que la racionalidad y el sentido común vuelva a la sanidad pública asturiana, ahora en manos de políticos que nada saben de sanidad.

Habla quien tan solo pide un mejor reparto de los fondos públicos, no para beneficio propio.
En definitiva, habla quien también sufre los recortes, pero al mismo tiempo, vive preocupada de que esos mismos recortes, en un momento determinado, pueda propiciar una desgracia en su entorno laboral, la cual a buen seguro a los gestores poco o nada les va a preocupar

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¿A QUIEN QUIEREN ENGAÑAR?

Recién inaugurado el nuevo HUCA se hizo una provisión de personal de enfermería para pacientes en camas "normales" de unidades de hospitalización. Estas camas de ocupación convencional suponen una media de 32 por unidad de hospitalización. El resto de camas hasta una ocupación de hasta 44 camas y con una ubicación concreta en determinadas habitaciones, son las llamadas supletorias o "inhabilitadas estructurales".
Según las normas funcionales para la gestión de camas, solo se podrán ocupar las camas supletorias en situaciones de ocupación elevada y siempre que se hayan agotado las posibilidades de ocupación de todas las camas normales. Hasta aquí parece una forma de proceder razonable, pero habida cuenta de que la "ocupación elevada" no es una excepción si no la norma habitual, nos encontramos con que el mismo personal adjudicado para atender a 32 pacientes, tiene que hacerse cargo habitualmente de hasta 44 pacientes.
Sumado a esto y como consecuencia de la citada norma "Ocupar prioritariamente camas normales", cada vez que excedemos el número de camas convencionales (que es casi siempre), en el momento en que estas se desocupan, nos vemos obligados a trasladar al paciente de la "supletoria" a la "normal", para que a continuación nos ingrese otro paciente en la supletoria que a su vez acabamos de trasladar y así sucesivamente. Y el remate del despropósito acontece en los fines de semana, durante los cuales no podemos hacer traslados, por lo que si tenemos las camas "supletorias" ocupadas y tenemos habitaciones "normales" libres, se nos ocupan estas últimas con nuevos ingresos sin importar el número de camas totales ocupadas; dándose la circunstancia de que podemos tener una ocupación de 40 camas mientras la unidad de al lado sólo tiene 30, pero no admite más pacientes porque tiene inhabilitadas 10 camas de las llamadas "supletorias".
Entonces es cuando apelando al sentido común, una intenta razonar con "Admisiones" explicándole que aunque exista esta puñetera norma de las camas supletorias, estamos en un hospital y lo que debe regir es el criterio clínico, y que el paciente que me quiere ingresar va a estar mejor atendido en la unidad que tiene 3 enfermeras para 30 pacientes que en la mía que con el mismo número de enfermeras ya tenemos 41 pacientes y ya no damos abasto.
Pero claro está que la administrativo no establece las normas sólo las cumple y aunque entiende mi razonamiento se ha de regir por las normas que dictan sus superiores. El problema está en que los "superiores" establecen las normas PERO NO LAS SUFREN.

Las sufrimos las enfermeras y por supuesto los pacientes.

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