lunes, 29 de febrero de 2016

El barrio fantasma del Cristo-Buenavista


Quién te ha visto y quién te ve. Y es que después de esperar durante más de quince años para que alguien diera solución al tema, ni los unos desde el Ayuntamiento de Oviedo, ni los otros desde el desgobierno de Asturias, fueron capaces de aportar una sola idea. El barrio mientras tanto va lentamente languideciendo y desmembrándose. Aunque podía haber sido mucho mayor el colapso, de no existir en el entorno, el Campus Universitario del Cristo.

Y es que tras los 20 primeros meses del cese de actividad en el antiguo complejo hospitalario, las evidencias son cada día que pasa más palpables en un entorno a todas luces deteriorado económica y socialmente.

En las instalaciones el abandono ya es visible en algunas zonas, también se pueden apreciar los primeros síntomas de la dejadez, a la cual unos y otros están sometiendo todo el perímetro del complejo, cuando su obligación sería la de velar por su conservación, por lo menos hasta que se le encuentre una solución al grave problema que está acarreando el abandono de toda actividad.

A lo largo de todos estos años se hizo más que evidente la desidia de las diferentes administraciones, las cuales en ningún momento intentaron ponerse de acuerdo, para ofrecer alguna solución a la encrucijada ahora creada. Pues en estos momentos de no darse una pronta solución a la situación, seguramente que en no mucho tiempo, las mismas administraciones se van a  encontrar con otra problemática mucho más grave, y no me refiero solo de habitabilidad de los edificios, si no a la seguridad que en el entorno del barrio del Cristo, el cual está siendo abandonado ya a su suerte.

Es bueno recordar lo que ocurrió en su día con el colectivo “la madreña”, y otras instalaciones de la Calle General Elorza pertenecientes a la Consejería de Sanidad. Yo no voy a entrar analizar los fines del colectivo, pero si quiero recordar quienes los apoyaron, algunos de los cuales ahora están dirigiendo el Ayuntamiento de Oviedo. Por tanto, no es descabellado pensar que en algún momento Rivi y colegas, permitan de forma solapada que algunos colectivos de índole más bien radical, puedan ocupar algunas de esas instalaciones.

Lo que está claro por otra parte, es que el esfuerzo realizado durante varias décadas por decenas de empresarios y autónomos, se ve tirado por la borda, y no precisamente de la noche a la maña, porque tiempo hubo para llevar a cabo alguna iniciativa. Pero no solo eso, es que en poco tiempo el despoblamiento de la zona, será también más que evidente.

Pero si todo esto ya de por si es de extrema gravedad. La pasividad mostrada por unos y por otros, es el más claro reflejo de la falta de iniciativas de nuestra clase política. La cual se encuentra  apoltronada, anquilosada en problemas del pasado, viendo pasar el presente, sin ser capaces de ofrecer ideas de cara al   futuro. Esta decadencia política está arrastrando paulatinamente a la región a una total desertización, no tan solo industrial y de servicios, la poblacional es ya también más que evidente.

La crisis cogió a todo el mundo con el pie cambiado, incluso a la casta política regional, que no midió los tiempos, y por tanto no contaba con que la crisis fuera tan  larga. Pues de haberlo hecho, a buen seguro que hubieran previsto algún pelotazo urbanístico en los terrenos ahora afectados, que por otra parte es algo a lo que ya nos tienen muy acostumbrados.

La Consejera de Fomento Belén Fernández, reconocía hace unos días en su comparecencia ante el PJG que no había “perres” para acometer obra alguna en ninguno de los edificios del complejo. Lo que viene a demostrar, que no tenían partidas asignadas, ni intención de hacerlo, pues su idea desde un principio bien pudiera ser la de derribar todos los edificios, para después poder especular con los terrenos.

Alguien en estos momentos debería de preguntarle a los Fernández, Javier y Belén, que fue de aquel comité de sabios, los cuales llegado el día proporcionarían supuestamente soluciones. Esperemos que de haber existido dicho comité, y en el supuesto de que en algún momento se hubiesen reunido, no hayan cobrado ni un euro por hacerlo, pues a la vista está, que soluciones ninguna aportaron.

En estos momentos desde las administraciones implicadas se está dejando pasar el tiempo, para que el abandono de los edificios sea cada día más palpable, y salvo que los vecinos logren hacerse oír, nadie va mover un dedo para evitar lo que a todas luces es ya una evidencia. Seguramente que así más adelante todos ellos pueda justificar la rentabilidad de la demolición, ante un posible proyecto de restauración y regeneración de la zona.


La rehabilitación en estos momentos de algunos de los edificios principales es viable. Pero no solo eso, es que además sería más ventajosa económicamente que derribarlos y construir de nuevo. Claro que seguramente los especuladores del desgobierno de Asturias, no estén pensando lo mismo, por razones que son obvias para todos. 

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