viernes, 8 de enero de 2016

En el año nuevo, los propósitos del SESPA continúan siendo los mismos




Eso es por lo menos lo que deja entrever la utilización por parte de la administración sanitaria asturiana de ese viejo concepto, el cual dice, que se va garantizar por decreto los “tiempos máximos” de espera, pero es una iniciativa que ya bien del anterior régimen, el entonces correveidil “desatinos”.
A su vez dicen los vendedores de humo, que la norma que pretender aprobar durante el primer trimestre del presente año (esperemos que sepan que estamos en 2016), nos va permitir a los usuarios de la sanidad reclamar, siempre y cuando, se superen los plazos fijados. Yo ahora me pregunto ¿de qué plazos estamos hablando? pero sobre todo ¿quién o quienes los van fijar? y ¿de qué manera se van administrar los tiempos?
Aunque suene repetitivo a día de hoy, son los gestores de la sanidad quienes marcan los plazos, principalmente con su total falta de gestión. No hace falta más que mirar las listas de espera, es entonces cuando nos preguntamos de nuevo ¿quién las creo?... pero sobre todo ¿cómo se llegó a esta situación?
Por no hablar de los plazos, 60, 90, 120, 180 días, … que nos hacen recordar las condiciones de pago que ofrecen algunas entidades financieras a sus clientes, términos estos, que de un tiempo a esta parte, ya forman parte del argot de nuestra sanidad. Ya que por medio de ellos se miden entre otros conceptos, el grado de desesperación de los pacientes, los cuales deben de tomarse con mucha templanza las esperas que la administración les marca. Sin olvidar a aquellos otros que el SESPA deja fuera de categoría, cuyas esperas van más allá de los 360 días, que haberlos haylos, aunque algunos se empeñen en negarlo.
Claro que ahora debemos de tomar buena nota, pues nadie debe de esperar más de 180 días para ser intervenido, tres meses (90 días) para una prueba de diagnóstico, mientras que dos meses o 60 días, serían los que no debería de superar quien espera por una primera consulta con un especialista. Me imagino que además les deberemos de estar eternamente agradecidos por ello.
Pero como todo lo que hacen este grupo de ineptos, viene acompañado por “un preñado”, y nada es lo que parece. Pues cuando el SESPA te ofrezca ser intervenido, lo van hacer en el centro que ellos considere oportuno, y el paciente que lo rechace, perderá la oportunidad, con lo cual, la norma deja entrever que debe de comenzar de nuevo el peregrinaje.
Vamos, sin ir más lejos, que a un señor de San Martín de Oscos, el cual pertenece al Area I de Jarrio, y que precisa de una prótesis de cadera, le van ofrecer operarse en el Area VI, es decir en el Hospital de Arriondas, y si no lo acepta, se corre la lista teniendo que volver a partir de cero.
Esto es lo que ya en su momento aquí denominamos como “el mete saca” de la sanidad. Claro que ahora esto lo hacen aplicando una nueva dosis de edulcorantes, sin olvidar para ello y como ya es costumbre por su parte, otra buena dosis de demagogia.
Permítame que insista de nuevo señor consejero, los pacientes le quedamos muy agradecidos, pero llego la hora de tomar decisiones, pues la demagogia, solo es buena para que la utilicen aquellos que pretenden mantenerse en el cargo a toda costa, o “a costa de todos”.

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