Al fin se encuentra solución a las listas de espera
Todo pasa por las CONSULTAS COLECTIVAS
Para mi...... y no echar gota.
Polémica iniciativa
Consultas colectivas para reducir las listas de espera
El Hospital Doctor Peset de Valencia convoca a los pacientes a
charlas informativas, pero en ellas se obtiene el consentimiento informado
Iniciar un método novedoso en la práctica médica nunca está exento de
interrogantes ni de críticas. El Hospital Doctor Peset de
Valencia se ha embarcado en uno que, según su dirección, sólo trata de informar
a los pacientes de las características de sus patologías. En cambio, para
algunos médicos es una manera enmascarada de pasar consulta, de forma
masiva, a grupos de personas con el fin de reducir las listas de espera y
vulnerando el derecho a la intimidad de los usuarios de la sanidad pública.
La polémica está servida. Para unos es ya un proyecto pionero que
constituirá el futuro clínico y para otros una aberración que, como consulta
colectiva, rompe la estrecha relación que debe haber entre el médico y
su paciente.
Para comprobar si el Hospital Peset impartía charlas o consultas
multitudinarias, este diario ha analizado las listas de pacientes de dos días
en los que la consulta se solicitó en el salón de actos del centro de la
avenida Gaspar Aguilar.
En la
documentación se aprecia que este tipo de actos masivos se proyectan para las
especialidades de obstetricia y oftalmología.
Además, en los mismos documentos de que dispone EL MUNDO se aprecia claramente
que se trata del listado de trabajo de consultas externas y, pese a que la
directiva del hospital mantiene que son charlas informativas, en un texto
concreta la palabra CANEOB (Consulta de anestesia de obstetricia), con 42 pacientes de carga
programada y donde cada usuario está citado cada minuto.
En otro listado se
plasman los términos CANEOF ANESTESIA-OFT SALÓN DE ACTOS que se refieren a
(consulta de anestesia en el salón de actos de pacientes de oftalmología); en
este listado hay 34 pacientes y están todos citados a las 10 de la mañana.
El germen de estas
nuevas sesiones arrancó en 2005, cuando en un intento de humanización de la
asistencia sanitaria, se inició un programa mediante el cual las pacientes
embarazadas iban un día de visita al Hospital Peset, donde se les enseñaba el
hospital, los paritorios, etc. Parte de ese programa era una charla informativa
sobre la anestesia epidural del parto.
Esas
charlas las daban anestesiólogos en el EVES (Escuela Valenciana de Estudios para
la Salud). Tras las mismas, las pacientes eran citadas en la consulta externa
de anestesia, donde se les daba fecha para la visita preanestésica.
Esta idea fue exportada
al Hospital de Gandía por el jefe de servicio de
Anestesiología, José Carrera Hueso, tras haber tenido una buena acogida por
parte de las pacientes. Sin embargo, las
charlas a las embarazadas de 2005 jamás sustituían a las consultas
preanestésicas, que luego se seguían haciendo. Pero, en Gandía,
Carrera Hueso pensó que se podría ahorrar el hecho de que los pacientes
acudieran a una consulta preanestésica si obtenía su consentimiento informado
durante la propia charla informativa. Por ello, este sistema se aplicó en se
comprobó que se podía reducir la presencia de profesionales, que se dedicaban a
otras cuestiones clínicas y mejorar la lista de espera en las consultas.
El ideólogo de estos
actos colectivos se dio cuenta de que también había muchos pacientes para
operar de oftalmología -esta especialidad suele suponer cerca del 50% de la actividad
quirúrgica de un hospital como el de Gandía o el Peset, en el caso del Peset,
la oftalmología representa aproximadamente el 70% de la actividad que se hace
sin ingreso-. Por ello, amplió las 'charlas informativas' a la cirugía
oftalmológica y eliminó la consulta de anestesia.
Tras el traslado de
Carrera Hueso al Peset se empezó con este programa que se basa en conducir a
los pacientes al salón de actos y allí no se les pasa visita de anestesia, sino
que ésta se sustituye por la citada 'charla informativa'.
A partir de ese momento,
tras una citación oficial, los
pacientes acuden con sus pruebas preoperatorias, que recoge una
secretaria, y firman el consentimiento informado que es obligatorio. En estas
sesiones se les dice a los pacientes que si tienen alguna duda que acudan al
médico o al farmacéutico.
En cuanto a la pionera
fórmula de la 'consulta colectiva', en ella se informa a los pacientes sobre
los tipos de cirugía que existen y qué tipo de anestesia se suele aplicar. En
estas sesiones los
pacientes escuchan, no hablan. Una cuestión que para algunos
facultativos supone una relación médico-paciente despersonalizada y antimédica.
La
información que se imparte es genérica, es decir, la misma para todos los
asistentes y, en ningún momento, se personalizan los asuntos clínicos. La
mayoría de los pacientes no se atreven a preguntar por estar en presencia de
extraños. Tampoco se tiene en cuenta los antecedentes médicos ni las
circunstancias sociales o familiares del paciente
Se
informa de manera genérica de qué debe hacerse pero se expone una lista de
fármacos genérica y limitada a unos pocos. Este extremo resulta polémico para
algunos médicos porque no tiene en cuenta qué pacientes toman los medicamentos
y cuáles no.
En los vídeos obtenidos
por este diario se comprueba que los pacientes descubren con sorpresa el nuevo
modelo de atención porque creen que va a una consulta de anestesia y se encuentran en un
salón de actos. Cuando se cita a las personas se les dice cuándo tienen que ir
al salón de actos y nada más.
Respecto a la
vinculación del usuario de la sanidad pública con el proceso médico, el primer
contacto del paciente con la hoja de consentimiento informado se produce en ese
momento. Como recogen los documentos en el salón de actos, el paciente tiene
dificultad para leer la hoja de consentimiento informado por la falta de luz y
mientras se exponen las diapositivas de oftalmología u obstetricia.
Otro de los puntos más
criticados del proceso es que al paciente se le dice que el consentimiento es obligatorio. Pero no se le explica
que puede denegar el consentimiento o revocarlo en cualquier momento.
De igual modo, según ha
podido comprobar este diario el paciente no ha tenido, previamente, una copia del
consentimiento, ni se lleva una copia del mismo.
En este proceso, el
médico no firma el consentimiento, dice que lo firmará después. Al paciente se
le dice que ponga la fecha y firme como que ha entendido la explicación. Se
transmite a todas las personas asistentes que se trata como un acto
burocrático, aunque el consentimiento se incorporará a la historia clínica en
un futuro y tiene la misma trascendencia clínica que cuando se realiza en una
consulta individual. La historia clínica -en papel o informatizada- no está
disponible en el salón de actos.
LA DIRECCIÓN DEL HOSPITAL:
'No hacemos nada ilegal'
Desde la dirección del
Hospital Doctor Peset explican que «las charlas no ponen en peligro a ningún paciente ni se está
realizando ningún tipo de práctica ilegal». También aclaran que
los pacientes que van a ser intervenidos de cataratas «no pasan de manera
sistemática por la consulta de preanestesia». El hospital asegura disponer de
un documento de la Sociedad Española de Anestesiología y Reanimación (SEDAR)
sobre las condiciones preoperatorias en la cirugía de cataratas que avalan el
procedimiento que se lleva a cabo en el Hospital Peset. En el salón de actos «se
reúne a los pacientes que, siguiendo estos criterios, no tienen que pasar por
la consulta de preanestesia». Desde el centro se confirma que esta decisión se tomó con la
finalidad de que los pacientes -normalmente de edad avanzada- «estén
perfectamente informados y dispongan de todos los datos posibles para poder
obtener un consentimiento informado individual de cada uno, de forma totalmente
consciente, como es preceptivo legalmente». El consentimiento informado puede
rellenarse «bien al finalizar la sesión de forma individual y privada o bien el
mismo día de la intervención en los quirófanos de la UCSI». El
hospital quiere desmentir que haya «demoras en la citación de pacientes para
las consultas preoperatorias de preanestesia y que ese sea el motivo de que se hagan sesiones informativas
colectivas para pacientes que vayan a ser intervenidos de cataratas». Por
último, destaca que «no hemos recibido ninguna queja formal».
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