lunes, 4 de enero de 2016

Al fin se encuentra solución a las listas de espera

Al fin se encuentra solución a las listas de espera
Todo pasa por las CONSULTAS COLECTIVAS
Para mi...... y no echar gota.

Polémica iniciativa

Consultas colectivas para reducir las listas de espera
El Hospital Doctor Peset de Valencia convoca a los pacientes a charlas informativas, pero en ellas se obtiene el consentimiento informado


Iniciar un método novedoso en la práctica médica nunca está exento de interrogantes ni de críticas. El Hospital Doctor Peset de Valencia se ha embarcado en uno que, según su dirección, sólo trata de informar a los pacientes de las características de sus patologías. En cambio, para algunos médicos es una manera enmascarada de pasar consulta, de forma masiva, a grupos de personas con el fin de reducir las listas de espera y vulnerando el derecho a la intimidad de los usuarios de la sanidad pública.

La polémica está servida. Para unos es ya un proyecto pionero que constituirá el futuro clínico y para otros una aberración que, como consulta colectiva, rompe la estrecha relación que debe haber entre el médico y su paciente.

Para comprobar si el Hospital Peset impartía charlas o consultas multitudinarias, este diario ha analizado las listas de pacientes de dos días en los que la consulta se solicitó en el salón de actos del centro de la avenida Gaspar Aguilar.

 



En la documentación se aprecia que este tipo de actos masivos se proyectan para las especialidades de obstetricia y oftalmología. Además, en los mismos documentos de que dispone EL MUNDO se aprecia claramente que se trata del listado de trabajo de consultas externas y, pese a que la directiva del hospital mantiene que son charlas informativas, en un texto concreta la palabra CANEOB (Consulta de anestesia de obstetricia), con 42 pacientes de carga programada y donde cada usuario está citado cada minuto.

En otro listado se plasman los términos CANEOF ANESTESIA-OFT SALÓN DE ACTOS que se refieren a (consulta de anestesia en el salón de actos de pacientes de oftalmología); en este listado hay 34 pacientes y están todos citados a las 10 de la mañana.


El germen de estas nuevas sesiones arrancó en 2005, cuando en un intento de humanización de la asistencia sanitaria, se inició un programa mediante el cual las pacientes embarazadas iban un día de visita al Hospital Peset, donde se les enseñaba el hospital, los paritorios, etc. Parte de ese programa era una charla informativa sobre la anestesia epidural del parto.






Esas charlas las daban anestesiólogos en el EVES (Escuela Valenciana de Estudios para la Salud). Tras las mismas, las pacientes eran citadas en la consulta externa de anestesia, donde se les daba fecha para la visita preanestésica.

Esta idea fue exportada al Hospital de Gandía por el jefe de servicio de Anestesiología, José Carrera Hueso, tras haber tenido una buena acogida por parte de las pacientes. Sin embargo, las charlas a las embarazadas de 2005 jamás sustituían a las consultas preanestésicas, que luego se seguían haciendo. Pero, en Gandía, Carrera Hueso pensó que se podría ahorrar el hecho de que los pacientes acudieran a una consulta preanestésica si obtenía su consentimiento informado durante la propia charla informativa. Por ello, este sistema se aplicó en se comprobó que se podía reducir la presencia de profesionales, que se dedicaban a otras cuestiones clínicas y mejorar la lista de espera en las consultas.

El ideólogo de estos actos colectivos se dio cuenta de que también había muchos pacientes para operar de oftalmología -esta especialidad suele suponer cerca del 50% de la actividad quirúrgica de un hospital como el de Gandía o el Peset, en el caso del Peset, la oftalmología representa aproximadamente el 70% de la actividad que se hace sin ingreso-. Por ello, amplió las 'charlas informativas' a la cirugía oftalmológica y eliminó la consulta de anestesia.

Tras el traslado de Carrera Hueso al Peset se empezó con este programa que se basa en conducir a los pacientes al salón de actos y allí no se les pasa visita de anestesia, sino que ésta se sustituye por la citada 'charla informativa'.

A partir de ese momento, tras una citación oficial, los pacientes acuden con sus pruebas preoperatorias, que recoge una secretaria, y firman el consentimiento informado que es obligatorio. En estas sesiones se les dice a los pacientes que si tienen alguna duda que acudan al médico o al farmacéutico.

En cuanto a la pionera fórmula de la 'consulta colectiva', en ella se informa a los pacientes sobre los tipos de cirugía que existen y qué tipo de anestesia se suele aplicar. En estas sesiones los pacientes escuchan, no hablan. Una cuestión que para algunos facultativos supone una relación médico-paciente despersonalizada y antimédica.

La información que se imparte es genérica, es decir, la misma para todos los asistentes y, en ningún momento, se personalizan los asuntos clínicos. La mayoría de los pacientes no se atreven a preguntar por estar en presencia de extraños. Tampoco se tiene en cuenta los antecedentes médicos ni las circunstancias sociales o familiares del paciente


Se informa de manera genérica de qué debe hacerse pero se expone una lista de fármacos genérica y limitada a unos pocos. Este extremo resulta polémico para algunos médicos porque no tiene en cuenta qué pacientes toman los medicamentos y cuáles no.

En los vídeos obtenidos por este diario se comprueba que los pacientes descubren con sorpresa el nuevo modelo de atención porque creen que va a una consulta de anestesia y se encuentran en un salón de actos. Cuando se cita a las personas se les dice cuándo tienen que ir al salón de actos y nada más.

Respecto a la vinculación del usuario de la sanidad pública con el proceso médico, el primer contacto del paciente con la hoja de consentimiento informado se produce en ese momento. Como recogen los documentos en el salón de actos, el paciente tiene dificultad para leer la hoja de consentimiento informado por la falta de luz y mientras se exponen las diapositivas de oftalmología u obstetricia.

Otro de los puntos más criticados del proceso es que al paciente se le dice que el consentimiento es obligatorio. Pero no se le explica que puede denegar el consentimiento o revocarlo en cualquier momento.
De igual modo, según ha podido comprobar este diario el paciente no ha tenido, previamente, una copia del consentimiento, ni se lleva una copia del mismo.

En este proceso, el médico no firma el consentimiento, dice que lo firmará después. Al paciente se le dice que ponga la fecha y firme como que ha entendido la explicación. Se transmite a todas las personas asistentes que se trata como un acto burocrático, aunque el consentimiento se incorporará a la historia clínica en un futuro y tiene la misma trascendencia clínica que cuando se realiza en una consulta individual. La historia clínica -en papel o informatizada- no está disponible en el salón de actos.

LA DIRECCIÓN DEL HOSPITAL:

'No hacemos nada ilegal'

Desde la dirección del Hospital Doctor Peset explican que «las charlas no ponen en peligro a ningún paciente ni se está realizando ningún tipo de práctica ilegal». También aclaran que los pacientes que van a ser intervenidos de cataratas «no pasan de manera sistemática por la consulta de preanestesia». El hospital asegura disponer de un documento de la Sociedad Española de Anestesiología y Reanimación (SEDAR) sobre las condiciones preoperatorias en la cirugía de cataratas que avalan el procedimiento que se lleva a cabo en el Hospital Peset. En el salón de actos «se reúne a los pacientes que, siguiendo estos criterios, no tienen que pasar por la consulta de preanestesia». Desde el centro se confirma que esta decisión se tomó con la finalidad de que los pacientes -normalmente de edad avanzada- «estén perfectamente informados y dispongan de todos los datos posibles para poder obtener un consentimiento informado individual de cada uno, de forma totalmente consciente, como es preceptivo legalmente». El consentimiento informado puede rellenarse «bien al finalizar la sesión de forma individual y privada o bien el mismo día de la intervención en los quirófanos de la UCSI». El hospital quiere desmentir que haya «demoras en la citación de pacientes para las consultas preoperatorias de preanestesia y que ese sea el motivo de que se hagan sesiones informativas colectivas para pacientes que vayan a ser intervenidos de cataratas». Por último, destaca que «no hemos recibido ninguna queja formal».

 

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