Que vienen, que vienen

Increíble pero cierto. Si me lo aseguran hace tan solo un par años, no me lo creo ni yo mismo. La pasada noche no me moleste en sentarme frente al televisor, para ver el denominado por algunos “debate del siglo”. Pues considere que no merecía la pena, ya que el pescado esta todo vendido. De un lado estaba la falta de programas sobre los que debatir, del otro, estoy casi seguro sin verlo, que el argumento más esgrimido por parte de unos y de otros, fue el recurrente y consabido, “y tú más”. 

Pero ahora es el momento de mirar hacia atrás, de ver lo que unos y otros hicieron durante estos últimos cuatro años, para mejorar la situación que nos tocó vivir a todos. Que fue de todo aquello que nos prometieron en aquel último pliego de condiciones que nos dieron a firmar. Es el momento de repasar aquel contrato, y de mirar los puntos que no se cumplieron o incumplieron del mismo.

Por eso que al ver hace unos días las denuncias que el Partito Popular de Asturias realizaba en algunos de los medios de comunicación, sobre la situación que se está viviendo en el Hospital Comarcal Carmen y Severo Ochoa de Cangas del Narcea, no puedo permanecer indiferente ante tanto cinismo, incompetencia e incongruencia.

Claro que no es menos alarmante comprobar, como el regidor socialista de Cangas de NArcea quitaba hierro al asunto, seguramente que cumpliendo órdenes de su amo y señor, el “chigrero de Cangas”, demostrando con ello, lo poco que a algunos les importa la sociedad a la que se deben.

Mientras que el regidor municipal tildo la situación como de “excepcional”, cuando en verdad debería de haber sido declarada como “alarmante”. Claro que para ello debe de imperar el sentido común, dejar de lado directrices de partido, y ser coherente consigo mismo, dando prioridad a su responsabilidad, antes que a las órdenes que le puedan llegar desde otros estamentos, para negar lo que son evidencias que además están a la vista de todos, pero ya se sabe, que no podemos pedirle peras al olmo.

No disponer de dos de los cinco anestesistas por estar estos de baja, no tiene por qué causar alarma, dice el regidor de Cangas, mientras que otro permanece de vacaciones. Pero ante la falta de medios, se decide suspender intervenciones, que seguramente, y según las cuentas de la lechera socialista, no afectara a las listas de espera existentes, pues para ello recurrían en su momento, al ya archifamoso “mete saca”. El cual consiste en citar a los pacientes, tras su ingreso y permanencia unas horas en el hospital, se les advierte que se suspende su intervención por haber una urgencia que atender, y se les manda para casa pendientes de nueva cita, con lo cual, entran y salen de la lista de espera una y otra vez, según le conviene al gerente de ese área.

Es bien conocida la afición que en el SESPA tiene de no cubrir las bajas, para ello tiran de los eventuales, los cuales hacen sus turnos normales en el HUCA, y las guardias donde les coincide, siendo el Hospital de Cangas es uno de esos sitios. 

Sería bueno recordar, que una de las especialidades donde las plazas se convocaron y continúan sin ser cubiertas, son las de anestesista. Esto conlleva que en estos momentos en Asturias no dispongamos de anestesistas suficientes para cubrir la fuerte demanda de intervenciones creada, lo que permitiría al SESPA seguramente aligerar las listas de espera. Pero esto nos hace pensar, que este hecho influye de forma determinante en las exageradas listas. 

Todo ello nos afecta en gran medida, pero de forma un tanto especial a los habitantes de la "Reserva Natural" que conforman el occidente y suroccidente de Asturias, donde viven los pacientes de tercera o cuarta categoría, a los cuales el SESPA les presta atención como se puede ver, cuando le sobran recursos en el resto de la región, cosa que ahora deberíamos de tenerles en cuenta a TODOS. 

Por eso, que para nuestra desgracia, la falta de medios que estamos viviendo de un tiempo a esta parte, se debe única y exclusivamente a la pésima gestión socialista de nuestros recursos, que llego el momento de no olvidar. Claro que para llevar a cabo tan sublime obra, fue precisa la inestimable colaboración de otros, sus cómplices y consentidores. capaces de permitir con su inanición permanente, semejante estropicio. Por tanto ahora, cada palo que aguante su vela.