La Nueva España
7/11/2015 – Edición digital
Pasaron los 100 días, señor del Busto
Jesús Alonso Penelas (Vegadeo)
Transcurridos esos cien días,
llamados por algunos de cortesía, es la hora de retomar por mi parte, una lucha
que nunca abandone en estos últimos veintiocho meses, pues un día tras otro,
continua estando viva en mí esa llama, la cual parece indicarme, que merece
mucho la pena continuar haciendo el camino. Ya que permanece tan viva como
aquel 1 de julio de 2013, cuando decidí iniciar esta andadura, eso si, sin saber
muy bien a donde me acabaría conduciendo muchos meses después.
Al principio lo hice solo, ahora
son decenas, que digo decenas, son centenares de personas de todos los ámbitos
sociales las que me prestan su apoyo para desgracia de algunos, que nunca pensaron
encontrar en mi, una persona tan tenaz. Aunque haciendo honor a la verdad, debo
de reconocer, que yo tampoco nunca imagine llegar a donde estamos en estos
momentos, pero no estoy arrepentido de casi nada, porque por en el camino
algunas cosas fuimos consiguiendo.
Cada cual le puede llamarlo como
quiera. Unos ya dijeron en su momento que era un sinsentido. Otros hablaran de
una simple reivindicación o de un berrinche. Pero de una cosa estoy seguro, y
es que en el angosto trayecto, hasta los más reticentes a escucharme,
terminaron por sucumbir, y aunque tan solo fuera de lejos, al final, se vieron
obligados en algún momento, a sentir muy de cerca el eco de mis palabras. Por
tanto, hoy vuelvo sobre mis pasos, pues en todo este tiempo, algunas personas se
ganaron mi afecto, pero sobre todo mi respeto, por ellos, y por la dignidad de
los pacientes, algunas veces puesta en entre dicho, no debo de permanecer
callado por más tiempo.
A todos se nos llena la boca al
hablar de recortes, de listas de espera, de falta de recursos. Yo soy el
primero, lo reconozco, pero es que en mi entrono sufrí dichos recortes, para
desgracia de los míos, por eso que cuando hablo, lo hago siempre con
conocimiento de causa, pero además, voy dejando tras mis palabras, un reguero
de argumentos.
Moverse en el entorno de la
sanidad en Asturias es una auténtica carrera de obstáculos. Pues nunca acaba de
llegar esa cita para ir a consulta o una simple revisión después de varios
meses de espera. Uno llama una y otra vez a citaciones, donde solo saben
decirte que formas parte de una de las múltiples la lista de espera para un
TAC, una resonancia, etc.
Claro que todo ello tiene
solución, solo hace falta aplicar la racionalidad y el sentido común. Alguien
hace unas semanas dijo que su gestión se basaba en hablar, hablar, y después
hablar, para volver hablar.
Pues bien señor del Busto, el
pasado día 28 se nombró un nuevo Jefe para el Servicio de Oncología
Radioterapia. Como estamos en Asturias, y para no variar, este nuevo
nombramiento vuelve a estar en entredicho, pues llega envuelto en la polémica,
y no es para menos.
De otro lado, en dicho servicio
como usted bien sabe, reina el caos y el descontrol, seguramente que más de uno
se va echar las manos a la cabeza ante mis palabras, pero para desgracia de
ellos, se dé que estoy hablando, y me consta que tanto usted, como el nuevo
gerente del SESPA, también son conocedores de esa situación. Claro que los que
sufren la intransigencia y la irracionalidad del sistema y sus gestores, o por
lo menos de aquellos que ejecutaban las ordenes hasta hace bien poco, son los
de siempre, los pacientes, entonces yo le pregunto ¿a que estamos jugando?
Señor del Busto, como podemos
estar hablando de poner fin a las interminables listas de espera, cuando hay
pacientes que tardan meses en recibir un tratamiento en oncología radioterapia,
mientras que por otro lado, se mantiene separados del servicio a dos
acreditados profesionales con años de experiencia a sus espaldas. Pero es que
además, se hace con total impunidad por parte de la administración, o lo que es
lo mismo, de sus brazos ejecutores en el HUCA. Va ya para dos años señor
consejero , si digo bien, dos años con múltiples dimes y diretes, a sabiendas
de que en el trasfondo de todo ello, se esconde una vendetta, disfrazada de
capricho personal.
Como se puede prohibir a dos
profesionales del Servicio de Oncología Radioterapia, la entrada a quirófano
para intervenir a los pacientes, algunos de los cuales llevan siendo tratados
desde hace años por esos facultativos ¿de qué estamos hablando entonces?
Como se puede permitir señor del
Busto, que una mano de obra tan cualificada como la que tiene este servicio a
su disposición, sea desperdiciada en base a un linchamiento que va más allá de
lo meramente profesional, y usted a día de hoy ya tendría que ser consciente de
ello.
La Dirección del HUCA los tiene
vetados, pero de un tiempo a esta parte, algunos pacientes vienen solicitando
por escrito que los vuelvan a atender como habían hecho siempre. Lo
sorprendente del caso, es la respuesta dada por parte de los gestores del
servicio, o en su defecto, de aquellos que ocupaban el sillón del despacho,
pues en algunos casos, son tan peregrinas sus respuestas, que sacan más de una
sonrisa a quien las lee, ya que los argumentos esgrimidos no se tienen por si
solos en pie. Lo cual no viene más que a demostrar, la irracionalidad con la
que se viene actuando desde hace dos años. Mientras tanto, los pacientes
esperan meses para ser intervenidos, o en su defecto tratados, y permítame que vuelva a insistir,
sé muy bien de que estoy hablando.
Señor consejero, una de sus
múltiples obligaciones, es poner al servicio de los profesionales todos los
recursos necesarios para que sus administrados reciban la atención que
precisen. Me consta que la sanidad en Asturias no va sobrada de recursos, tanto
materiales como humanos, en buena parte por una mala gestión anterior, pero por
lo menos, deberían de aprovechar todos los que tiene a su alcance, y no se está
haciendo.
Los pacientes por su parte,
tienen derecho a elegir el profesional que los va atender, tanto a la hora de
una consulta, como a la hora de recibir un tratamiento, o como ocurre en algún
caso, en el momento de ser intervenidos. No hace falta que le recuerde, que es
uno de nuestro derechos como usuarios, pues en la mayoría de los casos, la
confianza depositada por parte del paciente en la persona que lo atiende, es
fundamental, y desde mi humilde experiencia personal, en temas como la
oncología, supone medio tratamiento para el doliente.
Señor del Busto corrija esta
deriva, la cual está teniendo un alto coste para la sociedad asturiana, y no
hablo tan solo de coste económico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario