El gasto sanitario que soporta la sanidad en general, y la asturiana en particular, es desorbitado, claro que eso ya nadie lo discute a día de hoy, pero la culpa una vez más, es de quienes la gestionan. Seguramente que en más de una ocasión, escuchamos hablar del amplio botiquín que cada cual tiene en su casa, propiciado eso si, por el elevado número de dosis que la mayoría de los fármacos traen en sus respectivos envases de presentación. A día de hoy desde la administración, poco o nada se hace para negociar con los laboratorios, la forma de reducir el número de dosis de un embalaje. Cuando sería muy fácil comprobar, al tiempo que demostrar de forma fehaciente, que en condiciones normales, y en demasiados casos, con la mitad de comprimidos de una caja, el paciente está ya tratado y recuperado de su dolencia, entonces ¿Qué hacemos con el resto sobrante?
Aquí sin lugar a dudas, puede estar uno de los mayores despilfarros de nuestra sanidad, y a nadie parece importarle lo más mínimo, aunque de un tiempo a esta parte, todo parece indicar, que desde el Ministerio correspondiente, se intentan abrir algunas líneas de dialogo, para negociar la reducción del gasto de mutuo acuerdo con los laboratorios.
De otro lado está el despilfarro que se propiciaban algunos facultativos, a través de las recetas médicas. Dándose casos, en los que un mismo paciente, puede estar tomando un mismo producto, pero recetado por facultativos diferentes. Siendo además, el mismo tratamiento, tan solo de diferencian entre si, en que los fármacos son de diferente laboratorio. Esto suele ocurrir en la mayoría de los casos, cuando se trata a personas de avanzada edad, las cuales suelen diferenciar el producto que toman, por estar este presentado en una caja de color diferente a la que venían utilizando hasta la fecha.
No es menos cierto, que en Asturias se está implantando la receta electrónica, la cual bien pudiera corregir muchos de estos dislates, y con el ello, el gasto sanitario se debería de ir reduciendo.
Mientras tanto otros gastos superfluos continúa, sin ir más lejos, las duplicidades en muchos casos de las pruebas de diagnostico, en este caso todo va depender del Area sanitaria donde se encuentre ubicado el paciente. Claro, que aquí verdaderamente, la culpable de todo la tienen los diferentes programas informáticos y de gestión, los cuales, en la mayoría de los casos, son incompatibles a la hora de transmitir y compartir datos.
Por lo tanto, los recortes afectan a todo tipo de medios, tanto materiales como humanos, pero a día de hoy nadie hace nada para corregirlo o evitarlo, todo se resume a, “… no tenemos recursos suficientes”. Y no es cierto, los recursos si existen y pueden ser suficientes, solo hace falta buenos gestores. Nos queda entonces pendiente la parte más fundamental, como es la administración de los recursos, aquí entra en juego el concepto equivocado, de que el dinero público no es de nadie, y con todas y esas, así nos luce el pelo.
Lo que ocurre de verdad en nuestra sanidad, queda bien reflejado en la siguiente carta, donde el doliente, visto lo visto, se plantea dos soluciones, irse a la medicina privada, o preparar su propio sepelio.
Es duro, pero es la triste realidad que se está viviendo en Asturias, donde todo va como la seda, o eso dicen algunos, pero la triste realidad es bien distinta. En “asturistán” hasta al más tonto se le da un cargo de responsabilidad, solo se le exigen para desempeñar el mismo, que tenga a mano suficiente Evacuol 7,5 mg/ml, para así poder aliviar las tragaderas.
Si no se lo creen, aquí les dejo otro botón de muestra.
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La Nueva España- 5/11/2015 - Edición digital
Calidad del servicio sanitario en Asturias
Javier García Seijo (Oviedo)
Por fortuna he necesitado acudir a la sanidad en muy pocas ocasiones, siempre por cuestiones leves y al médico de cabecera. Su atención ha sido, por lo general, amable, pero poco útil; se limitó a buenas palabras y a recetar medicamentos de dudosa eficacia.
Hace seis años me realizaron una colonoscopia y me extirparon unos pólipos sin mayor complicación; lo cierto es que yo pedí cita para solucionar otro problema que me estaba amargando la vida: ese problema no me lo solucionaron y a día de hoy sigo con él, pero más agudo.
Acudo de nuevo a consulta de cabecera y, como es normal, no me da ninguna solución diferente a las clásicas, buenas palabras y varias recetas de medicamentos que no cubre la SS y que, como mucho, me pueden aliviar algo. Prefiero aguantar el dolor y recurrir a la vida sana antes que ir al médico. Pero la dolencia no remite y decido pedir cita para el especialista en cirugía; la doctora me tramita las citas.
Me llega la primera cita para cirugía general para el día 16 de febrero de 2016; si el problema es grave, ya me puedo buscar la vida por lo privado o ir preparando el sepelio. Llamo al servicio de citas para ver si me pueden dar una hora que no coincida con mi horario laboral y la respuesta de la persona que coge el teléfono es: "Elija usted, o consulta o trabajo", y se corta la comunicación.
Llega la cita para hacer una nueva colonoscopia, la solicita la médica de cabecera porque dice que es conveniente dada mi edad y los antecedentes. La fecha que me asignan es febrero de 2017, 16 meses de demora. Como soy optimista, espero que durante este tiempo mi salud no empeore.
¿Quién es el responsable de que la sanidad en Asturias funcione de esta manera? Creo que está claro, durante hace ya muchos años, desde que yo vivo en democracia, gobiernan los mismos. Los mismos que se gastaron cientos de millones de euros en un nuevo hospital que no hacía falta, millones de euros en máquinas nuevas dejando en desuso otras que aún eran útiles, millones de euros en mobiliario y etcétera... Todos sospechamos el porqué de tanto despilfarro para que todo empeore.
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