lunes, 2 de noviembre de 2015

El caos en Oncología Radioterapia existe, otra cosa es que se quiera reconocer publicamente.





"La «alta demanda» para terapias oncológicas obliga al HUCA a reabrir los polémicos turnos de noche"

Desde hace meses vengo advirtiendo de que en la sanidad de Asturias nada es lo que parece, que la moto que nos vendieron, no anda por sí sola, hace falta que se ponga un buen piloto a los mandos. Tenemos un ejemplo mucho más cercano, pues en Asturias tenemos un Campeón del Mundo de Fórmula 1, Fernando Alonso, el cual nunca dispuso del mejor coche, pero aun así, sabía cómo extraerle el mayor rendimiento a lo que tenía entre manos.
Con nuestra sanidad pasa algo muy parecido, ya que algunos dispusieron de una buena montura, no por su valía personal, no, porque llegaron con el aval que los patrocinadores les proporcionaron. No tenían la súper licencia que es exigible en estos casos, pero a pesar de ello, los temerarios que lo rodeaban, le dejaron ponerse a los mandos, y como era de esperar, una y otra vez destrozo la montura.
En asturiana lo tenemos todo, o por lo menos eso dicen algunos, lo que no cabe la menor duda, es que nos falta un buen ingeniero de pista, alguien que sepa coordinar y organizar el excelente equipo humano del que dispone. Alguien que por otro lado, no desprecie el trabajo de ninguno de sus mecánicos, mucho menos se los relegue a sentarse sin hacer nada en el fondo del boxes, eso no teine lógica alguna, por lo menos en un país que quiera progresar, pero estamos en España, donde todo esto, y más es posible.
Hace falta alguien que dirija, no alguien que mande, que son conceptos bien distintos. Es necesario motivar al equipo, se precisa animar a los trabajadores en el día a día. Pero desgraciadamente ocurre todo lo contrario, los comisarios políticos se encargan de dinamitar una y otra vez el sistema, aburriendo con ello hasta a las sillas de la cafetería.
Una buena prueba de ello es el servicio de oncología radioterapia, algunos seguramente que dirán aquello de ; “otra vez el mismo servicio de ….”, pues claro que otra vez, y mil veces si hace falta, ahora al fin se descubre, o deja entrever, que es un caos, pero esto no es nuevo
A estas alturas, y después de veinte meses de actividad en las nuevas instalaciones, ya que oncología radioterapia, fue el primer servicio que entro en funcionamiento en La Cadellada, el 21 de enero de 2014, es ahora cuando deciden que dos de sus unidades aceleradores alarguen su jornada laboral, imagínense cómo debe de estar el patio.
Y es que a día de hoy se continua trabajando con tres aceleradores, que por otro lado son las únicas unidades instaladas, aunque el newHUCA tiene el espacio previsto para que sean cinco, es más, se lleva advirtiendo de la inminente compra de un cuarto equipo desde antes de hacer el traslado a La Cadellada, pero a día de hoy, nada se sabe del mismo.
Mientras como ya es costumbre por parte de los gestores del HUCA, se continúan diciendo medias verdades, que no dejan de ser burdas mentiras, pues la realidad que se vive en el servicio, nada tiene que ver con los datos oficiales. La dirección del hospital indica que la espera es de 18 días para recibir un tratamiento, mientras que otras fuentes consultadas advierten que se sobrepasan los 40 días en algunos casos. No obstante, cuando se trata de pacientes que proceden de otras áreas sanitarias, Jarrio sin ir más lejos, las esperas se disparan.
No será difícil de comprobar algunas de ellas, sirva como ejemplo, un paciente para el cual solicita tratamiento en el mes de noviembre de 2014, el cual fue atendido a finales de mayo de 2015, existiendo en estos momentos pacientes con esperas superiores a los tres meses, 180 días para los de la LOGSE, y algunos que son más de letras, a la luz de los datos que aportan a los medios de comunicación. .
En el nuevo HUCA se está trabajando con el mismo número de unidades que en el Cristo, si bien estas son de las denominadas de última generación, mucho más precisas a la hora de aplicar el tratamiento, que las existentes en el viejo complejo, pero a las cuales por otro lado no se les está sacando un rendimiento del cien por cien, por lo menos al día de hoy, veinte meses después de su puesta en funcionamiento, y alguien debería de dar algo más explicaciones por ello.
Seguramente que serían exigibles esas explicaciones, así como la responsabilidad de una mala gestión del servicio, a aquel que en su día dijo, que el nuevo complejo con su equipamiento “nos pone a la vanguardia de Europa”, lástima que su gestión no estuviera al mismo nivel, seguramente que a estas horas otro gallo cantaría. Pero la culpa no es solo exigible a el jefe de servicio, quienes dirigen y gestionan el HUCA son cómplices y consentidores de todo ello, pues no hicieron nada por evitarlo, salvo enredar mucho más la madeja, convirtiéndose en meras comparsas y consentidores.
De no ser así, no es comprensible que con los méritos contraídos con su “excelente” gestión al frente del servicio, hace apenas unas horas no fuera reelegido para continuar al frente de la jefatura.
Una vez más queda claro por parte de algunos, que cuando quieren demoler un edificio, empiezan por los cimientos, olvidándose seguramente, y de forma interesada, que el problema de las humedades viene dado por las goteras de una mala cubierta, la cual por regla general, debería de encontrarse por encima de los cimientos, aunque hablando de Asturias, todo es posible.

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