Por segunda vez en menos de doce días, el todo poderoso Consejero de Sanidad del Principado de Asturias, se asoma a los medios de comunicación para mostrarnos su lado más tierno y conciliador, cuando hasta estos momentos se venia mostrando como el Clint Eastwood del des-gobierno regional que preside Javier Fernández.
Tras leer detenidamente los dos artículos de opinión publicados en LNE, ya no me cabe la menor duda, que su comportamiento cual elefante en una cacharrería le va pasar factura, y en estos momentos vive un tanto preocupado tras verle las orejas al lobo.
Pero nada más comenzar a leer, comprobamos que persiste la misma arrogancia de siempre, quien suscribe es el mismo demagogo, pues nos repite de forma ya machacona, “…atención innovadora, eficiente y de calidad”, cuando la atención que realizan los profesionales de la sanidad esta fuera de toda duda, la eficiencia por otra parte, esta contrastada cuando les permiten trabajar con tranquilidad, el problema son la pandilla de pésimos gestores que mal dirigen la sanidad en Asturias.
Por el momento el nuevo HUCA no deja de ser un edificio, pero esta vacío de contenido, el cual carece de algo tan fundamental, como un buen nudo de comunicaciones, de lo que podemos deducir, que si alguien no lo impide, el señor Blanco terminara por colapsar también el trafico rodado de la ciudad de Oviedo y sobre manera del entorno del nuevo hospital, al igual que ya hizo con la sanidad.
Que las futuras instalaciones propiciaran unos mejores recursos técnicos, es algo que todos esperamos y deseamos, ya que después de gastarse lo que no teníamos, habiéndose doblando el coste presupuestado inicialmente, y que ahora deberemos de pagar en los próximos treinta años, no es de recibo que viajemos marcha atrás como el cangrejo, aunque algunas veces los ciudadanos desde fuera tengamos esa sensación.
De otro lado poner en duda que en Asturias los profesionales de la sanidad son excelentes y de prestigio acreditado, pone de relieve que con el consejero Blanco al frente de la sanidad no vamos a ningún sitio, y de nuevo falta al respeto a un colectivo que se desvive diariamente en sus puestos de trabajo, afrontando las innumerables dificultades con las que se encuentran, propiciadas en su inmensa mayoría por aquellos que dicen dirigir los destinos de la región, pero que paulatinamente la van destruyendo, siendo la sanidad un blanco más en su camino.
Consejero que usted siga insistiendo que ya están trasladados algunos servicios al nuevo HUCA, no deja de ser una necedad por su parte, además sabe que se trabaja con la lentitud que requiere el caso, y eso no tiene porque ser malo, pues se esta tratando a personas, un fallo con una sola de ellas, es algo imposible de reponer.
Que se disponga de los últimos avances en tecnología no resuelve prácticamente nada, cuando se están desmontando servicios de forma caprichosa y de mutuo acuerdo con peones estratégicamente colocados para hacerlo, cuando se impide a estos profesionales la utilización de fármacos de última generación, algunos de ellos para luchar con enfermedades como el cáncer, sin necesidad de ir más lejos, y aunque suene repetitivo en todos mis escritos ¿cuándo van a desbloquear el acetato de abiraterona?, eso también es necesario ahora que ya tenemos un nuevo edificio, con la mejor tecnología y grandes profesionales dispuesto a trabajar, pero no se les esta dejando desarrollar su labor, aunque usted se empeñe en negarlo una y otra vez.
Me hace gracia cuando nos habla del gran esfuerzo que va requerir por parte de todos el traslado al nuevo hospital, cuando el esfuerzo lo llevan haciendo todos, familiares de enfermos incluidos, y no encuentran justificación alguna para las situaciones como las que usted y su clan fueron creando a lo largo de todos estos meses, esperemos que el ejercicio de improvisación que se va llevar acabo en las próximas semanas, no deje a ninguna familia huérfana, cosa que ya hizo usted en estos momentos, al desmantelar algunos departamentos, dejando huérfanos de profesionales a un buen numero de pacientes.
Al final de su escrito el Consejero de Sanidad nos muestra la patita una vez más, al hablarnos de “ … tratamientos con costes ajustados y creando valor”, esto no deja de anticiparnos que el edificio es nuevo y la tecnología también, pero no tiene pensado cambiar la línea de irracionalidad con que vienen manejando el sistema sanitario, al cual encaminan a un caos de gestión, alcanzando más pronto que tarde cuotas jamás vistas en Asturias, claro que nunca tantos y tan nefastos gestores se habían cobijado bajo un mismo paraguas, como los actuales.
El panfleto propagandístico finaliza igual que empezó, con palabras rimbombantes dichas de cara a la galería, vacías de contenido, las cuales puestas en boca de un demagogo, no hacen más que presagiar que se avecina momentos muchos más difíciles para la sanidad en Asturias, de la cual forman parte los profesionales y los usuarios, teniendo en frente como único peligro, a los gestores administrativos, por eso que cuando se nos dice que la sanidad es “ … un derecho de garantía social”, algunos pensamos que ciertamente es un derecho de todos, que recoge el articulo 43 de la Constitución Española, pero con Faustino Blanco al frente, pocas veces se nos reconoce dicho derecho, por lo menos a algunos.
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