ASTURIASDIARIO 28 de septiembre de 2013
Fotografía
Iván Martinez
CONTRA el CANCER y CONTRA
el SESPA
Dos familares de
pacientes con cáncer de próstata, denuncian al Sespa por negar
tratamientos a los
enfermos, contra el criterio de los médicos del servicio de Oncología
PEDRO ALBERTO ALVAREZ.- Félix Alonso, de 81
años, lleva doce años luchando contra el cáncer de próstata, y el Principado le
deniega un tratamiento antitumoral en el Hospital Central, que sí se aplica en
otras regiones. Al hermano de Ana María Rodríguez, le trasladaron de radiología
a quimioterapia, aunque sus oncólogos le habían recetado un medicamento
alternativo que reduce el dolor, alarga la esperanza de vida y evita los
efectos negativos de la quimio. Los médicos de José R.R, de 74 años, que se
enfrenta a esta devastadora enfermedad desde 2004, intentaron administrarle el
fármaco para tratar su metástasis, pero recibieron un ‘no’ por respuesta.
Decenas de pacientes con este tipo de cáncer, han solicitado en Asturias
tratamientos con acetato de abiraterona, un medicamento que frena la
enfermedad, y evita los ‘daños colaterales’ de la quimioterapia (vómitos,
debilidad, pérdida del cabello...). Pero desde abril, el Sespa prohibe a los
médicos recetarlo. Si a pesar de todo firman la receta, el servicio de Farmacia
del Hospital, por orden de la gerencia, lo deniega.
En toda Asturias, solo hay seis
pacientes tratados con Zytiga (la marca comercial del medicamento) en la red
pública, y otros 12 que reciben una combinación de Zytiga y quimioterapia. Son
los únicos que, gracias a la colaboración de los oncólogos, han ‘esquivado’ las
restricciones del Sespa. Al no poder ser tratados en el Hospital Central, donde
la ‘vigilancia’ es más ‘férrea’, fueron derivados a otros centros, como Jarrio
o el Hospital del Valle del Nalón. Sin embargo, en Galicia, Santander o León,
sí se administra la abiraterona, al igual que en el Centro Médico de Asturias,
de carácter privado.
Dos familias ya han denunciado
ante la Fiscalía al Servicio Asturiano de Salud, que ha abierto diligencias,
por “trato discriminatorio, falta de atención al paciente y dejación de
funciones”, por denegar tratamientos caros (entre 3.400 y 3.600 euros al mes),
pero más baratos que algunos tipos de ‘quimio’ (entre 14.000 y 16.000 euros),
la terapia alternativa impuesta por el Sespa, en contra del criterio de los
profesionales. Oficialmente, el Sespa niega el Zytiga, y otros tratamientos
contra el cáncer, a la espera de una decisión de una comisión creada para el
uso racional de los medicamentos, formada por 16 miembros, que se reunió por
primera vez hace una semana, cuando hace más de seis meses que comenzaron las
‘retricciones’.
Jesús Alonso es uno de los
denunciantes. Su padre, de 81 años, lucha desde 2001 contra el cáncer de
próstata. “Su médico pidió a la dirección del Hospital, el tratamiento con
Zytiga cuatro veces, y las cuatro se lo denegaron”, apunta, mientras sostiene
en la mano los documentos firmados por Luis Olay, jefe de servicio de
Oncología, que así lo reflejan. Cuando comprobó que esta práctica se había
generalizado tras hablar con otros afectados, y que la dirección del Sespa
prohibió administrar Zytiga, a pesar de las recomendaciones de los médicos,
decidió acudir a la justicia. “Sabemos que el Sespa ha advertido a los médicos
que dejen de solicitar el abiraterona. Ellos no pueden denunciarlo, pero
nosotros sí”, sostiene. Para ‘cubrirse las espaldas’, y dejar constancia de sus
intentos para conseguir el Zytiga, los oncólogos recetan el medicamento, para
que la dirección de Farmacia del Sespa tenga que dejar constancia, por escrito,
de la negativa. Desgraciadamente, las denuncia llega demasiado tarde para
algunas personas. “Tres pacientes han muerto en los últimos meses, y yo acabaré
presentándome en el juzgado con la esquela de mi padre”. En su denuncia,
también incluye otras circulares firmadas por Teresa Iglesias, directora de la
Unidad Clínica de Farmacia del Hospital Central, en la que deniega el Zytiga.
“¿Hasta qué punto una administrativa, tiene capacidad para denegar un
tratamiento, por encima del criterio de los médicos?”, se pregunta. Ana María
Rodríguez que también ha interpuesto una denuncia, por el trato que el
hospital, donde trabajó más de 40 años como radióloga, le está dando a su
hermano. “La directora del Sespa le llamó a casa personalmente, después de acudir
a la Fiscalía, pero en vez de darle el Zytiga, le derivaron a quimioterapia”,
asegura esta técnica de rayos jubilada. “Los médicos con los que he hablando
son claros. Me dijeron que si le dan quimio, en su estado, lo van a quemar por
dentro”. Tanto Ana María como Jesús, actúan en nombre de sus familiares, pero
apuntan que “otras familias y pacientes, que no tienen esta información, no
saben lo que está ocurriendo. Por eso pusimos las denuncias”. Otros pacientes,
la mayoría de edad avanzada, han comenzado a pedir explicaciones, por escrito,
sobre la denegación del tratamiento, que ha demostrado tener mejores resultados
que la quimio. “La respuesta siempre es la misma. Se deniegan hasta que se
pronuncie la comisión”. El proceso se repite caso tras caso. Los médicos piden
el Zytiga, y la dirección del Hospital Central lo niega, escudándose en una
decisión que se demora, sin fecha definitiva. Y además del cáncer de próstata,
la situación también se repite en otras enfermedades, como el melanoma y otros
tipos de cáncer. “No lo entendemos. Es simple cabezonería. Esas pastillas son
más baratas que la quimio, y más beneficiosas, como demuestran estudios
internacionales”.
Medicinas,
una relación
resultados-precio
Para
los pacientes y sus familias, cualquier tratamiento que mejore su calidad de
vida, merece la pena. Y con ellos coinciden la mayoría de los oncólogos, que no
tienen más remedio que aceptar las órdenes que llegan del Sespa, a pesar de su
insistencia. Pero para otros facultativos, existe una relación calidad precio.
Jesús Alonso no olvida las palabras de Roberto Fernández, jefe de Oncología del
Hospital de Cabueñes, en un medio de comunicación. “Dijo que había medicamentos
contra el cáncer, que no curan pero que mejoran la supervivencia o mitigan dolores,
que a veces alargan la vida siete meses, pero a precios que asustan”, apunta
Alonso. “Todos los médicos han realizado el juramento hipocrático, y deben
hacer todo lo que esté en su mano en beneficio del paciente. Si empezamos a
debatir si un fármaco caro compensa, entramos en un debate muy peligroso”,
sostiene este afectado. Ana María Rodríguez se pregunta cuánto vale la vida de
una persona, en este caso su hermano. “Los tribunales tienen que actuar, porque
el Sespa ha tomado una decisión que pone en riesgo vidas”.
Los familiares aseguran contar
con el respaldo de los especialistas, que tratan a sus padres, hijos o
hermanos. “Están a nuestro lado, pero les han atado de pies y manos”. Solo
esperan que los oncólogos sean llamados a declarar como testigos, junto a los
responsables de tomar la decisión de ‘vetar’ un medicamento que salva vidas, o
al menos, evita sufrimientos innecesarios.
LA FISCALIA ABRE DILIGENCIAS
POR FALTA DE ATENCION A LOS PACIENTES
24
millones en
tratamientos
oncológicos
El
Consejero de Sanidad, y médico de profesión, Faustino Blanco, intentó en su
última comparecencia en la Junta General (12 de octubre), rebatir con datos los
recortes en medicamentos a los servicios de Oncología. “Destinamos casi 21
millones en 2011; 21,8 millones en 2012; y hay una estimación de gasto de más
de 23,8 millones para 2013” .
Según sus palabras, la elección de los tratamientos, es “una elección de los
profesionales, en una enfermedad con una complejidad pasmosa”, y no hay
‘órdenes’ por parte del Sespa para prohibir determinados fármacos. Sin embargo,
los propios facultativos contradicen al consejero. Los pacientes conservan
recetas, escritas de puño y letra por los médicos, pidiendo en Zytiga, y la
negativa ‘oficial’ que reciben los jefes de servicio, como el doctor Luis Olay,
del Hospital Central, a admistrarlos. Una circular firmada por Miguel
Rodríguez, director del Hospital Central, también deja en mal lugar al
consejero. La carta, fechada el 12 de agosto, dice textualmente que “en
relación a los tratamientos con abiraterona, que solicitan reiteradamente por
ese servicio (Oncología), se comunica que reunida la comisión permanente en
varias ocasiones, está dirección del Hospital, y por recomendación de la Unidad
de Gestión Clínica de Farmacia, ha decidido denegar las solicitudes hasta que
el grupo ‘ad hoc’ constituido en el Sespa, tome una decisión”
Durante el debate parlamentario,
Faustino Blanco también apuntó que el Principado intenta forzar a los
laboratorios “a bajar el precio”, como asegura Ana María Rodríguez, hermana de
un afectado, presente en el parlamento. Los familiares temen que haya motivos
ocultos para emplear los fármacos de la quimioterapia (más caros), en lugar de
las pastillas de abiraterona. “Todos sabemos cómo funcionan la Sanidad y los
laboratorios, y qué reciben los responsables de hacer las compras o las recetas
de manos de las empresas”, afirma otro familiar.
La abiraterona no es más cara
que la quimio, ni más perjudicial, ni se encuentra en fase de experimentación
(estudios internacionales demuestran su eficacia), ni tiene más efectos
adversos. “O han convertido esto en una batalla política, por las denuncias de
la oposición contra el gobierno, o algo tienen que ocultar”, advierte Jesús
Alonso, uno de los denunciantes. Tampoco se explican como la sanidad privada sí
aplica el tratamiento. En los casos en los que los pacientes son derivados de
la red pública el Centro Médico a través de los conciertos médicos, sí se
receta el Zytiga, que es pagado posteriormente por el Sespa. Los familiares
denuncian el agravio comparativo que sufren los pacientes de cáncer que podrían
mejorar su calidad de vida, si fuesen vecinos de Galicia, Santander o León,
donde el uso de la abiroterona es habitual en todos los servicios de oncología.
“¿Al ser asturianos tenemos menos derechos, o es que el gobierno toma
decisiones que deberían estar en manos de los médicos?”, se pregunta Alonso.
“¿No se supone que todos los españoles tenemos derecho a la misma sanidad?”.
En manos de una comisión
El debate
sobre la abiraterona y otros fármacos ‘vetados’, debería finalizar con el
dictamen de la Comisión de Uso Racional de los Medicamentos y Productos
Sanitarios. Hasta ahora existen en Asturias ocho Comisiones de Farmacia, una
por cada área sanitaria, y el objetivo del Principado es centralizar las
compras y los criterios. Pero desde que el gobierno anunció la creación de la
comisión, en junio, no se había reunido. Los 16 miembros que la integran, no
mantuvieron un encuentro con Celia Gómez, gerente del Sespa, hasta la semana
pasada. Hasta que comiencen a tomar decisiones sobre fármacos concretos,
pasarán como mínimo varios meses. Un plazo del que no disponen varios pacientes
terminales, que podrían afrontar la fase final de su enfermedad en mejores
condiciones, sin tener que sufrir las consecuencias de la quimioterapia. Si
finalmente la comisión ‘veta’ estas medicinas, los asturianos sufrirán un
agravio comparativo frente a otras regiones, pero si dan luz verde a su uso,
según el criterio de los médicos, se habrá perdido más de un año en su
aplicación, un tiempo que puede ser letal para los enfermos de cáncer,
obligando además al Sespa a explicar por qué deniega de forma reiterada su
administración.
Aunque por el momento solo se
han presentado dos denuncias ante la Fiscalía, los familiares de enfermos
oncológicos comienzan a organizarse, e intentan sumar más casos al proceso
judicial. Si la Fiscalía aprecia indicios de delito, el caso pasará el juez.
“Sabemos que los médicos han sido apercibidos, y que detrás de todo hay una
decisión política. Pero se olvidan que los enfermos, por desgracia, tienen
mucho que perder”, afirman los denunciantes, quienes aún esperan una reunión
con la gerencia del Sespa, para pedir explicaciones cara a cara.
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