lunes, 30 de septiembre de 2013

ASTURIASDIARIO - Contra el cáncer, y contra el SESPA


ASTURIASDIARIO 28 de septiembre de 2013

                                                                                                                                                                                         Fotografía Iván Martinez 
CONTRA el CANCER y CONTRA el SESPA

Dos familares de pacientes con cáncer de próstata, denuncian al Sespa por negar 
tratamientos a los enfermos, contra el criterio de los médicos del servicio de Oncología

PEDRO ALBERTO ALVAREZ.- Félix Alonso, de 81 años, lleva doce años luchando contra el cáncer de próstata, y el Principado le deniega un tratamiento antitumoral en el Hospital Central, que sí se aplica en otras regiones. Al hermano de Ana María Rodríguez, le trasladaron de radiología a quimioterapia, aunque sus oncólogos le habían recetado un medicamento alternativo que reduce el dolor, alarga la esperanza de vida y evita los efectos negativos de la quimio. Los médicos de José R.R, de 74 años, que se enfrenta a esta devastadora enfermedad desde 2004, intentaron administrarle el fármaco para tratar su metástasis, pero recibieron un ‘no’ por respuesta. Decenas de pacientes con este tipo de cáncer, han solicitado en Asturias tratamientos con acetato de abiraterona, un medicamento que frena la enfermedad, y evita los ‘daños colaterales’ de la quimioterapia (vómitos, debilidad, pérdida del cabello...). Pero desde abril, el Sespa prohibe a los médicos recetarlo. Si a pesar de todo firman la receta, el servicio de Farmacia del Hospital, por orden de la gerencia, lo deniega.
                En toda Asturias, solo hay seis pacientes tratados con Zytiga (la marca comercial del medicamento) en la red pública, y otros 12 que reciben una combinación de Zytiga y quimioterapia. Son los únicos que, gracias a la colaboración de los oncólogos, han ‘esquivado’ las restricciones del Sespa. Al no poder ser tratados en el Hospital Central, donde la ‘vigilancia’ es más ‘férrea’, fueron derivados a otros centros, como Jarrio o el Hospital del Valle del Nalón. Sin embargo, en Galicia, Santander o León, sí se administra la abiraterona, al igual que en el Centro Médico de Asturias, de carácter privado.
                Dos familias ya han denunciado ante la Fiscalía al Servicio Asturiano de Salud, que ha abierto diligencias, por “trato discriminatorio, falta de atención al paciente y dejación de funciones”, por denegar tratamientos caros (entre 3.400 y 3.600 euros al mes), pero más baratos que algunos tipos de ‘quimio’ (entre 14.000 y 16.000 euros), la terapia alternativa impuesta por el Sespa, en contra del criterio de los profesionales. Oficialmente, el Sespa niega el Zytiga, y otros tratamientos contra el cáncer, a la espera de una decisión de una comisión creada para el uso racional de los medicamentos, formada por 16 miembros, que se reunió por primera vez hace una semana, cuando hace más de seis meses que comenzaron las ‘retricciones’.
                Jesús Alonso es uno de los denunciantes. Su padre, de 81 años, lucha desde 2001 contra el cáncer de próstata. “Su médico pidió a la dirección del Hospital, el tratamiento con Zytiga cuatro veces, y las cuatro se lo denegaron”, apunta, mientras sostiene en la mano los documentos firmados por Luis Olay, jefe de servicio de Oncología, que así lo reflejan. Cuando comprobó que esta práctica se había generalizado tras hablar con otros afectados, y que la dirección del Sespa prohibió administrar Zytiga, a pesar de las recomendaciones de los médicos, decidió acudir a la justicia. “Sabemos que el Sespa ha advertido a los médicos que dejen de solicitar el abiraterona. Ellos no pueden denunciarlo, pero nosotros sí”, sostiene. Para ‘cubrirse las espaldas’, y dejar constancia de sus intentos para conseguir el Zytiga, los oncólogos recetan el medicamento, para que la dirección de Farmacia del Sespa tenga que dejar constancia, por escrito, de la negativa. Desgraciadamente, las denuncia llega demasiado tarde para algunas personas. “Tres pacientes han muerto en los últimos meses, y yo acabaré presentándome en el juzgado con la esquela de mi padre”. En su denuncia, también incluye otras circulares firmadas por Teresa Iglesias, directora de la Unidad Clínica de Farmacia del Hospital Central, en la que deniega el Zytiga. “¿Hasta qué punto una administrativa, tiene capacidad para denegar un tratamiento, por encima del criterio de los médicos?”, se pregunta. Ana María Rodríguez que también ha interpuesto una denuncia, por el trato que el hospital, donde trabajó más de 40 años como radióloga, le está dando a su hermano. “La directora del Sespa le llamó a casa personalmente, después de acudir a la Fiscalía, pero en vez de darle el Zytiga, le derivaron a quimioterapia”, asegura esta técnica de rayos jubilada. “Los médicos con los que he hablando son claros. Me dijeron que si le dan quimio, en su estado, lo van a quemar por dentro”. Tanto Ana María como Jesús, actúan en nombre de sus familiares, pero apuntan que “otras familias y pacientes, que no tienen esta información, no saben lo que está ocurriendo. Por eso pusimos las denuncias”. Otros pacientes, la mayoría de edad avanzada, han comenzado a pedir explicaciones, por escrito, sobre la denegación del tratamiento, que ha demostrado tener mejores resultados que la quimio. “La respuesta siempre es la misma. Se deniegan hasta que se pronuncie la comisión”. El proceso se repite caso tras caso. Los médicos piden el Zytiga, y la dirección del Hospital Central lo niega, escudándose en una decisión que se demora, sin fecha definitiva. Y además del cáncer de próstata, la situación también se repite en otras enfermedades, como el melanoma y otros tipos de cáncer. “No lo entendemos. Es simple cabezonería. Esas pastillas son más baratas que la quimio, y más beneficiosas, como demuestran estudios internacionales”.
Medicinas, una relación 
resultados-precio

Para los pacientes y sus familias, cualquier tratamiento que mejore su calidad de vida, merece la pena. Y con ellos coinciden la mayoría de los oncólogos, que no tienen más remedio que aceptar las órdenes que llegan del Sespa, a pesar de su insistencia. Pero para otros facultativos, existe una relación calidad precio. Jesús Alonso no olvida las palabras de Roberto Fernández, jefe de Oncología del Hospital de Cabueñes, en un medio de comunicación. “Dijo que había medicamentos contra el cáncer, que no curan pero que mejoran la supervivencia o mitigan dolores, que a veces alargan la vida siete meses, pero a precios que asustan”, apunta Alonso. “Todos los médicos han realizado el juramento hipocrático, y deben hacer todo lo que esté en su mano en beneficio del paciente. Si empezamos a debatir si un fármaco caro compensa, entramos en un debate muy peligroso”, sostiene este afectado. Ana María Rodríguez se pregunta cuánto vale la vida de una persona, en este caso su hermano. “Los tribunales tienen que actuar, porque el Sespa ha tomado una decisión que pone en riesgo vidas”.
                Los familiares aseguran contar con el respaldo de los especialistas, que tratan a sus padres, hijos o hermanos. “Están a nuestro lado, pero les han atado de pies y manos”. Solo esperan que los oncólogos sean llamados a declarar como testigos, junto a los responsables de tomar la decisión de ‘vetar’ un medicamento que salva vidas, o al menos, evita sufrimientos innecesarios.

LA FISCALIA ABRE DILIGENCIAS POR FALTA DE ATENCION A LOS PACIENTES

24 millones en
tratamientos oncológicos

El Consejero de Sanidad, y médico de profesión, Faustino Blanco, intentó en su última comparecencia en la Junta General (12 de octubre), rebatir con datos los recortes en medicamentos a los servicios de Oncología. “Destinamos casi 21 millones en 2011; 21,8 millones en 2012; y hay una estimación de gasto de más de 23,8 millones para 2013”. Según sus palabras, la elección de los tratamientos, es “una elección de los profesionales, en una enfermedad con una complejidad pasmosa”, y no hay ‘órdenes’ por parte del Sespa para prohibir determinados fármacos. Sin embargo, los propios facultativos contradicen al consejero. Los pacientes conservan recetas, escritas de puño y letra por los médicos, pidiendo en Zytiga, y la negativa ‘oficial’ que reciben los jefes de servicio, como el doctor Luis Olay, del Hospital Central, a admistrarlos. Una circular firmada por Miguel Rodríguez, director del Hospital Central, también deja en mal lugar al consejero. La carta, fechada el 12 de agosto, dice textualmente que “en relación a los tratamientos con abiraterona, que solicitan reiteradamente por ese servicio (Oncología), se comunica que reunida la comisión permanente en varias ocasiones, está dirección del Hospital, y por recomendación de la Unidad de Gestión Clínica de Farmacia, ha decidido denegar las solicitudes hasta que el grupo ‘ad hoc’ constituido en el Sespa, tome una decisión”
                Durante el debate parlamentario, Faustino Blanco también apuntó que el Principado intenta forzar a los laboratorios “a bajar el precio”, como asegura Ana María Rodríguez, hermana de un afectado, presente en el parlamento. Los familiares temen que haya motivos ocultos para emplear los fármacos de la quimioterapia (más caros), en lugar de las pastillas de abiraterona. “Todos sabemos cómo funcionan la Sanidad y los laboratorios, y qué reciben los responsables de hacer las compras o las recetas de manos de las empresas”, afirma otro familiar.
                La abiraterona no es más cara que la quimio, ni más perjudicial, ni se encuentra en fase de experimentación (estudios internacionales demuestran su eficacia), ni tiene más efectos adversos. “O han convertido esto en una batalla política, por las denuncias de la oposición contra el gobierno, o algo tienen que ocultar”, advierte Jesús Alonso, uno de los denunciantes. Tampoco se explican como la sanidad privada sí aplica el tratamiento. En los casos en los que los pacientes son derivados de la red pública el Centro Médico a través de los conciertos médicos, sí se receta el Zytiga, que es pagado posteriormente por el Sespa. Los familiares denuncian el agravio comparativo que sufren los pacientes de cáncer que podrían mejorar su calidad de vida, si fuesen vecinos de Galicia, Santander o León, donde el uso de la abiroterona es habitual en todos los servicios de oncología. “¿Al ser asturianos tenemos menos derechos, o es que el gobierno toma decisiones que deberían estar en manos de los médicos?”, se pregunta Alonso. “¿No se supone que todos los españoles tenemos derecho a la misma sanidad?”.
En manos de una comisión
El debate sobre la abiraterona y otros fármacos ‘vetados’, debería finalizar con el dictamen de la Comisión de Uso Racional de los Medicamentos y Productos Sanitarios. Hasta ahora existen en Asturias ocho Comisiones de Farmacia, una por cada área sanitaria, y el objetivo del Principado es centralizar las compras y los criterios. Pero desde que el gobierno anunció la creación de la comisión, en junio, no se había reunido. Los 16 miembros que la integran, no mantuvieron un encuentro con Celia Gómez, gerente del Sespa, hasta la semana pasada. Hasta que comiencen a tomar decisiones sobre fármacos concretos, pasarán como mínimo varios meses. Un plazo del que no disponen varios pacientes terminales, que podrían afrontar la fase final de su enfermedad en mejores condiciones, sin tener que sufrir las consecuencias de la quimioterapia. Si finalmente la comisión ‘veta’ estas medicinas, los asturianos sufrirán un agravio comparativo frente a otras regiones, pero si dan luz verde a su uso, según el criterio de los médicos, se habrá perdido más de un año en su aplicación, un tiempo que puede ser letal para los enfermos de cáncer, obligando además al Sespa a explicar por qué deniega de forma reiterada su administración. 
                Aunque por el momento solo se han presentado dos denuncias ante la Fiscalía, los familiares de enfermos oncológicos comienzan a organizarse, e intentan sumar más casos al proceso judicial. Si la Fiscalía aprecia indicios de delito, el caso pasará el juez. “Sabemos que los médicos han sido apercibidos, y que detrás de todo hay una decisión política. Pero se olvidan que los enfermos, por desgracia, tienen mucho que perder”, afirman los denunciantes, quienes aún esperan una reunión con la gerencia del Sespa, para pedir explicaciones cara a cara.

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