Falta
formación no solo especializada sino también básica
200.000 personas entre ellas 1.000 niños mueren cada año
en España sin recibir los cuidados paliativos que necesitan. El número de
equipos especializados ha crecido en un tercio en los últimos 6 años pero aún
son la mitad de las que tienen otros países como Austria, Suiza o Suecia. Entre
las asignaturas pendientes está la formación no solo especializada sino también
básica para todos los profesionales de la salud. Otra carencia es la falta de
una ley de Cuidados Paliativos en nuestro país. 4 años después de la aprobación
de la ley de Eutanasia sigue brillando por su ausencia.
“Teniendo en cuenta el
creciente envejecimiento de la población es muy importante tanto que se dé una
formación básica a todos los profesionales sanitarios para que puedan llevar a
cabo un abordaje paliativo en pacientes con enfermedades incurables o en fin de
vida pero también que existan especialistas con especialidad en Cuidados
Paliativos para poder atender los casos complejos” explica en COPE Marcos Lama,
director científico y co investigador principal del Proyecto Pallium en España,
que busca extender la formación en cuidados paliativos a profesionales no
especializados.
30 formadores ya están capacitados para llevar a cabo el
proyecto con el que la Universidad de Navarra y la Fundación
Dignia quieren formar en un año a más de 200 sanitarios en
Álava, Valladolid, Pamplona, Madrid, Málaga y Zaragoza. Los cursos arrancaron
en Vitoria el pasado 11 de junio para que puedan desarrollar las habilidades
básicas y conocimientos para atender mejor a pacientes con enfermedades
avanzadas que no llegan a las unidades especializadas en paliativos.
Brecha en el acceso a los
paliativos
España cuenta con 450
unidades especializadas, según refleja el Atlas de Cuidados Paliativos en
Europa 2025, elaborado por el Observatorio
Global Atlantes del Instituto de Cultura y Sociedad (ICS) de la Universidad de Navarra
en colaboración con la Asociación
Europea de Cuidados Paliativos . Equivale a 0,96 servicios por
cada 100.000 habitantes, frente a los 0,6 registrados en 2019.
Los servicios
especializados en cuidados paliativos pediátricos, aunque siguen siendo escasos
han pasado de 10 en 2019 a 53 en la actualidad. En el País Vasco, el caso de
Jesús Sánchez Extaniz, referente en cuidados paliativos para niños y reprobados
por proporcionar fuera de su horario laboral atención domiciliaria a una niña
de 4 años en el final de su vida expuso a comienzos de junio las graves
carencias del sistema.
En este informe España
ocupa el puesto 25 de los 53 países analizados, en la media de la Unión
Europea, pero lejos de Austria, Suiza o Suecia que disponen de 2 equipos
específicos por cada 100.000 habitantes, el doble de los que tiene nuestro país
y el estándar recomendado por la Sociedad Española de Cuidados Paliativos (SECPAL) .
“En algunos lugares en
España estamos al nivel de países avanzados pero depende más de la iniciativa
de los profesionales de la salud que del sistema. A nivel global creo que
estamos muy por detrás”, subraya Lama.
Hay progresos pero son aún
insuficientes. Entre los retos pendientes hacer frente a las desigualdades
territoriales que se observan en España y que hacen que la atención en
paliativos siga dependiendo de nuestro código postal.
Además de la extensión
territorial, es importante, señala, ir ampliando los pacientes a los que llegan
estos cuidados que inicialmente se limitaron a los enfermos de cáncer y que
ahora se amplía también a pacientes renales o neumológicos y también a los centros
de salud que tratan a la mayoría de los pacientes con enfermedades crónicas
susceptibles de necesitar en algún momento de esta atención.
Carencias en formación básica
y especializada
Falta formación básica en
cuidados paliativos dirigida no solo a médicos sino también a enfermeros y
otros profesionales de los centros de salud y hospitales y también psicólogos,
terapeutas y personal de las residencias de mayores que son los profesionales
que atienden las personas que pueden necesitar de esos cuidados en enfermedades
crónicas o al final de su vida.
“El margen de mejora es de
0 a 100 y en todas las profesiones sanitarias porque no hay formación básica
obligatoria en cuidados paliativos en España a día de hoy y es una de las cosas
que hace que el sistema no esté lo suficientemente preparado. Para alcanzar los
niveles de otros países debemos crear la especialidad médica de cuidados
paliativos, que se entienda que esa formación básica en atención al final de la
vida es necesaria y también concienciar a la sociedad de que es una fase más de
la vida y que debemos atenderla como se merece”, afirma Lama.
A diferencia de otros
países de nuestro entorno, España aún no ha reconocido la especialidad médica
en cuidados paliativos y solo 23 de las 57 facultades de Medicina la incluyen
entre sus asignaturas y como una optativa. Una cifra que contrasta con la de
países como Reino Unido, Francia o Países Bajos donde esta enseñanza es
obligatoria para los futuros médicos.
Además, nuestro país es el
único europeo junto a Grecia y algunos países del este que aún no certifica en
modo alguno a los especialistas que se forman y se certifican.
4 años después de la Ley de
Eutanasia no hay Ley de Paliativos
9 países europeos han
aprobado una ley nacional específica de Cuidados Paliativos y 15 tienen una
estrategia actualizada y evaluada. En España se cumple el 25 de junio 4 años
desde la aprobación de la Ley de Eutanasia pero aún no tenemos una Ley de
Cuidados Paliativos que llevan años reclamando desde el sector para
profesionalizar las unidades de los hospitales y garantizar la cobertura en
todo el país.
Con esta realidad trabaja
Miren Martínez como enfermera del equipo de soporte de Cuidados
Paliativos en el Hospital San Juan de Dios de Pamplona. Admite que
hay confusión entre los pacientes y que la comunicación con ellos debe de ser
impecable: “afrontamos conversaciones con pacientes que nos piden la eutanasia
y cuando les explicamos lo que son los paliativos y los aplicamos acaban
declinando esa posibilidad. En cualquier caso, lo que hacemos es acompañar a
nuestros pacientes y despejar sus dudas, darles toda la información para que
tengan verdadera libertad”.
Considera que el refuerzo
de los cuidados paliativos hubiera debido ser previo a la legislación sobre la
eutanasia porque “hay confusión de conceptos en la sociedad y creo que es una
pena que las cosas se hagan al revés”.
Miren Martínez también
forma parte del proyecto
Pallium que se ha aplicado con éxito en
Canadá donde esta organización social sin ánimo de lucro ya ha capacitado a más
de 60.000 profesionales de la salud en el abordaje paliativo.
Como formadora de personal
sanitario en nuestro país, Martínez considera que la principal carencia además
de la falta de medios en la atención al final de la vida, la comunicación con
estos pacientes.
“Debemos mirarles a los
ojos, escucharles y respetar los silencios que requieren. No tienen solo dolor
físico sino también dolor emocional y espiritual y hay que saber indagar,
respetar y ser capaz de crear un vínculo con ellos desde la mayor honestidad
posible”, subraya.
Cada año 380.000 adultos y
60.000 menores requieren cuidados paliativos, según calculan desde SECPAL.
Fuente
documental:
https://www.cope.es/actualidad/sociedad/noticias/200-000-personas-mueren-ano-paliativos-necesitan-20250617_3170859.html
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