jueves, 25 de abril de 2024

PERVERSIONES. CAPÍTULO I

Por C. A. A. 

"Aquí cabemos todos o no cabe ni Dios"
(Víctor Manuel)
Hay cosas que no se pueden callar. Aunque a muchos compañeros ni les va a gustar ni lo van a compartir. Demasiado alcanfor en los armarios, diría una buena amiga.
El Sistema Público de Salud tiene unas listas de espera desorbitadas. Y estas listas de espera tienen un origen multifactorial que es necesario atacar desde todos los frentes, con medidas que no se han tomado nunca. Entre las especialidades con más lista de espera está Oftalmología, con una enorme demanda dado el envejecimiento y la evidente mejora de la calidad de vida hasta edades muy avanzadas. Exactamente lo mismo pasa con Traumatología.
Así que vamos punto por punto. Que seguro se entiende mejor
1-La Sociedad Española de Oftalmología, a la que pertenezco, pero de la que disiento en esto, y en unas cuantas cosas más, se opone desde siempre a la entrada de los ópticos-optometristas en el Sistema Público de Salud, aunque últimamente ha relajado la posición frente a su entrada en los hospitales, manteniendo su intransigencia en la entrada en Atención Primaria.
2-Como no relajar la entrada en hospitales de este colectivo si desde hace muchísimo tiempo las clínicas privadas cuentan con este recurso. ¿Qué tendrá el agua cuando el cura la bendice?
3-Desconozco si otras comunidades han planteado la posibilidad de que los ópticos-optometristas trabajen en Atención Primaria, pero sí sé que en Asturias sí. A mí me preguntaron y me pareció una buena idea.
4-Su función se limitaría a hacer pruebas, o técnicas, (especialmente en diabéticos, pero podría abarcar otras patologías según equipamiento), y la supervisión la realizaría un médico de atención primaria formado, o un oftalmologo en caso de duda. Estas funciones de manejo de equipamiento se realizan actualmente también en las clínicas privadas por parte de los ópticos-optometristas.
5-La necesidad se fundamenta, principalmente, en la escasez y volatilidad del personal de enfermería.
Treinta años de ejercicio y siempre viendo la misma caspa. Enfermeras que no quieren que el personal TCAE asuma más tareas y más responsabilidad, médicos que se posicionan en contra de que otras especialidades o carreras asuman también otras competencias. Y siempre con una única mentalidad: defender el nicho propio. Un nicho muy rentable porque cuanto mayor sea la lista de espera más beneficios obtiene la industria privada de la salud.
Y los pacientes esperando.
No nos engañemos, no se trata de calidad, ni de milongas parecidas, se trata, como siempre, de defender el "negocio".
En estos momentos las privadas están boyantes, y más que lo estarán ante la imposibilidad del Sistema Público de ofrecer una atención en tiempo adecuado. Y todo esto viendo como los actuales residentes, que jamás han pensado en la medicina como una carrera con un importantísimo componente social, tras haber recibido la formación del Estado, y tras haberles pagado mientras se formaban como especialistas, con un simple corte de manga se van a la privada y si te he visto no me acuerdo.
Y ya de paso, desde la privada, tocamos bien los cojones para que lo poco que se puede hacer no se haga.
Nos queda Salud de milagro.
PD: ya dije que estoy Pervertido. No será por no avisar.
Salud

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