Hasta 300
científicos de todo el mundo han llegado a esta conclusión después de analizar
la historia clínica de 130.000 personas
Son varios los ensayos
clínicos que en la actualidad están testando el principio activo de
la hidroxicloroquina para intentar determinar si puede ser eficaz para tratar a
los enfermos por la Covid-19. Entre ellos, el que está llevando
a cabo Oriol Mitjà,
el infectólogo del Hospital Universitario Germans Trias i Pujol que está
probando esta molécula junto a un antiviral, el Darunavir. No obstante, cabe
remarcar que, a día de hoy, existen discrepáncias entre investigadores sobre la efectividad que puede tener la
hidroxicloroquina en el tratamiento no solo del coronavirus, sino de cualquier
virus.
Lo que sí parece claro es que su administración es segura. Así lo ha
determinado un estudio en el que han participado unos 300 científicos de todo
el mundo y que ha tenido como objeto la hidroxicloroquina, una molécula
que se usa para tratar a enfermos de malaria, lupus y artritis reumatoide.
“Tenemos la aprobación
y un protocolo para mirar también su efectividad”
Después de analizar, con la ayuda del big
data , el historial clínico de 130.000 pacientes que han tomado este
principio activo con anterioridad, los investigadores han llegado a la
conclusión de que no hay “ningún motivo” en base a los datos recopilados “para
pensar que la seguridad sea diferente” en los pacientes afectados por la
Covid-19, según explica a La
Vanguardia Daniel Prieto-Alhambra, profesor de farmacoepidemiología de
la Universidad de Oxford y uno de los responsables de la investigación.
“Tenemos la aprobación y un protocolo para mirar también su efectividad,
pero todavía no tenemos suficientes datos de personas con coronavirus tratadas.
Quizás en uno o dos meses”, añade.
El estudio “utiliza datos ya existentes (historia clínica informatizada y
anonimizada, básicamente) para mirar qué efectos secundarios han tenido en el
pasado las personas que han tomado hidroxicloroquina”, relata Prieto-Alhambra.
Por el momento, los investigadores han analizado los datos de 130.000 personas.
“El motivo de estudiar este fármaco es que efectivamente compañeros de todo el
mundo lo están utilizando para tratar el coronavirus”, agrega.
Prieto-Alhambra ha admitido, en declaraciones realizadas esta
mañana a RAC1,
que, efectivamente, “la hidroxicloroquina tiene importantes efectos secundarios
en pacientes con malaria, lupus o artritis reumatoide que la toman de por
vida”, pero que “administrándola para una exposición corta”, como sería en el
caso de los pacientes con coronavirus, no han detectado “efectos secundarios
preocupantes”. “Los resultados son bastante buenos”, ha subrayado este
científico, que ha detallado que los pacientes analizados proceden de cuatro
países: Alemania, Reino Unido, Estados Unidos y Corea del Sur.
Hace pocos días, Laboratorios
Rubió, farmacéutica española que fabrica y comercializa Dolquine, medicamento a
base de hidroxicloroquina, que se está utilizando en el tratamiento del Covid-19,
anunciaba que tiene capacidad para triplicar su producción para dar respuesta a
las necesidades del coronavirus.
El laboratorio informaba en un
comunicado que se ponía a disposición de la Agencia Española de Medicamentos y
Productos Sanitarios (Aemps) para poder abastecer el fármaco en función de sus
capacidades productivas actuales.
La Aemps, por su parte, respondía mediante otro escrito en el que
especificaba que “la eficacia de la cloroquina e hidroxicloroquina se está
evaluando en un buen número de ensayos clínicos cuyos resultados no se han
publicado por el momento”. En este sentido, subrayaba que “el nivel de
evidencia todavía es bajo” basándose “en los datos preclínicos y de seguridad
en otras indicaciones”.
Reconocía, sin embargo, que “su
uso ha generado expectativas de modo que distintas autoridades (Italia,
Francia, China o España) han incluido la cloroquina o la hidroxicloroquina como
una de las alternativas de tratamiento en pacientes con infección por la Covid-19”.
También indicaba, al mismo tiempo, que dado el “stock limitado” de
estos medicamentos y la demanda creciente en muy diversas situaciones
relacionadas con la Covid-19, era necesario controlar las reservas y ordenaba a
los titulares que no pusieran más hidroxicloroquina/cloroquina “en el canal
hasta nuevo aviso”.
Laboratorios Rubió afirma disponer
de producto suficiente para asegurar el abastecimiento a los enfermos crónicos
(personas que padecen artritis reumatoide aguda o crónica y lupus) para los
cuáles el producto está indicado.
Asimismo, asegura tener capacidad de triplicar la producción “en
respuesta a las necesidades derivadas del uso profiláctico de Dolquine en los
contagios del coronavirus y en los pacientes contagiados en
combinación con otros tratamientos”.
Los investigadores sospechan
que la hidroxicloroquina no sólo podría ayudar a tratar a los enfermos
infectados por coronavirus, sino que también podría ser usado a modo
profiláctico, protegiendo de un posible contagio a las personas que la hubieran
tomado. El mismo presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, anunció públicamente,
sin disponer todavía de estudios que lo avalen, que la combinación de
la hidroxicloroquina y la azitromicina puede provocar “un cambio
radical” a la hora de encarar este patógeno.
El anuncio de Trump propició que muchas personas quisieran tomar
hidroxicloroquina a modo profiláctico, pudiendo poner en riesgo su salud. En
este sentido, un hombre en el
estado de Arizona falleció hace pocos días después de ingerir
fosfato de cloroquina pensándose que le protegería del contagio de la Covid-19.
Su esposa también tomó esta sustancia y tuvo que ser ingresada en el hospital.
El
ingrediente tóxico que consumieron no es la cloroquina, que se
utiliza, entre otras enfermedades, como fármaco para la malaria. En realidad,
lo que ingirieron fue un producto para atacar los parásitos en los peces de
acuario. La mujer confesó posteriormente a la cadena NBC que estaban viendo la
televisión cuando el presidente Trump aludió a los posibles
beneficios de ese fármaco para combatir el coronavirus.
El estudio liderado por la Universidad de Oxford no sólo ha
investigado la viabilidad de administrar hidroxicloroquina de forma
segura a pacientes afectados por la Covid-19, sino que también intentan
predecir qué personas tienen más posibilidades de acabar ingresadas en el
hospital víctimas de la enfermedad y cuáles de ellas necesitarán tratamiento en
la UCI.
“Lo que queremos es dar
herramientas a los clínicos para tomar decisiones bien informadas sobre quién
puede marchar con el alta y quién debe quedarse en el hospital en observación”,
apunta Prieto-Alhambra.
También están comparando el número de personas ingresadas en años
anteriores por gripe con el ingreso de pacientes en la actualidad afectados por coronavirus.
Quieren determinar empíricamente si, como parece, la Covid-19 es mucho más
peligrosa que una gripe. “También queremos mirar las características de los
pacientes infectados. Parece que hay diferencias claras por ejemplo de edad”,
añade este investigador.
Para procesar la cantidad
ingente de datos que estos 300 científicos de alrededor del mundo están
analizando, se ha necesitado la ayuda de superordenadores de distintas partes
del planeta. “Algunos son propiedad de las entidades participantes, pero
también Amazon AWS nos ha dejado utilizar computadoras muy potentes gratis para
este estudio”, concluye Prieto-Alhambra.
https://www.lavanguardia.com/vida/20200330/48168247904/coronavirus-hidroxicloroquina-segura-enfermos-covid-19.html
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