Hasta que no se decretó el estado de alarma, el Gobierno de
Pedro Sánchez no obligó a que la producción de los kits fuera para consumo
interno.
Según la
información aparecida en algunos medios de comunicación nacional, la gestión
llevada a cabo entorno a la crisis del coronavirus por parte del Gobierno que
preside Pedro Sánchez se revela a la vista de los acontecimientos, como calamitosa
y carente de toda previsión.
Hace ya
algunos días que estos medios se hicieron eco de la existencia de empresas en territorio
español, las cuales se dedicaban a la fabricación de los test de detección del
Covid-19.
Dichas empresas
estuvieron exportando fuera de España dicho
material hasta el día 15 de marzo, dado el interés mostrado por varios países. Hasta
dicha fecha, los responsables de la Sanidad española no habían mostrado ningún interés
en estos test, cosa que a los responsables de las fábricas les había resultado
bastante extraño.
Otras
fuentes indican que la Organización Mundial de la Salud (OMS), habría advertido
de dicha situación, pero como es lógico por otra parte, la ley de oferta y
demanda permitía la venta de los test a quien se interesaba por ellos.
En España
existen un grupo de empresas como Certest Biotec, Genetic
Analysis Strategies o Genomica, las cuales producen los ya
famosos kits de PCR que sirven para detectar el
coronavirus, cuya fabricación vienen llevando a cabo desde el mes de enero. Este
tipo de pruebas se sabía que eran mucho más fiables que las “Maiden China”, que
por el contrario eran mucho más baratas.
Pruebas que
los responsables de Sanidad del Gobierno socialcomunista que preside Pedro Sánchez
sabían que eran ya utilizadas para detectar los positivos del Covid-19, y se estaban
obteniendo excelentes resultados. Pues pese a ello, los responsables españoles decidieron
comprar fuera de España en su momento, y según parece continúan haciéndolo a
día de hoy.
La
efectividad de estos test españoles viene avalada por el Instituto de Salud
Carlos III.
La
Organización Mundial de la Salud (OMS) venía advirtiendo desde el pasado mes de
febrero a todos los países miembros, que fueran haciendo acopio de los test de
detección, y que lo hicieran en
cantidades suficientes, ante un más que posible caso de contagio generalizado. Pues bien, a la vista de todo ello, el Gobierno
de Pedro Sánchez decidió hacer oídos sordos a todas las advertencias, y hasta
que considero oportuno decretar el estado de alarma entorno al 15 de marzo, la
producción de los test se continúo exportando a diferentes países, que si
hicieron caso a las advertencias recibidas por parte de la OMS. Fue solo
entonces, cuando el Gobierno decretó la producción de test se destinaria al
abastecimiento exclusivo de la sanidad española.
A partir de
este momento, es cuando el director del Centro de Coordinación de Alertas y
emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad, Fernando Simón, advierte que tendríamos
test suficientes para atender todos los casos que los precisaran, incluso
aquellos que padecieran los síntomas más leves.
Estamos a
día 7 de abril y en los hospitales españoles continúan sin disponer de suficientes
test para poder ser utilizados en los casos más graves.
Desde la empresa Genetic Analysis Strategies aseguran que hasta
el decreto del estado de alarma Sanidad no prohibió la exportación e intervino
sus existencias de 130.000 ensayos y su producción desde ese momento, que no
era otra que de 50.000 ensayos a la semana.
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