“El ministro Illa arrincona a Faustino Blanco en plena crisis”.
Inmediatemente surge la pregunta: ¿Cómo podemos calcular la fuerza de caída
de un Secretario General de Sanidad del desgobierno de España?...
Si tenemos encuanta que la energía de
un objeto en
movimiento se llama energía cinética, y es igual a la mitad de la masa
del objeto multiplicada
por el cuadrado de su velocidad:
KE = 0.5 × m × v ^
También se debería de tomar en consideración para dicho cálculo la velocidad de caída libre del paracaidista,…
La cual en términos
militares dice, que el tiempo empleado en la denominada “caída libre” es de
aproximadamente un minuto, donde el
sujeto alcanza una velocidad aproximada de 250 km/h.
Mientras que si el salto se efectúa desde una altura
que fluctúa entre los 5.000 y 2.700 metros sobre el nivel de la tierra, lo que permite
ejecutar una caída libre de entre 75 a 25 segundos. Resulta que aproximadamente
a 1.500 metros de altura se abre el paracaídas, quedando entre 5
y 10 minutos de vuelo para aterrizar,… Dicho todo ello, ahora tocaría averiguar
si el paracaídas con el que va saltar Tino fue supervisado por el sargento de
cocina Tezanos,… esperemos “que nun se manque nadie”, aunque de haber algún
herido, “sería un caso puntual”, dentro de los daños colaterales incluidos en
una de esas frías estadísticas a las que tanto nos fue acostumbrando Tino
Blanco.
Una pregunta final ¿Sería labor de Tino confeccionar las estadísticas
relacionadas con el número de víctimas del Covid-19?... estoy pensando en lo bien
que se le dio siempre aquello de maquillar listas y estaditicas.
Se acuerdan ustedes cuando no hace mucho tiempo desde algunos estamentos
de la Sanidad pública asturiana, se insinuaba que las personas que acudían a
las urgencias lo hacían para pasar el rato. Por no hablar de aquellos que afiramron
que cuando había un partido de futbol las urgencias descendían, y aumentaban a
la finalización del mismo. Pues bien, según parece, ahora es el miedo a
contagiarse por el coronavirus en la sala de espera, o quizás la
responsabilidad social de no saturar las urgencias hospitalarias en tan críticos
momentos, las dos causas que puedan explicar la falta de aglomeraciones en los
servicios de urgencias, al menos desde el pasado mes de marzo. Ya que en dichos
servicios se están atendiendo casi la mitad menos de pacientes que en el mismo
mes del año anterior. Esto ocurre en mayor o menor medida, en todos los
hospitales asturianos sin excepción.
Un buen ejemplo lo tenemos en el HUCA, donde
desde que dio comienzo el confinamiento,
se atienden de média unos 130 pacientes al día, cuando un año antes eran 324. Otro
dato reseñable es que casi nadie va ahora a
Urgencias sin haber llamado previamente al 112 o incluso a su propio médico de
cabecera.
Diez comunidades contabilizan al menos
419.000 casos posibles de coronavirus. Son
pacientes a los que no se ha realizado ninguna prueba, pero cuyo diagnóstico
encaja con el de un enfermo por covid-19. Si lo dice el diario EL País, algo habrá
de cierto, al menos en las cifras.
Por su parte otra de las hojas parroquiales (El
Mundo) advierte en una entrevista que. “el caos de los datos siembra dudas
sobre el fin del confinamiento”. Según las mismas fuentes “el Gobierno
admite que no controla las cifras sobre la epidemia 34 días después de la
declaración del Estado de Alarma, mientras Sanidad basa el diseño del
desconfinamiento en los test sobre los que no tiene información”. Nadie sabe
nada, nadie entiende nada, pero una cosa esta clara, que vamos a continuar
confinados tres semanas más.
Fuentes
cercanas a las cabezas llenas de “ocurrencias” del gobierno aseguran, que la
recuperación total de la actividad económica del país una vez que se levante el
confinamiento se producirá a dos velocidades. La industria, uno de los sectores
clave de la economía, donde a día de hoy apenas existe actividad, reanudaría la
actividad ya entrado el verano, mientras que los servicios, y especialmente los
vinculados a la cultura, el ocio y el turismo, estos no está previsto puedan
ser plausibles hasta final de año. Estas son las secuencias que maneja el Gobierno, donde vamos a tener una primera
etapa que denominaran de "excepcionalidad atenuada", la cual iría
desde el fin del confinamiento hasta el verano, mientras que la segunda, denominada
de "normalización atenuada", donde continuarían vigentes todas las medidas
de control sanitario, se prolongaría hasta finalizar el año. Este programa tomaría
siempre como punto de referencia el posible impacto en la actividad económica, donde
incluso el Gobierno tiene previsto poner
en marcha otras medidas especiales de apoyo a más largo plazo para los sectores
con más dificultades.
Pero
no se crean todo lo que nos dicen desde el desgobierno de España, como bien
saben, verdades más bien pocas, mentiras y manipulaciones las que ustedes quieran
y más.
Por
eso que no deben de olvidar que ….
“Si
no luchamos juntos, nos van a matar por separado”
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