lunes, 30 de marzo de 2020

Sanidad autoriza el uso del medicamento anti-Covid en hospitales y controla su 'stock'


Hidroxicloroquina Ratiopharm 200mg 30 comprimidos, del grupo Teva, uno de los
medicamentos que estarían indicados para luchar contra el coronavirus.
Resochin 155 mg, con cloroquina como principio activo, de Kern Pharma
La Agencia Española de Medicamentos autoriza que se emplee un viejo fármaco contra la artritis y la malaria para combatir cuadros de neumonía en pacientes ingresados por coronavirus.
La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), dependiente del Ministerio de Sanidad, emitió este lunes una nota que valida la aplicación de cloroquina e hidroxicloroquina a pacientes ingresados que presenten neumonía como consecuencia de una infección por coronavirus. Hospitales de toda España empleaban desde hacía días esas moléculas para intentar frenar el avance del SARS-Cov-2 en enfermos graves, pero el organismo regulador ha dado ahora el visto bueno a su utilización y ha impuesto estrictos controles sobre esos dos principios activos para tratar de asegurarse existencias.
La cloroquina y la hidroxicloroquina cuentan con una larga historia médica. Se usan desde hace casi un siglo para combatir la artritis, el lupus y la malaria. En España, se comercializan principalmente bajo las marcas Resochin, Dolquine, Hidroxicloroquina Ratiopharm y Xaban. Su uso ha estado acotado durante décadas a esas patologías. Sin embargo, hace un mes, como publicó este diario, científicos chinos descubrieron su capacidad para frenar el avance del virus, y otros investigadores estadounidenses y franceses han hecho posteriormente ensayos que demostrarían que también presenta propiedades profilácticas, imprescindibles para proteger al personal sanitario encargado de tratar a los enfermos por Covid-19, por ejemplo
En su nota, la AEMPS admite que la eficacia de la cloroquina e hidroxicloroquina en la lucha contra el coronavirus no está completamente demostrada. “Se está evaluando en un buen número de ensayos clínicos cuyos resultados no se han publicado por el momento. Se considera, por tanto, que el nivel de evidencia todavía es bajo y basado en los datos preclínicos y de seguridad en otras indicaciones”, asegura la agencia, antes de anunciar que, pese a esas prevenciones, las expectativas que han generado estos principios activos son muy altas.
Por ello, y ante la situación de emergencia, el organismo dependiente de Sanidad ha decidido saltarse el protocolo para aceptar nuevas indicaciones de medicamentos ya existentes. En su nota, establece que la cloroquina y la hidroxicloroquina se proporcionarán de ahora en adelante solo a los “pacientes crónicos” (es decir, los que ya las tomaban por artritis, lupus o malaria); para los “ensayos clínicos de todo tipo que incluyan hidroxicloroquina o cloroquina entre sus tratamientos” (en España, se está realizando al menos uno en Barcelona que cuenta con una cohorte de 3.000 participantes), y, por último y más importante novedad, para el “tratamiento de pacientes ingresados con neumonía”, la principal afección que desarrollan los infectados con coronavirus.
La AEMPS desaconseja utilizar la cloroquina o la hidroxicloroquina “en otro tipo de situaciones clínicas fuera del contexto de ensayos clínicos autorizados”, como, por ejemplo, con fines preventivos, como han empezado a utilizarlas algunos profesionales de la sanidad, el sector más golpeado por la pandemia. El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad, Fernando Simón, anunció este martes que ya se han contagiado 5.400 médicos, enfermeros y otros trabajadores sanitarios, 1.490 más de los que se habían contabilizado un día antes.
La nota de la Agencia del Medicamento convierte en oficial el uso que, en la práctica, ya se estaba haciendo de la cloroquina y la hidroxicloroquina en los hospitales de toda España. Los protocolos de la mayoría de comunidades autónomas incluyen desde hace días la administración de esos principios activos a los enfermos más graves, junto a antibióticos y antivirales. A falta de un fármaco específico contra el Covid-19, la solución más esperanzadora es por ahora un viejo medicamento contra la artritis y la malaria que en España se dispensa a partir de solo 6,75 euros el envase.
El Gobierno se ha lanzado a tratar de comprar el mayor número posible de dosis de estas moléculas en el mercado internacional, pero tendrá que ponerse a la cola. La capacidad de producción está limitada y España tendrá que competir con otros gigantes mundiales que ya cuentan con ensayos clínicos propios. El propio Simón admitió el domingo que el fármaco “no está tan disponible” porque los resultados de las primeras investigaciones han provocado un “efecto llamada”. El Ejecutivo ha llegado tarde.

Fuente documental:

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