España está a punto de dar un paso más hacia el abismo, por mucho que las fuerzas progresistas intenten convencernos de todo lo contrario. El gobierno bicéfalo de PSOE y Podemos, llevan esta semana al Congreso por tercera vez en poco tiempo la Ley de Eutanasia. Ley que previsiblemente será admitida a trámite, pero que desgraciadamente trae consigo aviesas intenciones. No deberíamos de olvidar que estamos en el país de la picaresca por excelencia, así que hecha la ley, hecha la trampa.
En la predica de esta propuesta social-comunista se dice que con ella se quiere evitar el sufrimiento de las personas, cuando lo que de verdad se pretende es evitar el gasto sanitario que para el sistema suponen muchos pacientes. Hay que decirlo alto y claro, lo que con esta ley se pretende, es quitar un peso supuestamente demasiado costosa a las arcas del Estado. Lo van hacer de un plumazo, de un lado van eliminar el gasto sanitario y del otro el coste de las pensiones. Esto es lo que algunos hace tiempo vienen anunciando como la auténtica panacea, a la que después llaman “estado de bienestar”. Pero no se dejen engañar, la eutanasia, dependiendo de las manos en que caiga, puede ser un arma de doble filo.
No debemos de olvidar que desde hace tiempo nuestra sanidad pública cuenta con grandes especialistas en cuidados paliativos. Profesionales que poco a poco van conduciendo al paciente hasta el último momento de su vida, de la forma más idónea posible. Se puede estar de acuerdo que no hay suficientes equipos de cuidados paliativos, y que estos no disponen de todos los medios que algunas veces precisan, pero antes de aplicar la eutanasia, están los cuidados paliativos.
No se dejen engañar por los cantos de sirena de este puñado sicópatas, que en estos momentos pretender sacar adelante esta nueva ley. Para algunos de ellos su único pensamiento estriba, en que quién no produce, es una carga, y como tal, debe ser eliminada. Por eso que no van tan descaminadas aquellas voces que aseguran, que lo que el PSOE busca con la legalización de la eutanasia, es ahorrar algunos costes en Sanidad.
En el trasfondo de todo ello está el elevado gasto que el gobierno está llevando a cabo, que además saben de sobra que es insostenible, y va dificultar muy mucho el mantenimiento de los servicios públicos que hasta el día de hoy habíamos podido disfrutar. Esta es la verdadera filosofía y no otra, la que ahora nos vende este gobierno de progreso, la cual esta basada fundamentalmente “en una política de recortes".
El tan manido Estado del bienestar para los social-comunistas, consiste en que cada vez que desaparece una de las personas que disfrutan de estos servicios, con ella desaparece un problema económico y de gasto para las mermadas arcas del Estado que ahora ellos deben de administrar.
Dicen que una persona sana le cuesta al estado unos 300 euros al año. Por el contrario una persona crónica, pluripatologica, que además sea mayor, que precise con cierta asiduidad de atenciones médicas (consultas, pruebas diagnósticas o tratamientos) le cuesta a la sanidad entre 15.000 y 20.000 euros al año. Si a esto sumamos su pensión y las prestaciones por dependencia, se darán cuenta que cada vez que una de estas personas fallece, o se las invite a causar baja mediante la futura Ley de eutanasia, el Estado está ahorrándose mucho dinero. Es así de frío y crudo, pero ahora mismo es lo único que les importa a algunos.
Desde el gobierno lo único que se pretende es evitar el gasto social que viene producido por el envejecimiento en nuestro país, y lo van hacer por la vía del recorte de prestaciones, de derechos sociales, de ayudas, gastos en materia de sanidad y dependencia, pero a costa de las personas que más lo necesitan al final de sus días.
Por último hacer hincapié, de que en España no existe una demanda tal que haga de la eutanasia una prioridad. En la Unión Europea únicamente tres países han adoptado una ley de esta naturaleza, y según parece, los primeros arrepentidos son los médicos, que algo deben de conocer. Otros países muy cercanos al nuestro como Francia, Italia o Portugal están en contra de la eutanasia.
Mientras los equipos multidisciplinares luchan cada día en los laboratorios para incorporar nuevas terapias, parece cuanto menos algo ilógico, que ante los nuevos descubrimientos y la mejora de los tratamientos, alguien nos invite a perder la vida en lugar de defenderla hasta el último momento.
Según el presidente del Gobierno Pedro Sánchez: "Lo único que ahorrará la ley de eutanasia es el sufrimiento de miles de personas. Una demanda de la sociedad española que no puede esperar".
“Un pueblo que vota a corruptos y ladrones no es víctima, sino cómplice”
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