Usuarios del hospital Severo
Ochoa de Cangas alertan de su «situación límite»
El consejero de Salud reconoce problemas
«temporales», pero afirma que los tiempos de espera se ajustan al decreto de
demoras
La falta de especialistas, el mal estado de las salas de espera o la falta
de una UVI móvil con personal propio fueron algunas de las cuestiones que la
diputada popular Beatriz Polledo señaló
como «deficiencias» del hospital
Carmen y Severo Ochoa de Cangas del Narcea, en la comisión de Salud celebrada ayer. «Los
profesionales se están yendo a otras comunidades. Es un destino poco atrayente
por lo alejado y porque se encadenan contratos basura y precarios», subrayó la
diputada, quien aprovechó su intervención para señalar que hay plantillas que
trabajan por encima del máximo legal establecido y que «se emplea la movilidad
forzosa, prevista para situaciones excepcionales, de manera sistemática».
Por su parte, el consejero de Salud, Pablo Fernández, admitió que se estaban dando «situaciones
temporales» que rompían «la buena marcha» del centro, pero que ninguna
especialidad está fuera de los plazos marcados por el decreto de garantías de
acceso a la prestación sanitaria establecido en 2018. «Tenemos los mejores
tiempos en cuanto a demoras en intervenciones quirúrgicas, consultas externas o
pruebas diagnósticas», se defendió.
Una afirmación que no fue bien recibida desde la recién creada Plataforma
cívica por la defensa de la sanidad en el suroccidente, inmersa en una recogida
de firmas para solicitar una UVI móvil para el área. Su portavoz, José Alberto Rodríguez, advertía que
el centro cangués atraviesa una «situación límite».
Desde el colectivo afirman que ante la falta de otorrinos y oftalmólogos
para el servicio de Urgencias, se deriva directamente a los pacientes al HUCA.
«Un vecino de los Coutos (Ibias) tarda tres horas en llegar a Oviedo», subrayó
Rodríguez. Además, apuntan a un déficit de facultativos en otras especialidades
como Urología, Traumatología o Anestesia, cuya plantilla rechazaba, hace dos
semanas, traslados «forzosos» al hospital noroccidental de Jarrio ante las
propias carencias observadas en el centro cangués. «Si faltan anestesistas no
solo aumentas las esperas en esa especialidad, crecen en todas», recalcó
Rodríguez.
En lo referido a las declaraciones del consejero, se preguntaba si los
datos ofrecidos son solo para las primeras consultas o incluye visitas
sucesivas e intervenciones, porque «hay gente que lleva once meses esperando
para rehabilitación o seis por una prótesis de cadera». «No se puede luchar
contra la despoblación si no inviertes en sanidad en el mundo rural. Las alas
parecemos las grandes olvidadas», lamentaba.

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