viernes, 2 de noviembre de 2018

Ante la pésima gestión sanitaria, la denuncia publica es el camino más eficaz


Y si no miren lo que ocurre con Miguel Rodriguez gerente del Area Sanitaria V, ante la denuncia que presento Miguel Puentes                       
Cabueñes pide disculpas tras aplazar una operación por falta de material quirúrgico
El hospital agradece al paciente la queja interpuesta: «Nos sirve para no repetir errores», a la vez que lamenta los “daños ocasionados”
«Una vez analizada la situación presentada y tras solicitar la oportuna información, le ruego acepte nuestras disculpas por las molestias que se le hayan podido haber ocasionado». De esta forma, a través de una carta, Miguel Rodríguez, gerente del Área Sanitaria V, presentaba sus disculpas en nombre del personal del Hospital de Cabueñes a Miguel Puentes, el paciente al que se le aplazó una operación y que se vio obligado a esperar dos semanas más para ser intervenido ante la desaparición de la caja de material quirúrgico.
«Reconocer el error era un poco lo que buscábamos cuando pusimos la reclamación. Las disculpas están aceptadas», zanjaba por su parte el afectado, el cual todavía continúa recuperándose del accidente laboral sufrido el pasado 11 de septiembre. «Le agradecemos que haya interpuesto esta queja, pues de esta manera podemos establecer medidas correctoras para que este tipo de casos no se vuelvan a repetir», añade Rodríguez en el escrito, donde afirma haberse puesto en contacto con el cirujano designado para la intervención, el cual acreditó los hechos denunciados por el paciente.
Los hechos denunciados: Fractura de mandíbula
Miguel Puentes ingresó en el Hospital de Cabueñes tras haber sufrido un aparatoso accidente durante su jornada laboral. Presentaba una fractura severa en la mandíbula derecha, así como otra más en el malar. Unas lesiones que, según determinaron los médicos aquella misma tarde, precisaban de una intervención que fue fechada para la semana siguiente, puesto que la especialidad de cirugía maxilofacial solo interviene los martes en el centro hospitalario gijonés.
Una vez llegó el día de la operación y cuando el paciente ya se encontraba preparado para la misma en el quirófano, el cirujano le comunicó que la operación se iba a retrasar unas horas puesto que «no aparecía la caja de material quirúrgico». Sin embargo, una hora y media después, el personal médico le comunicaba que, ante la ausencia del instrumental, la operación era inviable y, por tanto, pospuesta hasta el martes siguiente.
Al martes siguiente, quince días después de su ingreso hospitalario, el paciente pudo por fin ser operado, aunque el material continuaba en paradero desconocido. «El cirujano me dijo que se lo habían pedido prestado al Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) porque no había sido capaces de encontrarlo», relata Puentes.

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