miércoles, 18 de octubre de 2017

Cuando se pierde el respeto por todo


Hoy mostramos las graves consecuencias que trae consigo la teoría social del buenismo. Aquella que algunos hoy día predican, donde todo es posible, e incluso donde todo está permitido. Antaño al llamado vulgarmente gamberro, se le quitaba la tontería con una bofetada bien dada y a tiempo.
Claro que esto ahora no se lleva. Es mucho más "modelno" para la sociedad de la tolerancia y del colegueo, que cada uno haga lo que le venga en gana. Aquí vale todo, o aquí todo vale. No se puede llamar la atención a aquellos que están delinquiendo, o destruyendo un bien público, no sea que sufran un trauma psíquico. 
Lo más lamentable de todo es la situación, es que quienes la están sufriendo, son los profesionales que prestan servicio en el Centro de Salud de Mieres Sur. Los cuales además de estar pendiente de la atención de los pacientes, ahora deben mirar por el rabillo del ojo, lo que un grupo de delincuentes les pueda hacer. Y el calificativo de delincuente no es gratuito. Pues alguien que tira dentro de un local un papel encendido, a sabiendas de que en su interior se encuentras personas. Lo hace a sabiendas de que puede ocasionar daños materiales. Además, es consciente de que dentro están trabajando personas, que prestan un servicio a la sociedad, a las cuales cuando menos con sus actuaciones se les va incomodar.
Claro que en el pecado, a algunos les va la penitencia.
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La gerencia denuncia el "acoso" vandálico que sufre el centro de salud Mieres Sur
El incendio aparentemente intencionado de una sala de urgencias y los asaltos a las cocheras agravan los problemas derivados de los "botellones"
La gerencia del área sanitaria VII presentó ayer una denuncia en la Comisaría de Policía Nacional de Mieres en respuesta a una serie de actos vandálicos que se han registrado en el centro de salud Sur. El último incidente grave se produjo a última hora de la tarde del pasado lunes, cuando un grupo de jóvenes incendió la habitación del médico de urgencias al tirar, todo indica, papeles ardiendo por la ventana. Tras saltar las alarmas de incendio, los propios facultativos del servicio procedieron sobre la marcha a sofocar las llamas, con una cama quemada. El problema es que no se trata de un hecho puntual y aislado, según reconocen los responsables sanitarios a nivel comarcal.
Indignados y preocupados. Así reconocen encontrarse los profesional que diariamente trabajan en el centro de salud Mieres Sur, en el que además de encontrarse el servicio de urgencias también están centralizados los servicios administrativos del área. Y es que siempre según la denuncia interpuesta por los profesionales, en los patios que se encuentra en la zona trasera del edificio, la más resguardada, se organizan frecuentemente "botellones". Prueba de ellos son las extendidas pintadas que se aprecian en las paredes y también la acumulación de basura en la zona. Los facultativos tienen sospechas incluso de que en este espacio se está ejerciendo en ocasiones algún tipo de "prostitución".
El problema añadido es que desde hace un tiempo los trastornos generados ya no se circunscriben al entorno del inmueble sanitario. El último incidente fue el incendio provocado el lunes pasadas las ocho de la tarde, que no fue a mayores gracias a la rápida intervención del propio personal de urgencias. La pasada semana los actos vandálicos se localizaron en las cocheras del ambulatorio. Una decena de extintores aparecieron forzados, con su espuma esparcida por todo el recinto.
La gerencia del área sanitaria, muy molesta y preocupada por la dimensión que está alcanzando el problema, tramitó ayer una denuncia ante la Policía Nacional. Pondrán a disposición de los agentes judiciales que lleven el caso las grabaciones de la cámara de seguridad del recinto para ver si es posible identificar a los autores.

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