Cuando
hablamos de la calidad en nuestra sanidad pública, esa de la que tanto presumen
ahora algunos en las redes sociales, desde donde se permite dar lecciones de moralidad
y buena gestión a los demás. Aunque se olvida que cuando ostentaba la máxima
responsabilidad, fue el más claro ejemplo del despotismo y la chabacanería,
habiendo dejado tras su paso, el mayor caos jamás conocido en nuestro sistema
público de salud.
El
mismo que dice:
“Algunos
sienten satisfacción ante cualquier mala notica, aunque no se sostenga en el
rigor, pero son gente pequeña, que no tiene cultura de pertenecer a una empresa
de alto valor y conocimiento”
Se le
debería de preguntar al susodicho si sabe lo que significa la palabra rigor. “Propiedad y exactitud o precisión en la
realización de algo, especialmente en el análisis, el estudio o el trabajo
científico”. Nada que ver con su paso por la consejería de sanidad, más bien
todo lo contrario.
Cuando habla de “gente pequeña”, se estará
refiriendo a esos insignificantes ciudadanos, alguno de los cuales fue capaz de
desmontar públicamente todas sus mentiras, falacias, embustes y engaños, que
deberían de haberlo conducido directamente al banquillo de los acusados.
Cuando habla de “una empresa de alto valor”, quizás
pueda estar refiriéndose a la que lo apoyo a él para llegar al cargo de
consejero. Empresa que dicho sea de paso, solo pide cumplir un requisito por
encima de todos, tener el carnet de afiliado al partido, cosa que le permite a
tipos como este, cobrar suculentos sueldos por no hacer nada, o como fue el
caso, por destrozarlo todo.
Por último me permito recordarle a tan ilustre
personaje, que el conocimiento es algo que se adquiere, pero que para su
desgracia, nunca se lo va dar el poder.
No obstante
hoy no toca dilucidar quien tiene más o menos razón, o si el otro solo sabe
criticar. Hoy toca poner datos sobre la mesa, y que cada cual saque sus propias
conclusiones.
1º Caso de
hoy
Alguien sufre
un pequeño accidente y se cae, precisa atención médica, y como vive en Oviedo,
se la lleva inmediatamente a urgencias del súper, mega fantástico hospital de
referencia de Asturias, es decir, al HUCA.
Llega a
urgencias en torno a las 13:00 horas. Supuestamente después de haberle
realizado la correspondiente exploración, junto a las pertinentes placas, en
torno a las 17:00 horas aproximadamente, le dicen que todo se debe al golpe,
que no tiene nada, y que puede irse para casa.
Un par de
horas más tarde, sobre las 19:00 horas, “alguien” desde el HUCA llama al
domicilio de la paciente, y le indican que debe de volver al hospital, pues ahora
según parece, la muñeca está rota. (sic)
2º Caso de
hoy
Paciente
que va a consulta, pero antes, como ocurre con otras muchas acciones clínicas, debe
de pasar por extracciones pues tiene que hacerse un análisis de sangre. Hasta
aquí todo bien.
Cuando llega
a la consulta, se encuentra que la profesional que la atiende, le comenta los
resultados del análisis de sangre, y a continuación pasa a detallarle los
resultados de su análisis orina.
Es entonces
cuando la paciente le hace saber a quien la atiende, que ella ni había llevado
el cacharrito de la orina de su casa, ni nadie le había solicitado una muestra,
así que malamente esa analítica que aparecía en su informe podía ser suya.
(sic)
No quito ni
pongo, hablo con conocimiento de causa, pese a quien pese. Uno de estos casos
esta denunciado en las redes sociales, el otro, digamos que llego a mis manos,
y va ser denunciado.
Aquí
dejamos dos muestras de la calidad asistencial del HUCA, para quien quiera
recoger el testigo, pues no dejan de ser dignas de recibir algún
reconocimiento,….
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