miércoles, 25 de octubre de 2017

Calidad, cantidad o irresponsabilidad

Cuando hablamos de la calidad en nuestra sanidad pública, esa de la que tanto presumen ahora algunos en las redes sociales, desde donde se permite dar lecciones de moralidad y buena gestión a los demás. Aunque se olvida que cuando ostentaba la máxima responsabilidad, fue el más claro ejemplo del despotismo y la chabacanería, habiendo dejado tras su paso, el mayor caos jamás conocido en nuestro sistema público de salud.
El mismo que dice:
“Algunos sienten satisfacción ante cualquier mala notica, aunque no se sostenga en el rigor, pero son gente pequeña, que no tiene cultura de pertenecer a una empresa de alto valor y conocimiento”
Se le debería de preguntar al susodicho si sabe lo que significa la palabra rigor. “Propiedad y exactitud o precisión en la realización de algo, especialmente en el análisis, el estudio o el trabajo científico”. Nada que ver con su paso por la consejería de sanidad, más bien todo lo contrario.
Cuando habla de “gente pequeña”, se estará refiriendo a esos insignificantes ciudadanos, alguno de los cuales fue capaz de desmontar públicamente todas sus mentiras, falacias, embustes y engaños, que deberían de haberlo conducido directamente al banquillo de los acusados.
Cuando habla de “una empresa de alto valor”, quizás pueda estar refiriéndose a la que lo apoyo a él para llegar al cargo de consejero. Empresa que dicho sea de paso, solo pide cumplir un requisito por encima de todos, tener el carnet de afiliado al partido, cosa que le permite a tipos como este, cobrar suculentos sueldos por no hacer nada, o como fue el caso, por destrozarlo todo.
Por último me permito recordarle a tan ilustre personaje, que el conocimiento es algo que se adquiere, pero que para su desgracia, nunca se lo va dar el poder.
No obstante hoy no toca dilucidar quien tiene más o menos razón, o si el otro solo sabe criticar. Hoy toca poner datos sobre la mesa, y que cada cual saque sus propias conclusiones.
1º Caso de hoy
Alguien sufre un pequeño accidente y se cae, precisa atención médica, y como vive en Oviedo, se la lleva inmediatamente a urgencias del súper, mega fantástico hospital de referencia de Asturias, es decir, al HUCA.
Llega a urgencias en torno a las 13:00 horas. Supuestamente después de haberle realizado la correspondiente exploración, junto a las pertinentes placas, en torno a las 17:00 horas aproximadamente, le dicen que todo se debe al golpe, que no tiene nada, y que puede irse para casa.
Un par de horas más tarde, sobre las 19:00 horas, “alguien” desde el HUCA llama al domicilio de la paciente, y le indican que debe de volver al hospital, pues ahora según parece, la muñeca está rota. (sic)
2º Caso de hoy
Paciente que va a consulta, pero antes, como ocurre con otras muchas acciones clínicas, debe de pasar por extracciones pues tiene que hacerse un análisis de sangre. Hasta aquí todo bien.
Cuando llega a la consulta, se encuentra que la profesional que la atiende, le comenta los resultados del análisis de sangre, y a continuación pasa a detallarle los resultados de su análisis orina.
Es entonces cuando la paciente le hace saber a quien la atiende, que ella ni había llevado el cacharrito de la orina de su casa, ni nadie le había solicitado una muestra, así que malamente esa analítica que aparecía en su informe podía ser suya. (sic)
No quito ni pongo, hablo con conocimiento de causa, pese a quien pese. Uno de estos casos esta denunciado en las redes sociales, el otro, digamos que llego a mis manos, y va ser denunciado.

Aquí dejamos dos muestras de la calidad asistencial del HUCA, para quien quiera recoger el testigo, pues no dejan de ser dignas de recibir algún reconocimiento,…. 

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