Dice el doctor, “vamos por partes”.
Hoy en la Junta General el señor consejero de sanidad, negó que exista relación alguna entre la contaminación y la alta tasa de casos de cáncer en Asturias. Esto podía quedar en una simple anécdota, si no fuera que a todo ello añade que “no existen evidencias científicas”.
Algunos asturianos, desgraciadamente muy pocos, sabemos que no hay peor ciego que el que no quiere ver. Dicho esto, en Asturias tenemos muy buenos oftalmólogos, y si al consejero no lo pueden atender en la pública, por aquello de las listas de espera, las maquilladas o las lavadas con “Ariel”, debería de irse urgentemente a la privada. Pero una cosa ya esta clara. y es que el señor Del Busto con esa deficiente visión, no debería de continuar ocupando el puesto de consejero, al menos mientras que no le regeneren la catarata incipiente que padece, en ambos ojos.
O me va usted a decir que los investigadores del Instituto Universitario de Oncología, no tienen ni puñetera idea de los que traen entre manos. Quizás quiera usted desmentir los estudios realizados por la CAPUA, además de convertir el estudio en un cumulo de mentiras y falsedades.
No obstante el día hoy fue largo, y no se quedó tan solo reducido a lo antes expuesto. Tras semejantes afirmaciones, y después de negar una y otra vez la existencia de “listas negras”, ahora por fin reconocen las evidencias. No es que se maquillasen las listas de espera, no era eso, es que las blanqueaban. Resultar que el tan denostado señor Bárcenas está marcando tendencia, y ya se sabe, cada cual la aplica según sus necesidades.
En Asturias quien rechazaba ser derivado a otro centro para ser intervenido, era dado de baja en las listas, vamos que no computaba. Se conocen casos de pacientes, que tras ser citados con día y hora para su intervención, unos minutos antes de entrar en quirófano, surgía una intervención urgentísima, y entonces el paciente citado, era enviado a su casa de nuevo, con la advertencia de que sería nuevamente citado, en cuantos les fuera posible. Lo que no le decían, es que no solo le habían corrido el turno, es que además lo sacaban de la lista. Al final de cada mes, eran muy frecuentes las operaciones "urgentísimas", independientemente del área sanitaria o centro hospitalario.
Y es que ya viene siendo costumbre, cae antes un mentiroso que un cojo. Ahora Sanidad va incluir en las listas a pacientes que antes “no computaban”.
Este es un compromiso expuesto ante colectivos sociales, vecinales y profesionales, donde el Gerente del Sespa José Ramón Riera, advirtió de la necesidad de poner fin a las denominadas “listas estructurales”, que al parecer son unos listados donde no figuran personas, algunas de las cuales, salieron de las mismas, no figurando de forma oficial en ningún otro registro.
Es ahora cuando nos enteramos que el Sespa quiere unificar las listas. Las estructurales que son las que suelen ya publicar, y las tipo Barcenas, o de uso interno, para así poder hacer pública de una vez por todas, una sola lista, lo más real posible, de las esperas quirúrgicas.
Y es que en estos momentos en nuestra región existen en al menos 29 servicios, cuyas esperas sobrepasan cualquier lógica. Es por lo que ahora se pretende fijar esperas máximas que vayan de 60 a 180 días, para todos los procedimientos clínicos, terapéuticos y de consulta.
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