Los sindicatos dicen que el
nuevo HUCA «se hizo con materiales deficientes»
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La Consejería de Sanidad asegura que las baldosas defectuosas «están en
garantía» y que serán «restituidas por la empresa adjudicataria»
«Esto se veía venir. Llevamos años diciendo que el nuevo hospital se
construyó con materiales deficientes. Lo de las baldosas dañadas, que deben ser
restituidas apenas dos años después de la apertura del HUCA, es solo un
capítulo más que se suma a las goteras, las fugas de agua, los cristales rotos
y otras muchas deficiencias». Así opinan los sindicatos de La Cadellada, que
recuerdan haber denunciado ante Inspección de Trabajo hasta 750 problemas de
funcionamiento detectados en el nuevo complejo hospitalario nada más iniciar su
andadura en junio de 2014.
Se confirma que en el HUCA tendrá que cambiar parte del suelo de
hospitalización cuando solo han transcurrido 26 meses de su apertura ha
reavivado la polémica sobre la calidad de materiales que se emplearon en la
construcción del HUCA, un proyecto cuya ejecución requirió del desembolso de
500 millones de euros.
En el hospital se esta ya procediendo a retirar varias de las baldosas que
forman el suelo de las plantas de hospitalización. En este bloque, conformado
por un macro edificio de nueve plantas en altura y subdividido en tres tramos
(A, B y C), se han localizado varias piezas dañadas del pavimento. La
Consejería de Sanidad lo atribuye a «una partida de baldosas que resultó
defectuosa» y también al uso de robots por circuitos que en principio no
estaban ideados como tales.
“Los manolos” terminaron por dañar
parte del terrazo empleado, cuya calidad es más que dudosa y no se trata solo de
una remesa defectuosa, pues en poco tiempo se va tener que cambiar el de todo
el complejo. Aunque la consejería intenta desvirtuar la realidad, y cifra en “apenas
un 5%” la superficie que se debe de cambiar. Ahora se deberían de exigir
responsabilidades, claro que no se sabe muy bien a quien. De un lado está el
desgobierno de Asturias, de otro la consejería
de sanidad o en su defecto el brazo ejecutor de ambos GISPASA. Cualquiera de ellos
a su vez, van tener que exigir responsabilidades a la “unión temporal de
empresas”. Estos a su vez tendrían que exigir responsabilidades a las subcontratas
encargadas de colocarlos. Sin olvidar a los proveedores de los materiales, que fácilmente
podrían culpar de ello a la empresa de transportes. Una vez más, está es la pescadilla
que se muerde la cola, y la culpa no va ser de nadie.
Pero aunque desde la consejería se
habla de un periodo de garantías, esta no incluye los materiales, se empeñe
quien se empeñe, esas garantías afectan tan solo a las estructuras de los
edificios, que en la obra privada se denomina “seguro decenal” y ciertamente
dura diez años. En la busque da culpables, ya encontraron a quien cargarle el
muerto. Resulta que los desconches de los pisos, los producen los famosos “manolos”,
esos robots que deberían de funcionar de forma autómata, pero que desde hace tiempo
vienen llevados a su destino por los celadores y empleados de mantenimiento de
los mismos. Una cosa es cierta, que los paganinis van se los de siempre, los
contribuyentes a través de sus impuestos.
Los responsables de GISPASA no dicen nada, pues de ellos es la responsabilidad
de hacer los controles de calidad y de cualquier otr tipo. Ellos son también
los responsables de las adjudicaciones en la compra de materiales. Ellos son
los que deberían de controlar que se cumplieran en su momento los pliegos de
condiciones. Pero no se preocupen que esto es solo un grano de arena en la
inmensidad del desierto. En la “Planta -2”, conocida por los trabajadores como
la “plata de los horrores”, uno se puede encontrar de todo, es una enorme
escombrera, a donde van a parar todo tipo de materiales, en la mayoría de los
casos, son defectuosos.
Las sillas y las lámparas rotas,
junto a las mesas que se desarman, o las cortinas que se caen de los techos, los suelos de ascensores que rompen, los
tabiques de decorado de cartón piedra o “de mírame y no me toques” etc.etc. no
dejan de ser una muestra más de las dudosas calidades de los materiales
empleados en el HUCA. Sin olvidar las manillas de las puertas, los cristales de
las fachadas, y así un largo etc.
¡¡ OJO !! con los guantes en quirófano
Pero lo más grave de todo, rozando en lo delictivo, es lo que el sindicato
Sicepa califico de “hecho muy grave” y que hizo público hace unos días. Y es
que una partida de guantes adquirida a principios de este año resulto que “no
eran impermeables”, pues varios de los trabajadores que trabajaban en quirófano
terminaron con las manos llenas de sangre. Desde el sindicato se califico la
situación de “ muy grave”, por los riesgos que ello tiene para los trabajadores. Pero seguramente
que esto para el SESPA, tan solo será una
partida “defectuosa”, y nunca van a reconocer que son partidas de calidad muy
dudosa.
Estas no son las únicas deficiencias encontradas, ya que las estructuras
metálicas que sustentan el acristalado de la zona de consultas, donde hace pocas
semanas cayo un cristal sin causar mayores daños, están ya oxidadas y corroídas
por la humedad. Veremos pues, cuanto tiempo tardan en ser sustituidas, o en su
defecto declaradas por el SESPA como “remesa defectuosa”.
Y mientras
todo esto acontece ¿Dónde están los de GISPASA?
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