sábado, 6 de agosto de 2016

La pifias del HUCA y las Medallas de Oro de Asturias


Paseo exterior del HUCA 


Así se hace le mantenimiento del paseo exterior del HUCA 












































Corría el mes de junio de 2014, cuando denunciamos el lamentable estado del paseo que discurre entre la entrada de la zona de consultas y el servicio de oncología radioterapia. Al inicio de este paseo, en la zona más cercana a la entrada de consultas, se encuentra la parada del autobuses, otra de los elementos de polémica ya en su día.
Ya por aquel entonces aportamos las fotografías que demostraban lo que ocurría cuando llovía con las baldosas del paseo, el cual sin apenas haber sufrido transito alguno, mostraba las baldosas en su mayoría sueltas. En aquellos momentos se  estaba realizaba el sembrado de la zona verde, por lo tanto a día de hoy ya llovió en varios ocasiones y en las fotografías se puede apreciar lo que ocurre. Y es que las baldosas y adoquinados de La Cadellada, entonces no pudieron disfrutar de la compañía de sus inseparable amigo “el cemento”, el cual a día de hoy suponemos que continua en la fábrica de Tudela Veguin, pues en las aceras y demás accesos, en la mayoría de los casos brilla por su ausencia, de ahí las continuas reparaciones..  
Claro que en junio de 2014 era utilizado por muy pocas personas, pues en aquellos primeros momentos era difícil de situar las diferentes consultas, y saber cuál era la distancia más corta entre dos puntos. Ya en aquellos momentos circular con una silla de ruedas por dicho paseo, era todo una odisea, quienes habían puesto el nivel para colocar la baldosas, seguramente que lo hicieron de lunes, y tras sufrir una fuerte resaca, pues el tema, es difícil de comprender. Desde luego, lo que está claro, es que no pesaron en la seguridad de los futuros transeúntes.  
Algunos desgraciadamente si tuvimos la oportunidad y la necesidad de buscar solución a los problemas que surgían en aquellos días. Todo ello debido a que acudíamos a la consulta de oncología radioterapia con personas cuya movilidad estaba reducida. Gracias a la amabilidad de los trabajadores que desarrollaban su labor en dicho servicio, y a su enorme humanidad, pues llegado el momento incluso se prestaron a realizar labores de cicerón.
A día de hoy siguen sin resolver uno de los más graves problemas para las personas con movilidad reducida que acuden a consultas. Y es que para poder acceder a las puertas de este servicio dos años después, continúan teniendo que llevar a cabo una autentica odisea. Por no hablar de la necesidad de acudir siempre  acompañados por dos personas, una para desplazarlas, la otra es la que conduce el vehículo, el cual no puede quedar estacionado en cualquier sitio, ya saben cómo funcionan las oficinas de recaudación.
Durante aquellos meses, algún “plumilla” de cierto medio de comunicación escrito regional, vivía más interesado en contrarrestar las denuncias que se hacían en las redes sociales, y en las cartas que los usuarios mandábamos para que fueran publicadas en dicho medio, que de sacar a la luz la verdadera situación que se padecía y padece a día de hoy en el HUCA. Susodicho vivía solo pendiente de defender intereses personales y de amistad, anteponiendo estos, a su labor de informar, y hacerlo de forma fidedigna.
Así que no debe de extrañar que este año le concedan la Medalla de Oro de Asturias, a quien tanto lleva hecho por “la causa”, y que según parece, tan poco le importa lo que ocurra con la sociedad asturiana.
Pero volviendo a lo que de verdad nos importa, son ya centenares de baldosas que fueron respuestas en los exteriores del complejo hospitalario de La Cadellada, son decenas o quizás centenares de metros cuadrados que de nuevo debieron de ser pisados y hormigonados. Por no hablar de los centenares de desperfectos y chapuzas reparadas, que en su mayoría debieron de ser repuestos, por la mala calidad de los mismos.
Culpar al tráfico del deterioro de las baldosas y adoquines que circundan las instalaciones de La Cadellada, es tanto como llamar ingenuos a los miles de personas que diariamente pululan por dichas instalaciones, y pueden comprobar con sus propios ojos, el deterioro que padecen las instalaciones, motivado en todo caso, por la mala calidad de los mismos.
No puede ser que cuando alguno de los supervisores de la obra entregaba el parte a su encargado advirtiendo que los grosores del hormigón no se correspondían con los que indicaban las memorias del proyecto, mucho menos con las calidades reflejadas en el mismo, estos les mandaran callar, afirmando que no les correspondía a ellos dicha misión, al tiempo que dejaban entrever que sus comentarios podían ser utilizados para una no renovación de su contrato, cosa que a posteriori le ocurrió a más de uno.
Pero en todo este maremágnum creado por obra y gracia del desgobierno de Asturias, donde como se puede ver el control brillo por su ausencia, tiene unos responsables. Para evitar que nadie metiera las narices, el desgobierno se encargo de crear un equipo de bomberos, a través del cual todo quedaría atado y bien atado por los mismos que se sientan en el consejo de gobierno. Así nace  GISAPASA, autentico cortafuegos, de uno de los mayores despilfarros de fondos públicos de nuestra región.
Ahora ya estamos en la fase de balones fuera. Pues para unos el mantenimiento de las aceras es cosa del Consistorio Ovetense. Para otros es cosa del Principado de Asturias, o lo que es lo mismo GISPASA. De una u otra forma, la responsabilidad es de los mismos. Pues la mano del desgobierno que preside Javier Fernández, es la que se escode en el consejo de administración de ese ente. El cual ya se pidió una y mil veces que fuera disuelto, pero seguramente que por aviesas intenciones, continúa ejerciendo el control de todo este despropósito.
Mientras todo esto acontece, la Fiscalía de Asturias sigue sin tener conocimiento de todo ello.

No hay comentarios:

Publicar un comentario