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Paseo exterior del HUCA |
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Así se hace le mantenimiento del paseo exterior del HUCA |
Corría el mes de
junio de 2014, cuando denunciamos el lamentable estado del paseo que discurre
entre la entrada de la zona de consultas y el servicio de oncología
radioterapia. Al inicio de este paseo, en la zona más cercana a la entrada de
consultas, se encuentra la parada del autobuses, otra de los elementos de polémica
ya en su día.
Ya por aquel entonces
aportamos las fotografías que demostraban lo que ocurría cuando llovía con las
baldosas del paseo, el cual sin apenas haber sufrido transito alguno, mostraba
las baldosas en su mayoría sueltas. En aquellos momentos se estaba realizaba el sembrado de la zona verde,
por lo tanto a día de hoy ya llovió en varios ocasiones y en las fotografías se
puede apreciar lo que ocurre. Y es que las baldosas y adoquinados de La
Cadellada, entonces no pudieron disfrutar de la compañía de sus inseparable
amigo “el cemento”, el cual a día de hoy suponemos que continua en la fábrica
de Tudela Veguin, pues en las aceras y demás accesos, en la mayoría de los
casos brilla por su ausencia, de ahí las continuas reparaciones..
Claro que en junio
de 2014 era utilizado por muy pocas personas, pues en aquellos primeros
momentos era difícil de situar las diferentes consultas, y saber cuál era la
distancia más corta entre dos puntos. Ya en aquellos momentos circular con una
silla de ruedas por dicho paseo, era todo una odisea, quienes habían puesto el
nivel para colocar la baldosas, seguramente que lo hicieron de lunes, y tras
sufrir una fuerte resaca, pues el tema, es difícil de comprender. Desde luego, lo
que está claro, es que no pesaron en la seguridad de los futuros transeúntes.
Algunos
desgraciadamente si tuvimos la oportunidad y la necesidad de buscar solución a
los problemas que surgían en aquellos días. Todo ello debido a que acudíamos a
la consulta de oncología radioterapia con personas cuya movilidad estaba
reducida. Gracias a la amabilidad de los trabajadores que desarrollaban su
labor en dicho servicio, y a su enorme humanidad, pues llegado el momento
incluso se prestaron a realizar labores de cicerón.
A día de hoy
siguen sin resolver uno de los más graves problemas para las personas con
movilidad reducida que acuden a consultas. Y es que para poder acceder a las
puertas de este servicio dos años después, continúan teniendo que llevar a cabo
una autentica odisea. Por no hablar de la necesidad de acudir siempre acompañados por dos personas, una para
desplazarlas, la otra es la que conduce el vehículo, el cual no puede quedar estacionado
en cualquier sitio, ya saben cómo funcionan las oficinas de recaudación.
Durante aquellos
meses, algún “plumilla” de cierto medio de comunicación escrito regional, vivía
más interesado en contrarrestar las denuncias que se hacían en las redes
sociales, y en las cartas que los usuarios mandábamos para que fueran
publicadas en dicho medio, que de sacar a la luz la verdadera situación que se
padecía y padece a día de hoy en el HUCA. Susodicho vivía solo pendiente de defender
intereses personales y de amistad, anteponiendo estos, a su labor de informar,
y hacerlo de forma fidedigna.
Así que no debe de
extrañar que este año le concedan la Medalla de Oro de Asturias, a quien tanto
lleva hecho por “la causa”, y que según parece, tan poco le importa lo que
ocurra con la sociedad asturiana.
Pero volviendo a
lo que de verdad nos importa, son ya centenares de baldosas que fueron
respuestas en los exteriores del complejo hospitalario de La Cadellada, son
decenas o quizás centenares de metros cuadrados que de nuevo debieron de ser
pisados y hormigonados. Por no hablar de los centenares de desperfectos y
chapuzas reparadas, que en su mayoría debieron de ser repuestos, por la mala
calidad de los mismos.
Culpar al tráfico
del deterioro de las baldosas y adoquines que circundan las instalaciones de La
Cadellada, es tanto como llamar ingenuos a los miles de personas que
diariamente pululan por dichas instalaciones, y pueden comprobar con sus propios
ojos, el deterioro que padecen las instalaciones, motivado en todo caso, por la
mala calidad de los mismos.
No puede ser que
cuando alguno de los supervisores de la obra entregaba el parte a su encargado
advirtiendo que los grosores del hormigón no se correspondían con los que
indicaban las memorias del proyecto, mucho menos con las calidades reflejadas
en el mismo, estos les mandaran callar, afirmando que no les correspondía a
ellos dicha misión, al tiempo que dejaban entrever que sus comentarios podían
ser utilizados para una no renovación de su contrato, cosa que a posteriori le
ocurrió a más de uno.
Pero en todo este maremágnum
creado por obra y gracia del desgobierno de Asturias, donde como se puede ver el
control brillo por su ausencia, tiene unos responsables. Para evitar que nadie metiera
las narices, el desgobierno se encargo de crear un equipo de bomberos, a través
del cual todo quedaría atado y bien atado por los mismos que se sientan en el
consejo de gobierno. Así nace GISAPASA,
autentico cortafuegos, de uno de los mayores despilfarros de fondos públicos de
nuestra región.
Ahora ya estamos
en la fase de balones fuera. Pues para unos el mantenimiento de las aceras es
cosa del Consistorio Ovetense. Para otros es cosa del Principado de Asturias, o
lo que es lo mismo GISPASA. De una u otra forma, la responsabilidad es de los
mismos. Pues la mano del desgobierno que preside Javier Fernández, es la que se
escode en el consejo de administración de ese ente. El cual ya se pidió una y
mil veces que fuera disuelto, pero seguramente que por aviesas intenciones, continúa
ejerciendo el control de todo este despropósito.
Mientras todo esto
acontece, la Fiscalía de Asturias sigue sin tener conocimiento de todo ello.
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