lunes, 22 de agosto de 2016

Hace falta “propósito de la enmienda”


Y es que tanto los unos como los otros, parecen haberse olvidado las obras de misericordia. Señores para su conocimiento son 14. Si bien siete de ellas son corporales, las otras siete son espirituales. Por tanto, si ustedes las toman como punto de partida, estoy seguro que mucho mejor nos iría al resto. A modo de recuerdo:
Obras de misericordia corporales: 
1) Visitar a los enfermos
2) Dar de comer al hambriento
3) Dar de beber al sediento
4) Dar posada al peregrino
5) Vestir al desnudo
6) Visitar a los presos
7) Enterrar a los difuntos
Obras de misericordia espirituales: 
1) Enseñar al que no sabe
2) Dar buen consejo al que lo necesita
3) Corregir al que se equivoca
4) Perdonar al que nos ofende
5) Consolar al triste
6) Sufrir con paciencia los defectos del prójimo
7) Rezar a Dios por los vivos y por los difuntos.
Dicho esto, me produce un ligero sarpullido leer ciertos tipo de comentarios en el escrito publicado por el SIMPA. Tales como:
“….terminar con el régimen sancionador actual,…”  o
“El SESPA quiere una transición honesta y tranquila desde el régimen caciquil y digital a un “sistema de acceso equitativo al trabajo temporal, de forma que quién compita en igualdad, mérito y capacidad y demuestre mayor mérito obtenga mejor empleo”
Repasen todos juntos las obras de misericordia, y estoy hablando de la administración y los sindicatos. Sobre todo esos que algunos denominan de clase. Después reflexionen sobre lo que llevan haciendo unos y otros desde hace años.
Y no se me queden solo con la segunda de las obras de misericordia corporales. Ya saben aquella que dice  “dar de comer al hambriento”, que eso lo hacen todos francamente  muy bien.
Recuerden aquellas otras como “enseñar al que no sabe”, “dar buen consejo al que lo necesita”, “corregir al que se equivoca”, “perdonar al que nos ofende” (a mí el primero), “consolar al triste”, “sufrir con paciencia los defectos del prójimo” y “rezar a Dios por los vivos y difuntos”. Por cierto, estos últimos a todos ustedes parecen importarles muy poco. 

Con precipitación, como se plantea casi siempre todo en política sanitaria en Asturias, parece que es intención crear las bolsas de trabajo de Facultativos de Asistencia Especializada en este mes de Septiembre. Se había iniciado hace meses la negociación de una reforma del vigente Pacto de Contrataciones, en la que el SIMPA trabajó duramente, y que originaría un marco adecuado para su creación; pero de repente (al parecer porque “van a crearse de forma inmediata” – Busto dixit), se establecerán mediante una disposición transitoria sin finalizar dicha reforma. Quizá erróneamente alguien cree que solo por ello se les va a solucionar mágicamente la descapitalización humana del sistema, perpetrada durante años. Craso error. Hay muchos fallos que corregir para que tal cambio sea una solución y no otro problema. Crearlas con los actuales mimbres del Pacto hace imposible que funcionen.
Durante el mes de Agosto se convocaron dos reuniones urgentes de la Comisión de Bolsas. Afortunadamente, nosotros ya tenemos los deberes hechos y las reformas que necesita el sistema explicadas en las modificaciones que pedíamos en el Pacto. No se puede crear ninguna “bolsa” para FEAs con la redacción vigente, y además hay que aprovechar el trabajo para para corregir los errores de las bolsas actuales, sobre todo las de Atención Primaria. Las directrices que hay modificar son muchas, aunque algunas fundamentales: actualizar los baremos, mejorar los sistemas de elección de Áreas, de designación de candidatos por puntuación, eliminar los perfiles, terminar con el régimen sancionador actual, cambiar el sistema de llamadas… Por ahora la administración, cuyo talante es innegablemente más negociador que el de la previa, ha escuchado nuestras alegaciones y la mayoría le parecen razonables (aunque sólo de talante no se vive, luego hay que concretarlas).
Por si faltaran pirómanos en el fuego estival, el resto de Sindicatos, en la Comisión de bolsas han mostrado reiteradamente que tienen también líneas rojas está muy lejos de favorecer los derechos de los facultativos. Quizá les interese azuzar el fuego.
Si el SESPA quiere una transición honesta y tranquila desde el régimen caciquil y digital a un “sistema de acceso equitativo al trabajo temporal, de forma que quién compita en igualdad, mérito y capacidad y demuestre mayor mérito obtenga mejor empleo” (podemos ponernos exquisitos, pero eso son las bolsas) no les queda más remedio que hacernos caso. Sería apasionante, sino fuera muy peligroso, ver como se arreglan para casar nuestras razonadas exigencias, con la presión política y con  los intereses de otros sindicatos. El polvorín está listo. Las prisas siempre fueron malas Consejeras (de Sanidad, también, Paco).
Sabemos que la alternativa es seguir con lo que hay, lanzar a los eventuales a otra vorágine de convocatorias en Diciembre y judicializar todas las plazas. Pero vemos con enorme preocupación que si no se atiende a nuestras propuestas para corregir previamente los males endémicos de las contrataciones de personal, podrán crear bolsas, bolsones o bolsillos, pero auguramos ineficacia, desmotivación y un panorama de conflictividad más que duro.

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