Algunas
veces no llega con cerrar los ojos, hace falta tapar
la nariz.
Parece
ser que en las altas esferas de la sanidad asturiana el personal se está
poniendo nervioso, y ciertamente no es para menos, pues las situaciones de
arbitrariedad que se están viviendo desde hace tiempo, ya es imposible que
puedan ser negadas, y mucho menos se pueden ocultar por más tiempo.
Pero
es que ahora no sé si más de uno estará perdiendo los papeles, al pretender que
después de lo vivido estos últimos meses por mi parte, me olvide de todo, y me
siente plácidamente ver cómo pasa el tiempo. No sé si alguien ahora piensa que
las conversaciones se pueden olvidar, que las palabras incluso se las lleva el viento,
“…yo con los informes que tengo aquí, bla, bla, bla,… voy con ellos a donde haga
falta”. Estas no son exactamente sus palabras, pero si reflejan el contenido de
aquella conversación, cosa que alguien parece haber olvidado, pues llegado el
momento, y si hace falta, se van a desempolvar los informes. Se me olvidaba,
los informes existen, y ellos solos darán o quitarán razones.
Todo
esto hoy viene a cuento, por una serie de noticas aparecidas en los medios de
comunicación regional hace apenas unas horas, que vuelven a sembrar un mar de
dudas en la sociedad, algunas veces poco informada, no así, aquellos que
permanecemos al pie del cañón desde hace meses.
Ayer
viernes, el Consejero de Sanidad fue entrevistado en la programación de la
mañana de Onda Cero Radio en su emisora de Oviedo. Entre las preguntas que con
poco énfasis le hizo la periodista, todo hay que decirlo, estaba de nuevo el
tema de la denegación de los tratamientos oncológicos, cosa que como no podía
ser de otra manera, pues no tenía a nadie en su presencia que lo rebatiera, el
consejero volvió a negar que fuera cierto, y por si la falacia fuera poco,
culpo de ello a los profesionales. Lo que no sabía el consejero, que una “xana”
me había advertido de su presencia en la emisora, y mediante correo electrónico,
había hecho llegar a la redacción varias preguntas.
Pero
el día a Faustino ya se lo habían empezado a dar nada más levantarse los
responsables del sindicato USIPA, cuando en el diario La Nueva España,
denunciaban la situación que se vive en el servicio de oncología radioterapia,
donde dos de dichos profesionales están siendo acosados laboralmente, se los
intenta desprestigiar profesionalmente desde hace más de un año, impidiendo
incluso que entren en quirófano, al parecer por órdenes expresas de la
dirección del HUCA.
Claro
que las mentiras tienen las piernas muy cortas, y la noticia aparecida esta
semana en algunos medios de comunicación, donde el doctor Herminio Arturo González
Suarez demostraba su valía profesional, eso si fuera de nuestra región, porque
en Asturias no le permiten trabajar desde hace 14 meses, echa por tierra todas
las falacias tejidas por los gestores de la sanidad asturiana, con la
complicidad de algún títere a su servicio, lo que viene a demostrar que la
envida es una mala consejera para algunos, mientras que otros pretenden que los
ciudadanos comulguemos con ruedas de molino.
Con
relación a la noticia de LNE y el desmentido que realiza el Doctor Luis Olay
Gayoso, a la sazón Jefe del Servicio de Oncología Radioterapia, creo que yo
puedo opinar también sobre ese tema. Y lo hago desde la experiencia vivida al
lado de mi padre durante casi 14 años, durante todo este tiempo creo haber
atesorado suficientes vivencias, como para tener formado un criterio del
funcionamiento del servicio, y de las personas que lo atienden.
No
recuerdo que a mi padre lo atendiera en ningún momento el Señor Olay, y lo acompañe
en 95% de las veces que acudió a consulta, pues su intervención de
braquiterapia la había realizado el doctor Pedro J. Prada, pasando poco tiempo
después a ser atendido por los doctores González y Giménez. Salvo en contadas
ocasiones, y creo que por razones organizativas, fue atendido por otras dos
doctoras, una de ellas, creo recodar que fue la doctora Rivero, en no más de
dos ocasiones, y para controlar en aquel momento el marcador del PSA.
En
cuestiones de capacitación profesional de los doctores que trabajan en el
departamento, yo no voy ser tan atrevido para opinar, pero si me molesté en
investigar un poco, y pude llegar a ciertas conclusiones, y si a los hechos nos
remitimos, zapatero a tus zapatos. Pues tras la marcha del doctor Prada del
HUCA hace ya varios años, las braquiterapias las realizan los doctores González
y Giménez, hasta que alguien decide que,… por razones,… ¿¿?? con la
complicidad ¿de quién Señor Olay?
Lo
que eran simples roces, se convierten en problemas, hasta que el tema se enquista,
así se paso al acoso y que casualidad que lo sufren las dos personas que
realizaban la braquiterapias. Tiempo después se logro que no volvieran entrar
en quirófano por orden de las mal altas esferas, que no vieran más pacientes,
asignándolos de aquella manera a otro servicio, con el único propósito de
amargarles la existencia y desprestigiarlos profesionalmente.
Mire
señor Olay, si un día tengo la desgracia de caer en cualquier servicio del
HUCA, quiero que me atienda un profesional que esté formado en la especialidad,
que tenga experiencia a sus espaldas, cuanta más mejor, las practicas y las
disecciones, se hacen en la universidad, o como mucho y se me apura usted, las
dejamos como último recurso en manos de los médicos forenses.
Ya
por último tengo que decirle señor Olay, que la música para relajar a los
pacientes me parece bien, pero no se olvide de exigir a quienes lo pusieron en
el puesto que ocupa, que no le denieguen los fármacos para tratarlos, esa es la
mejor terapia, por lo menos mientras que no se demuestre lo contrario, pues
como usted bien sabe, la enfermedad es muy dura, y la lucha de algunos
pacientes que no se resignan, es titánica.
Claro
que se me olvidaba, usted no puede
enfrentarse a ellos, pues son los que lo pusieron de forma “táctil” en el puesto.
Ahora entiendo su ausencia en aquella reunión de la Comisión del Uso Racional
del Medicamento y Productos Sanitarios (CURMP) bajo la denominación de comisión
ad hoc, donde se tenia pensado hablar del acetato de abiraterona, no quería
quedar en evidencia ante otros profesionales.
La
vida de las personas no tiene precio, padezcan estas la hepatitis C, un cáncer
o una simple neumonía, pero si además se trata de la vida de un padre,
como bien usted sabe esa es irremplazable.
Aun
a riesgo de estar equivocado, que bien pudiera ser, permítame decírselo así
doctor Olay, menudo papelón que está haciendo, y usted lo sabe.
La Nueva
España13/2/2014
Usipa denuncia
decisiones arbitrarias en la radioterapia del Hospital Central
P. Á. El sindicato USIPA difundió ayer una denuncia en la que
asegura que "los pacientes asturianos diagnosticados de tumores de
próstata están marginados por la dirección gerencia del Hospital Universitario
Central de Asturias (HUCA)". Según la citada organización, una serie de
problemas internos en el servicio de oncología radioterápica "hacen que
profesionales de reconocido prestigio nacional en los tratamientos de braquiterapia
estén relegados a otros campos de acción". Esta situación "está
comprometiendo gravemente la asistencia a pacientes con patologías
oncológicas". "Desde 2013, dos médicos están desplazados de la
braquiterapia por motivos que más bien parecen responder a un capricho personal
de la dirección gerencia", indica USIPA.
Entre tanto, Luis Olay, jefe del servicio de oncología radioterápica, niega
que, tal y como señala USIPA, haya dos quirófanos
cerrados, y puntualizó que todas las medidas adoptadas han sido consensuadas
con la dirección sobre la base de "razones organizativas y
asistenciales". "En radioterapia, no existen especializaciones. Lo
que se necesita, y así lo estamos cumpliendo, es formación y experiencia por
parte de los profesionales", agrega Olay.
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