sábado, 14 de febrero de 2015

Algunas veces no llega con cerrar los ojos, hace falta tapar la nariz.



Algunas veces no llega con cerrar los ojos, hace falta tapar 

la nariz.

Parece ser que en las altas esferas de la sanidad asturiana el personal se está poniendo nervioso, y ciertamente no es para menos, pues las situaciones de arbitrariedad que se están viviendo desde hace tiempo, ya es imposible que puedan ser negadas, y mucho menos se pueden ocultar por más tiempo.
Pero es que ahora no sé si más de uno estará perdiendo los papeles, al pretender que después de lo vivido estos últimos meses por mi parte, me olvide de todo, y me siente plácidamente ver cómo pasa el tiempo. No sé si alguien ahora piensa que las conversaciones se pueden olvidar, que  las palabras incluso se las lleva el viento, “…yo con los informes que tengo aquí, bla, bla, bla,… voy con ellos a donde haga falta”. Estas no son exactamente sus palabras, pero si reflejan el contenido de aquella conversación, cosa que alguien parece haber olvidado, pues llegado el momento, y si hace falta, se van a desempolvar los informes. Se me olvidaba, los informes existen, y ellos solos darán o quitarán razones.
Todo esto hoy viene a cuento, por una serie de noticas aparecidas en los medios de comunicación regional hace apenas unas horas, que vuelven a sembrar un mar de dudas en la sociedad, algunas veces poco informada, no así, aquellos que permanecemos al pie del cañón desde hace meses.
Ayer viernes, el Consejero de Sanidad fue entrevistado en la programación de la mañana de Onda Cero Radio en su emisora de Oviedo. Entre las preguntas que con poco énfasis le hizo la periodista, todo hay que decirlo, estaba de nuevo el tema de la denegación de los tratamientos oncológicos, cosa que como no podía ser de otra manera, pues no tenía a nadie en su presencia que lo rebatiera, el consejero volvió a negar que fuera cierto, y por si la falacia fuera poco, culpo de ello a los profesionales. Lo que no sabía el consejero, que una “xana” me había advertido de su presencia en la emisora, y mediante correo electrónico, había hecho llegar a la redacción varias preguntas.
Pero el día a Faustino ya se lo habían empezado a dar nada más levantarse los responsables del sindicato USIPA, cuando en el diario La Nueva España, denunciaban la situación que se vive en el servicio de oncología radioterapia, donde dos de dichos profesionales están siendo acosados laboralmente, se los intenta desprestigiar profesionalmente desde hace más de un año, impidiendo incluso que entren en quirófano, al parecer por órdenes expresas de la dirección del HUCA.
Claro que las mentiras tienen las piernas muy cortas, y la noticia aparecida esta semana en algunos medios de comunicación, donde el doctor Herminio Arturo González Suarez demostraba su valía profesional, eso si fuera de nuestra región, porque en Asturias no le permiten trabajar desde hace 14 meses, echa por tierra todas las falacias tejidas por los gestores de la sanidad asturiana, con la complicidad de algún títere a su servicio, lo que viene a demostrar que la envida es una mala consejera para algunos, mientras que otros pretenden que los ciudadanos comulguemos con ruedas de molino.
Con relación a la noticia de LNE y el desmentido que realiza el Doctor Luis Olay Gayoso, a la sazón Jefe del Servicio de Oncología Radioterapia, creo que yo puedo opinar también sobre ese tema. Y lo hago desde la experiencia vivida al lado de mi padre durante casi 14 años, durante todo este tiempo creo haber atesorado suficientes vivencias, como para tener formado un criterio del funcionamiento del servicio, y de las personas que lo atienden.
No recuerdo que a mi padre lo atendiera en ningún momento el Señor Olay, y lo acompañe en 95% de las veces que acudió a consulta, pues su intervención de braquiterapia la había realizado el doctor Pedro J. Prada, pasando poco tiempo después a ser atendido por los doctores González y Giménez. Salvo en contadas ocasiones, y creo que por razones organizativas, fue atendido por otras dos doctoras, una de ellas, creo recodar que fue la doctora Rivero, en no más de dos ocasiones, y para controlar en aquel momento el marcador del PSA.
En cuestiones de capacitación profesional de los doctores que trabajan en el departamento, yo no voy ser tan atrevido para opinar, pero si me molesté en investigar un poco, y pude llegar a ciertas conclusiones, y si a los hechos nos remitimos, zapatero a tus zapatos. Pues tras la marcha del doctor Prada del HUCA hace ya varios años, las braquiterapias las realizan los doctores González y Giménez, hasta que alguien decide que,… por razones,… ¿¿?? con la complicidad  ¿de quién Señor Olay?
Lo que eran simples roces, se convierten en problemas, hasta que el tema se enquista, así se paso al acoso y que casualidad que lo sufren las dos personas que realizaban la braquiterapias. Tiempo después se logro que no volvieran entrar en quirófano por orden de las mal altas esferas, que no vieran más pacientes, asignándolos de aquella manera a otro servicio, con el único propósito de amargarles la existencia y desprestigiarlos profesionalmente.
Mire señor Olay, si un día tengo la desgracia de caer en cualquier servicio del HUCA, quiero que me atienda un profesional que esté formado en la especialidad, que tenga experiencia a sus espaldas, cuanta más mejor, las practicas y las disecciones, se hacen en la universidad, o como mucho y se me apura usted, las dejamos como último recurso en manos de los médicos forenses.
Ya por último tengo que decirle señor Olay, que la música para relajar a los pacientes me parece bien, pero no se olvide de exigir a quienes lo pusieron en el puesto que ocupa, que no le denieguen los fármacos para tratarlos, esa es la mejor terapia, por lo menos mientras que no se demuestre lo contrario, pues como usted bien sabe, la enfermedad es muy dura, y la lucha de algunos pacientes que no se resignan, es titánica.
Claro que  se me olvidaba, usted no puede enfrentarse a ellos, pues son los que lo pusieron de forma “táctil” en el puesto. Ahora entiendo su ausencia en aquella reunión de la Comisión del Uso Racional del Medicamento y Productos Sanitarios (CURMP) bajo la denominación de comisión ad hoc, donde se tenia pensado hablar del acetato de abiraterona, no quería quedar en evidencia ante otros profesionales.
La vida de las personas no tiene precio, padezcan estas la hepatitis C, un cáncer o  una simple neumonía,  pero si además se trata de la vida de un padre, como bien usted sabe esa es  irremplazable.
Aun a riesgo de estar equivocado, que bien pudiera ser, permítame decírselo así doctor Olay, menudo papelón que está haciendo, y usted lo sabe.


La Nueva España13/2/2014

Usipa denuncia decisiones arbitrarias en la radioterapia del Hospital Central

P. Á. El sindicato USIPA difundió ayer una denuncia en la que asegura que "los pacientes asturianos diagnosticados de tumores de próstata están marginados por la dirección gerencia del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA)". Según la citada organización, una serie de problemas internos en el servicio de oncología radioterápica "hacen que profesionales de reconocido prestigio nacional en los tratamientos de braquiterapia estén relegados a otros campos de acción". Esta situación "está comprometiendo gravemente la asistencia a pacientes con patologías oncológicas". "Desde 2013, dos médicos están desplazados de la braquiterapia por motivos que más bien parecen responder a un capricho personal de la dirección gerencia", indica USIPA. 


Entre tanto, Luis Olay, jefe del servicio de oncología radioterápica, niega que, tal y como señala USIPA, haya dos quirófanos cerrados, y puntualizó que todas las medidas adoptadas han sido consensuadas con la dirección sobre la base de "razones organizativas y asistenciales". "En radioterapia, no existen especializaciones. Lo que se necesita, y así lo estamos cumpliendo, es formación y experiencia por parte de los profesionales", agrega Olay.

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