La ética y la estética médica
La ética esta definida en el diccionario de la Real Academia Española de la Lengua como:
“Ciencia que estudia las acciones humanas en cuanto se relacionan con los fines que determinan su rectitud. En general toda ética pretende determinar una conducta ideal del hombre.”
Entonces bien pudiéramos decir que la ética es la libertad de pensar, de decidir, de tomar una decisión razonada y de forma razonable, teniendo en cuenta sus pros y sus contras. Pero es que además esto enlazada con le ética y la necesaria regeneración que la sociedad necesita por carecer en estos momentos de algunos valores que el libertinaje –libertad mal entendida y peor comprendida- fue instaurando en el entorno de un concepto de democracia una y mil veces prostituida.
Es curioso comprobar como la corrupción va más aya de la crisis financiera, de la crisis económica, de la crisis de la familia, etc., y termina por enraizar en una profunda crisis moral, de la cual no se libra prácticamente nadie, siendo las instituciones del Estado donde mejor acomodo encuentra, por medio de los okupas que en ellas parasitan.
Por eso que algunas actitudes del ser humano en la vida, las podemos tratar de medir mediante el baremo de la ética, siendo esta el enjuague que nos facilita comprobar la moralidad de los actos del hombre, y que nos permite ver, cual, o cuales de aquellos actos son buenos o malos. Decir pues que un acto es correcto, o una decisión es coherente con los principios de la persona, viene a su vez marcada por la moralidad de esta, que es tanto como decir, que es éticamente correcta.
Mas de uno se esta planteando hacia donde los quiero llevar hoy con mi reflexión. Quisiera hacer ver la total carencia de ética de algunos cargos públicos, así como su flagrante amoralidad, por lo menos en cuanto tienen que tomar alguna decisión que afecte a terceras personas. La carencia de principios, algunos de los cuales nos vienen dados en la familia desde nuestra más tierna infancia, los cuales la sociedad actual distorsiona a su antojo y capricho, lleva a los fundamentalista hacia posturas intransigentes, cargadas a su vez de intolerancia y sectarismo, conceptos todos estos, carentes de cualquier tipo de ética.
Por eso, que los argumentos éticos llevados al terreno de la medicina, nos permiten discernir perfectamente entre la ética medica, y al “estética” medica. Mientras que la ética se basa en la toma de decisiones, partiendo de la base de un Juramento Hipocrático, basado en el principio del auxilio al paciente, así como la obligación de aplicar todo el saber y los recursos de que dispone el profesional para curar, o en su defecto, para poder aportar calidad de vida al doliente. La medicina “estética”, es ese nuevo concepto imperante den la sociedad actual, la asturiana sin ir mas lejos, que muy pocos conocen, donde se nos dice que la medicina esta a nuestro servicio, y se asegura que se hace todo lo posible para curar y ofrecer calidad de vida al paciente, pero donde desgraciadamente algunos de los “seudo profesionales”, carentes de principios morales, y por lo tanto de ética médica alguna, piensan más en las directrices economicistas marcadas por algunos gestores, los cuales a su vez sobreviven socialmente, con una total carencia de cualquier tipo de principios, muchos de los cuales hacen tiempo dejaron aparcado el Juramento Hipocrático en el cajón de algún despacho, y por lo tanto, vendieron su alma al diablo.
Estos engendros sociales, tan solo son capaces de ver, oír y actuar en consecuencia, bajo la droga que les proporciona ética del euro, con la cual comulgan, y a la cual se deben, siendo entonces este el prisma sobre el cual se asienta la “estética médica” en Asturias.
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