La Hepatitis C y el Sovaldi (sofosbuvir) 60.000 €uros, paciente año

La Hepatitis C y el Sovaldi (sofosbuvir) 60.000  €uros, paciente año  

A lo largo de los últimos meses vengo siguiendo muy de cerca todas y cada una de las intervenciones del Consejero de Sanidad Faustino Blanco, si un elemento es común en todas sus apariciones publicas, es un elevado grado de demagogia, por lo tanto, no es de extrañar encontrarnos con frases como, “es necesario diseñar una política clara de acceso a los nuevos fármacos con el fin de que todos los ciudadanos puedan beneficiarse con equidad e independientemente del lugar de residencia", no se crean que estas palabras son dichas por un corazón arrepentido, quien pronuncia estas palabras es una persona que entre sus enormes carencias, esta la de decir la verdad. Que de su boca salgan expresiones tales como, “ … que todos los ciudadanos puedan beneficiarse con equidad …” son la muestra palpable de que desconoce el significado de tales palabras.

Si no es el mayor error, si es uno de los mayores  cometidos en nuestra democracia, me estoy refiriendo el de  haber transferido la sanidad a las CCAA, sin saber claro está, que un día podía ser gestionada por un personaje como Faustino Blanco, y que este, podría causar tanto daño en tan poco tiempo, a un sistema que tantos años se tardo en levantar.

Cuando Blanco pide “al Gobierno de Rajoy que ponga en marcha un fondo, con financiación estatal, para incorporar los nuevos medicamentos a las carteras de salud de las comunidades autónomas”, esta pidiendo fondos para malgastarlos de forma desaforada, sin criterios de ningún tipo.

El consejero de Sanidad señala que el Servicio de Salud ha autorizado en los últimos meses el tratamiento con “Sofosbuvir” a 32 pacientes en lista de espera de trasplante, trasplantados o con cirrosis. Blanco subraya que en todos los casos se han seguido las recomendaciones de la Agencia Española del Medicamento y las indicaciones de los facultativos del SESPA.

Aquí de nuevo me vuelvo a perder, resulta que se puede hacer un gasto de 60.000 €uros paciente año, cosa de la cual me alegro profundamente, sobre todo por los pacientes, para lo cual se siguen escrupulosamente las recomendaciones de la Agencia Española del Medicamento, y ahora pretenden convencernos de que todos somos iguales.

El articulo 43.1 de nuestra Constitución nos ampara a todos por igual, por lo tanto, con el acetato de abiraterona se podría haber hecho el gasto de 36.000 €uros paciente año, esto nos viene a dar la razón a todos aquellos que dijimos una y otra vez que el consejero de Sanidad del des-gobierno de Asturias estaba mintiendo. Aquí me corresponde acordarme del “paracaidista de Jove” un tal Roberto, que en su día como buen palanganero del señor Blanco, y no fue la única ocasión en que lo hizo, quiso engañar a la opinión publica con el denominado “coste eficiencia”, claro que no era un familiar suyo para el que se pedía el tratamiento, si así fuera, estoy seguro que otro gallo cantaría. Cuando van transcurridos casi quince meses de aquellas declaraciones en LNE, creo que tengo todo el derecho del mundo para decirle a este “seudo profesional”, que es un miserable.

Para redondear la matraca escuchen, el consejero recuerda también que, desde el pasado mes de julio, Asturias cuenta con un comité técnico asesor para el tratamiento de la hepatitis C crónica constituido por especialistas en la materia”. Lo que no dice, es que en estas comisiones, al igual que otras, son constituidas de cara a la galería, para dar forma de legalidad a decisiones tomadas de ante mano por el propio consejero y el SESPA, sin ir más lejos, las reuniones para desbloquear algunos tratamientos oncológicos, las cuales fueron una farsa, puesto que en ellas no se tuvo en cuenta la opinión de los profesionales, si se tomo en consideración los criterios políticos, previamente establecidos por los convocantes de la comisión.

Para finalizar Blanco, “… considera que la solución a la costosa incorporación de medicamentos innovadores debe tener carácter nacional”, insisto, es además una voz mayoritaria que se escucha dentro de la sociedad, la sanidad, al igual que la educación, tienen que volver a depender del Gobierno Central, pues a los aprendices de brujo, estos temas les quedan muy grandes, y si quieren experimentar, que lo hagan con gaseosa, pero nunca con la vida de los ciudadanos.