Escándalo en la
lucha contra el cáncer: se ha desviado un millón en obras de arte como estas
El Centro de Investigaciones Oncológicas habría dedicado a actividades artísticas tres millones desde 2018
THE OBJECTIVE ha tenido acceso a algunas de las obras de
arte compradas por el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) – dependiente del Ministerio de Ciencia,
Innovación y Universidades– con fondos públicos que debían
haber sido utilizados para la investigación de la lucha contra el cáncer. En total, según la información a la que ha tenido acceso
este periódico, se ha desviado a actividades artísticas casi un millón de euros
en un año y, en total, casi tres
millones entre 2018 y 2023.
El centro de investigación de la lucha contra el cáncer dedicó cientos de miles de euros a comprar obras de arte y a «actividades artísticas» que nada tienen que ver con el desarrollo que debería realizar en el organismo, según ha adelantado ABC y ha podido confirmar THE OBJECTIVE. Este periódico ha tenido acceso a los documentos que confirman que se han desviado fondos que deberían haber sido destinados a investigaciones oncológicas y se han empleado en exposiciones, un stand en ARCO (la feria de arte contemporáneo de Madrid), viajes, manutención y alojamiento de las personas empleadas.
Un informe del portal de transparencia sobre CNIO Arte, firmado por la secretaria general de Investigación del Ministerio de Ciencia, Innovación Universidades, Eva Ortega, revela el gasto en actividades artísticas en el centro. El desembolso en obras de arte como las que este periódico publica ha ascendido a 291.979,35 euros. A esto hay que sumarle «el gasto del personal de la Oficina de Imagen Institucional, responsable de la ejecución de la actividad de CNIO Arte, que ha sido de 585.106 euros desde 2018 a 2023. En total, 877.787,99 euros.
Esta obra está hecha por Dora García, una artista española que reside en Oslo. Según el CNIO, contó con ella en su séptima edición, y con el macroecólogo David Nogués-Bravo «para complementar la dupla artista-científico en la que se sustenta el programa anual». En su primer encuentro, explican desde el centro, ambos deciden viajar juntos al archipiélago de Svalbard, en el Ártico, para «conversar e iniciar su futura colaboración sobre la cuestión del cambio climático y la pérdida de la biodiversidad biológica».
Según la página web del CNIO, este proyecto «es una iniciativa que establece el contacto entre científicos y artistas de primera fila internacional para explorar los territorios comunes entre la investigación científica y la creación artística. Está inspirado en el libro editado por el CNIO Excelentes, con fotografías de Amparo Garrido y textos de Mónica G. Salomone, que presenta retratos y biografías de científicos de gran prestigio. CNIO Arte invita cada año a unos de los científicos de Excelentes y a un artista a entablar un dialogo que redunde en la creación de una o varias piezas por parte del artista». Los investigadores denuncian que lo que necesitan es «invertir en talentos investigadores, no en arte que nada tiene que ver la lucha contra el cáncer».
Además, a este gasto hay que sumarle otro de personal, correspondiente a siete empleados del centro (tres personas de Comunicación, dos del área de Filantropía y dos del departamento de Imagen Corporativa) que también colaboran para dar visibilidad a CNIO Arte. Los gastos de este personal entre 2018 a 2023 suman 1.898.249 euros. Sumado a lo anterior, el total es de 2.776.036 euros.
Según las fuentes consultadas, se considera que el departamento cuenta con un número de personal excesivo, especialmente si se comparan sus efectivos con las actividades de comunicación y relaciones con los medios del CNIO.
Viajes a Mozambique y Chicago
Desde el CNIO confirman que también han destinado los fondos a viajes como Mozambique que supuso un gasto de 5.542,06 euros; Oslo de 6.503,78 euro; Chicago de 4.523,83 euros; y Washington de 4.177,74 euros. Este periódico ha tenido acceso a los Estatutos del CNIO y en el apartado «fines de la fundación» no se hace mención alguna a actividades artísticas. «La finalidad de la fundación es el fomento de la investigación oncológicas a través del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas Carlos III que se promueva y sostenga, y la consiguiente promoción de avances científicos y sanitarios en el área oncológica», reza dicho aportado.
Así, enumera los proyectos necesarios para desarrollar dicha labor, los cuales son:
1. Ejecutar proyectos de investigación oncológica y difundir sus resultados a través de los medios adecuados.
2. Implicar a los especialistas e investigadores más prestigiosos en las actividades del CNIO, mediante actos de debate y puestas en común.
3. Colaborar en el diseño del marco de principios generales y directrices para el fomento y la ordenación de las actividades relacionadas con la investigación oncológica en España.
4. Desarrollar planes de formación mediante acciones específicas, como seminarios, programas de formación de becarios, supervisión de tesis doctorales y otras iniciativas que contribuyan a la formación.
5. Mantener un contacto constante con entidades privadas del sector para fijar objetivos comunes, alcanzar acuerdos de colaboración y financiación con entidades públicas o privadas, garantizando así una autofinanciación elevada y, por tanto, la rentabilidad económica y social de la fundación.
Las donaciones de particulares
Desde el Ministerio aseguran que, gracias a la iniciativa CNIO-Arte, han logrado generar ingresos entre 2018 y 2023 por un total de 85.000 euros de la Fundación Banco de Santander, 600.000 euros en donaciones a la plataforma Amigos del CNIO y 13.216 euros por la venta de fotograbados. Además, se suma una donación anual de 100.000 euros, proveniente de un único donante, cuyo destino se asigna libremente por la directora a través de la plataforma Amigos del CNIO. Con estos fondos, aseguran poder cubrir parte de los gastos asociados a CNIO-Arte.
Sin embargo, según fuentes internas consultadas por THE OBJECTIVE, muchos de los donantes realizan sus aportaciones con la esperanza de contribuir a la lucha contra el cáncer, tal y como se especifiva en la página web de la organización. Lo que estos donantes desconocen es que, en realidad, los recursos no se destinan a la investigación oncológica, sino a proyectos de arte. «Esta discrepancia entre las buenas intenciones de quienes donan y el destino final de su generosidad puede generar un profundo malestar y una sensación de engaño si se percatan de que su apoyo a la causa de la ciencia no está siendo utilizado como esperaban», concluyen las mismas fuentes.
Fuente documental:
https://theobjective.com/espana/tribunales/2024-12-12/escandalo-lucha-cancer-obras-arte/
No hay comentarios:
Publicar un comentario