Hace ya cinco años que el
Hospital Universitario Central de Asturias -
HUCA abrió sus puertas, pero las críticas a sus infraestructuras no cesan. Mientras tanto los muchos defectos encontrados desde su puesta en funcionamiento continúan sin ser
subsanados.
Mientras que en una sociedad donde a los políticos
se les llena la boca con demasiada frecuencia para hablar de las mejoras realizadas
en la movilidad de las personas con discapacidad. En el HUCA, el buque insignia de nuestra Sanidad pública, y más concretamente en la zona de
Consultas, existe un problema de movilidad para pacientes dependientes, que ya debería de estar subsanado a estas horas, pero al cual GISPASA
parece no estar dispuesto a dar solución.
Los acompañantes de los pacientes
con movilidad reducida se encuentran con un grave problema cuando llegan a las
instalaciones de La Cadella. Problema que dicho sea de paso, no existía en el viejo
hospital del Cristo. Como es lógico, aquellas personas con impedidas o movilidad reducida,
que precisan disponer de una silla de ruedas para sus desplazamientos, bien propia,
o de las que el hospital pone a disposición de los pacientes para tal menester,
se ven en la necesidad de solventar por su cuenta los múltiples impedimentos
que GISPASA consintió en su día, y que precisan de una solución urgente.
Hace falta un carril de
acceso que permita a los vehículos acercarse a la visera del edificio de
Consultas para bajar o recoger a un paciente con movilidad reducida o limitada
temporalmente. Si cuando en su día se diseñó el hospital nadie tuvo en cuenta
este pequeño detalle, es hora de buscarle una solución, pues el espacio para
llevarla a cabo existe. Los profesionales del taxi tampoco fueron tenidos en
cuenta en su momento, y se les dio una solución, la cual se dijo sería temporal,
pero cinco años después, este colectivo forman parte del problema que propicia
el caos existente en la zona de llegada a Consultas, y que tantos dolores de
cabeza ocasiona a los trabajadores y a, los usuarios del hospital en general.
Quizás la parada del bus no
sea la más idónea, pero lo que es más que evidente, que la congestión que
propician en la zona los profesionales del taxi, no ayuda a resolver el
problema. Seguramente que los profesionales que prestan este servicio no tiene ninguna
culpa de ello, pues en su día aquellos que tenían la obligación de haberles
proporcionado un espacio donde poder ejercer su trabajo con comodidad, no los tuvieron
en cuenta. Pero todo ello es conocido por GISPASA, quien cinco años después siga sin
aportar solución alguna.
Los cientos o miles de
metros existentes en superficie, sobre la zona donde se encuentran los
aparcamientos de Consultas, bien podían haber sido pensados para dar solución al
problema que ahora subyace en La Cadellada. De nuevo se ve que algunos pensaron
más en la estética y en los jardines, que en la futura utilidad de espacios,
donde además se debería de presuponer unas aglomeraciones
considerables, más teniendo en cuenta que el nuevo HUCA es el hospital de
referencia de todos los pacientes asturianos.
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