Se
nos pretende vender de nuevo, que en Asturias se está preparando una estrategia
contra el cáncer, esta vez, basada en la prevención. Para ello se crea un
Comité del Cáncer del Principado de Asturias, el cual según parece ya inicio
los trabajos, con el objetivo puesto en elaborar un “documento”. Si bien dicho
comité “es un órgano
colegiado consultivo que depende de la Consejería de Sanidad, supuestamente
formado por profesionales de múltiples ámbitos de actuación, con implicación
directa en el manejo y tratamiento del paciente con cáncer”. Yo lo primero que
me pregunto, es si les dejarán trabajar libremente, o los llevara el Sespa a
las reuniones aleccionados de casa.
Cuando se quieren luchar contra una enfermedad como el cáncer o
cualquier otra, a mi modo de ver, se
deberían de utilizar todos los recursos que el sistema tiene a su alcance.
Cuando hablo de recursos, me estoy refiriendo tanto a los recursos materiales
como a los humanos, y hasta donde yo sé, esto no está ocurriendo.
Hace pocas horas que se anuncia de nuevo la incorporación de más
unidades para el tratamiento del cáncer, las cuales prestaran servicio desde el
HUCA. Se trataría de un aparato de radioterapia intraoperatorio, un acelerador
lineal y una resonancia que se utilizara principalmente para planificar los
tratamientos. Esta vez la adquisición de las nuevas “armas” contra el cáncer, es
posible, gracias al aporte económico que lleva a cabo la Fundación de Amancio
Ortega. Algunos de los cuales ya estaba planificado instalar cuando el hospital
fuese inaugurado, y que deberían de estar en funcionamiento, aquel día 21 de
enero de 2014, cuando se puso en marcha el servicio de Oncología Radioterapia
del nuevo complejo.
Pero ni estaban los equipos, y lo que es mucho más grave, el servicio
se ponía en marcha “castrado”. Ya que de los trece profesionales adscritos en
aquel momento al mismo, dos ellos estaban siendo acosados laboralmente por la
gerencia del hospital, llegando al extremo, de impedirles ejercer su labor
curativa, situación que se prolonga en el tiempo, y llega al día de hoy.
Si la carencia de recursos es más que evidente, ahora además se
reconoce públicamente, y se hace cuatro años después. Por otra parte los
recursos humanos no están todos a disposición de los pacientes, lo que propicia
largas listas de espera para recibir los tratamientos, por mucho que se
manipule, maquille y se niegue. Si los profesionales que a día de hoy permanecen
en el centro, en unos casos se les impide ejercer su labor, en otros se les
niegan los recursos, bien en forma de tratamientos, cuando no, impidiéndoles
dedicar más tiempo a la investigación. Entonces no nos debe de extrañar, que
estos profesionales poco a poco, al no verse queridos y valorados, se vallan a otros
hospitales, poniendo tierra de por medio. Hospitales donde su trabajo se vea reconocido, valorado,
pero sobre todo, que su figura de profesional sea respetada.
Llegados a este punto, no estaría de más preguntarnos ¿de qué estrategias se nos está hablando?....
Desde la Consejería de Sanidad se nos dice que entre sus objetivos está
“el abordaje integral de la enfermedad, dando prioridad a la prevención, y la
mejor de la asistencia sanitaria”.
El Comité del Cáncer creado para tal menester, pretende “reducir la
incidencia de la mortalidad por cáncer, sobre todo en patologías malignas
potencialmente evitables, acortar los plazos para el diagnóstico y tratamiento,
e incorporar con más rapidez los últimos avances científicos en los
tratamientos de estas enfermedades”.
Del Busto hace hincapié en que se “pretende mejorar el proceso
asistencial, optimizando la tecnología sanitaria, planificando la investigación
en cáncer y mejorar la formación de los profesionales”.
La
función del comité, que estaría compuesto por cirujanos, oncólogos,
anatomopatologos, psicólogos, personal de enfermería, así como otros
profesionales relacionados, conjuntamente con asociaciones de pacientes, sería
la de “dictar recomendaciones, instrucciones y
coordinar la asistencia oncológica con el objetivo de garantizar una atención
integral y de excelencia dentro del sistema sanitario público asturiano”
En Asturias el cáncer de
pulmón es hoy por hoy el que más bajas ocasiona, seguido del de colón,
próstata, vejiga e hígado, entre los varones. Las mujeres se ven afectadas por
tumores de pulmón, mama, colón, páncreas y estómago.
Si se analizan los casos de defunción
por tumores malignos según grupos de edad, se puede ver que entre varones
menores de 65 años los tumores más frecuentes son el cáncer de pulmón y ciertos
tumores digestivos (páncreas, estómago, colon). Las mujeres están afectadas por
su parte, por los de pulmón (que va en aumento, sobrepasando al de mama en este
grupo de edad), después vendría el de mama, ovario y colon.
Los mayores de 65 años sufren con más
asiduidad el de pulmón y colon, en el caso de los varones, junto con próstata,
vejiga e hígado. En las mujeres el colon sobrepasa al de mama y asciende al
primer lugar, seguido por mama, páncreas, pulmón y estómago.
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