miércoles, 21 de febrero de 2018

"El cortijo" de D. Enrique


Natural y vecino de Llaranes, ejerció en el Hospital Álvarez-Buylla de Mieres allá por los 80. Posteriormente fue jefe del Servicio de Admisión y Documentación Clínica.  Su siguiente destino fue la gerencia del Area Sanitaria II – Hospital Camen y Severo Ochoa de Cangas del Narcea. En el año 1995 pasa a desempeñar la dirección del Hospital Valle del Nalón, para un año después, marchar hacer las américas  a tierras Andaluzas.
Su hoja de servicios en el cortijo andaluz es extensa. Primero ocupo el Area Sanitaria Norte de Córdoba hasta el año 2000. Más tarde sería nombrado director-gerente de Hospital Clínico Universitario San Cecilio de Granada, pasando un tiempo después a dirigir el Hospital Virgen de las Nieves. Ya en 2004 asciende un nuevo peldaño, al ser nombrado viceconsejero de Salud de la Junta de Andalucía, pasando así a coordinar las ocho delegaciones provinciales de salud, convirtiéndose en el supervisor del Servicio Andaluz de Salud - SAS.
Tras la victoria electoral socialista en Asturias en el año 2012, decide regresar a casa con lo mucho aprendido. Pero como dice el refranero popular, “porque me quieres Andrés, por el interés”. Es entonces cuando es nombrado Director General de Innovación Sanitaria, teniendo para ello como padrino de bautizo a Faustino Blanco. Sirva como anécdota, que fue el encargado de organizar el equipamiento del nuevo HUCA y del Alvarez-Buylla,… En aquella época fue un tanto sonado el debate que el PJG se llevó a cabo por culpa de una “subida de sueldo para toda la vida al jefe de admisión del Hospital San Agustín, que era la plaza a la que volvería el por entonces director general de Innovación Sanitaria". Este tipo de casualidades, eran las que “Tino” Blanco denominaba “casos puntuales”. En aquella legislatura, el por entonces diputado de Foro Asturias Albano Longo, se había convertido en una auténtica pesadilla para algunos.
En 2013 dimite por “motivos personales” para regresar como jefe de la Unidad de Admisión en el San Agustín. Esto traducido al román paladín, sería algo así, como “ya hay otro cargo a la vista”. Así que poco tiempo después, como era de esperar, comienza a sonar como Gerente del Area Sanitaria III, a donde llega y pone en práctica todo lo aprendido en su periplo andaluz, sin darse cuenta que en Asturias no hay cortijos, aunque algunas veces lo parezca.
Y cuando el “capaz” saca su látigo, y decide no respetar con sus arbitrarias decisiones al personal sanitario a su cargo, pasa lo que era previsible. Los trabajadores cansados de tanto despotismo y tanta chabacanería, con el vaso de la paciencias rebosando desde hace tiempo, deciden denunciar la situación que están padeciendo dentro del cortijo, donde “el capataz” crecido, se cree que es amo, dueño y señor.
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La Voz de Avilés.- 19/2/2018

Las vacantes del Hospital Universitario San Agustín

Tanto las jubilaciones, como las vacantes creadas por diversos motivos, no se están cubriendo ni ofertando a los trabajadores incluidos en las listas de movilidad. En cambio se están pagando horas extraordinarias a determinados trabajadores, por realizar un trabajo que anteriormente se había organizado de otra manera siendo controlado por personal distinto al que ahora se ha ofrecido las horas extraordinarias y cambiando toda organización anterior y ni siquiera consultado, informado ni comentado con quien se encargó anteriormente.
Los traslados ofertados, solicitados y asignados en las listas de movilidad interna, los cuales son de carácter irrenunciable, se están incumpliendo, permitiendo a determinados trabajadores no incorporarse a los puestos asignados, colocándolos en otros puestos nuevos que se asignan “a dedo” sin ofertar a quien pudiera interesarle, así como la jefaturas dejadas libres por esa persona se están cubriendo con personas designadas igualmente “a dedo” sin convocar.
Se está dejando realizar funciones de organización, control y mantenimiento a trabajadores sin puesto, asignación ni nombramiento de ningún tipo, al igual que los casos anteriores totalmente “a dedo”, incumpliendo los acuerdos, pactos tanto con los sindicatos y trabajadores.

L. C

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