sábado, 23 de enero de 2016

La sanidad pública asturiana o “la teoría del caso”.




 

Después de poco más de semis meses de gestión, el consejero del Busto es incapaz de digerir el legado recibido. Pero no solo eso, es que además las listas en algunos casos continúan subiendo, y a falta de recetas milagrosas,  comienza la desbandada.

El primer síntoma de lo que digo, es que a día de hoy nadie quiera coger la patata caliente que supone hacerse cargo del buque insignia de la sanidad pública, el HUCA. Algunas fuentes indicaron esta misma semana, que tras haber realizado ofrecimiento del cargo a varias personas, el despacho de director  del macro complejo hospitalario, antaño deseado por muchos, no encuentra inquilino.

Por si esto fuera poco, tenemos en Asturias un “titiritero” por Presidente,  que de un tiempo a esta parte, no solo esta mudo, que ya es grave, ahora además anda ausente, y bien pudiera estar mostrando los primeros síntomas de amnesia, al igual que ocurre desde hace más de un año con su padrino y  mentor.

El Hospital de Cabueñes finalizó el año 2015 con 3.792 pendientes de una intervención quirúrgica, esto supone unos 80 pacientes más en las mismas fechas del 2014.

Mención aparte merecen los pacientes incluidos en las listas cuya espera supera los seis meses, donde a Cabueñes acompaña al HUCA, y juntos lideran todas las estadísticas.

Sirva como dato comparativo, que en el año 2011, el hospital gijonés tenía unos 3.200 pacientes a la espera de una intervención.

El SESPA por su parte ya reconoce abiertamente, haber cerrado el año con 592 pacientes los cuales soportan demoras de más de seis meses. Lo que continua sin saberse, es cuantos pacientes acumulan esperas de más de un año, ese es un dato que hace tiempo los gestores de la sanidad pública asturiana vienen ocultando, y no solo no quieren comentar, es que además se niegan hacer público.

Pero los datos son escandalosos, 18.700 pacientes esperan por una intervención, 72.855 aguardan por una primera consulta y 39.563 por una prueba de diagnostico (resonancia, ecografía, mamografía, colonoscopia y TAC).

A pesar de que la mejora en la atención es de cuatro días con relación al  año anterior, en estos momentos la espera se estable en torno a las 76 jornadas. Aquellos pacientes que estén pendientes para realizar una cirugía de una hernia discal, deberán de soporta 142 días (para los de la LOGSE, cuatro meses y 22 días) esto en el HUCA, pues en Cabueñes la espera es de 134 días.

Otras cuatro patologías superan los 100 días de espera, la hiperplasia benigna de próstata, los juanetes, la prótesis de cadera y la de rodilla.

Aunque las instalaciones de La Cadellada ostentan por si solas todos los records, al otro lado del caos esta el servicio de Cirugía Coronaria, con 55 días de espera y 5 pacientes en sus listas, siendo uno de los pocos servicios que se salvan de la quema.  Dermatología por su parte con 44 días de demora y Cirugía Torácica con 28 son los que menos demoras tienen.

A modo de resumen decir, que por sí solos el Hospital Monte Naranco y el HUCA acumulan 21.300 pacientes en espera de una cirugía. Así mismo dentro de este área IV, cortijo que maneja el “apoderado” Manuel Matallanas, 910 pacientes esperan por una intervención de cataratas, 4.547 por una prueba de diagnostico (resonancia) y 3.724 por una ecografía ¿Quién da más?

La gestión de la sanidad pública Asturiana no se resuelve con buenas palabras y cortinas de humo, tampoco con sectarismo y prepotencia.

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