Hoy nos despertamos con otra grata notica para todos los usuarios de la sanidad pública, de forma muy especial, para aquellos que precisen ser atendidos en el HUCA, y por extensión, para sus familiares o acompañantes.
Si ya es sangrante de por si tener que pagar por aparcar, ahora el SESPA o GISPASA, vaya usted a saber, se les acaba de ocurrir otra brillante idea, y es la de permitir la entrada en el perímetro del complejo de La Cadellada a la grúa municipal. No se les ocurre solicitar la colaboración de la Policía Municipal para regular el tráfico en momentos puntuales, o la contratación de unos guardias de seguridad para coordinar dentro de las instalaciones el buen funcionamiento de las mismas, que eso sería lo normal, no, eso no, ahora van camino de convertirse en la correa de transmisión del tripartito que gobierna Oviedo, y les van ayudar a recaudar. Porque esto no tiene otro afán, que el recaudatorio.
Hace ya muchos meses que yo mismo denuncie el caos existente en la entrada de consulta del HUCA, que nadie se lo puede ni imaginar, hasta que pasas por ello. Pero lo más sangrante de todo, es la total falta de previsión, que a día hoy continúan sin corregir. Ahora casi 20 meses después de su puesta en funcionamiento, continuamos con los mismos problemas de de accesibilidad para las personas que se encuentran con movilidad reducida. Pero esto se agrava cuando precisan utilizar una silla de ruedas, para quien no allá pasado por el trance, les puedo asegurar que es un autentica odisea. Y búscate la vida, pues como las carencias de personal son visibles a todos los niveles, tampoco disponen de celadores, los cuales, como ocurría antaño, en un momento determinado te puedan ayudar.
Si pensaron después de lo antes narrado, que no se puede superar el esperpento, están equivocados. A todo lo anterior, imagínense por un momento, que le añadimos un duro día de invierno, de esos que son avituales en el norte, donde al salir de casa hace falta la bufanda, el chaquetón y hasta la manta de la cama, y entonces el paciente debe de recorrer esos cien metros que existen desde donde puedes “arrimar” el coche para que se baje, hasta quedar guarecido en la puerta de consultas. Claro que esto solo lo sufren los pacientes, los gestores en sus despachos, parecen no haberse dado cuenta de nada de lo que ocurre en su entorno.
Ahora viene el tema aparcamientos. Cualquier persona que acuda a La Cadellada,
tiene casi la obligación de ir acompañado, pero si tiene problemas de movilidad, hacen falta dos personas, una para que lo acompañe y ayude a desplazarse, y la otra para aparcar el coche. Les aseguro que se de lo que hablo, pues desgraciadamente padecí el problema durante meses.
Por tanto, que a nadie se le ocurra estacionar para dejar a un paciente en cualquier sitio, que ahora viene la grúa, y ya saben que después, las reclamaciones den el depósito municipal. Si a alguien se le ocurre aparcar de cualquier manera, que haberlos ahylos, y visto lo visto, ténganse tranquilos que la Policia Municipal les va explicar el caso. Y no dejen las ventanillas abiertas, que ya ven lo que le paso a la mismísima Tte. Alcalde de Oviedo, la Señora Taboada, pero todo va ser por su seguridad, lo de recaudar, es solo una consecuencia a su despiste, ahora llamado por algunos, daño colateral, eso sí, a su cartera.
Un par de cosas más, hoy que estamos hablando de aparcamientos. ¿Cuando va dar GISPASA una solución a los autónomos del Taxi? Pues lo que se vive a diario en el acceso de consultas, es el más fiel reflejo, de lo que se vive de puertas hacia adentro en el complejo hospitalario, pudiendo confirmarse a posteriori en muchos casos, que la teoría del caos, se vive aquí como en ningún otro sitio. Aunque todo parece indicar, que nadie está dispuesto a poner solución. Pues o bien por incapacidad, o bien por intereses ocultos de algunos, todos ellos prefieren que todo continúe igual.
Y digo yo, porque no se aprovecha una parte de la superficie existente encima de los aparcamientos de pago en la zona de consultas - Parking 1, para que los trabajadores en superficie aparquen sus vehículos, sin que tengan que pasar por caja a diario, pues metros cuadrados para unas docenas de plazas existen.
Una vez más queda claro, que poder es querer, y lo demás, es falta de compromiso, dejadez, y una muestra clara de la incapacidad de unos cuantos apoltronados, que solo sirven para calentar los sillones y cobrar suculentos sueldos a final de mes. Amen claro está, de mantener una doble moral, diciendo que están al servicio de los ciudadanos, cuando la realidad es bien distante, ya están tan solo a el servicio de sus intereses, los cuales en más de una ocasión, no dejan de ser más que espurios
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La Nueva España.-24/1/2016
La Nueva España.-24/1/2016
HUCA, tráfico e incompetencias
Luis Ángel Fernández-Meré (OVIEDO)
Luis Ángel Fernández-Meré (OVIEDO)
El pasado 6 de febrero de 2015 se publicó en este mismo diario una carta titulada "Autos-locos y HUCA" en la que critiqué la regulación del tráfico en el HUCA.
Pues bien, ha pasado casi un año y la situación sigue, no igual, sino peor. El caos en la entrada al aparcamiento de consultas externas se repite día tras día.
Para aquellos que no lo conozcan, pasaré a describir la cuestión.
Situación regulada: rampa de acceso al HUCA con tres carriles. El de la izquierda, para ir al aparcamiento P-1, y los dos de la derecha, como subida hacia la zona de hospitalización. Todo perfectamente regulado mediante la señalización pintada en la calzada. Carriles de los extremos marcados con línea amarilla continua, que, como todo el mundo sabe, prohíbe pararse. No hay más señalizaciones: ni zona de estacionamiento ni parada de autobús, a pesar de haber sido instaladas marquesinas de espera de usuarios.
Situación real: ancha es Castilla. Por el carril izquierdo, los coches que van al aparcamiento P-1. Por el carril central, los que van correctamente hacia hospitalización y los que, al llegar el desvío izquierdo al P-1, se lanzan como kamikazes pasando por encima de líneas que indican lo contrario, incluyendo coches particulares, taxis y autobuses, que ya lo hacen por sistema. Y por el carril derecho, no puede circular nadie porque se usa como parada de autobuses, sin estar permitido y también por sistema.
Como se puede uno imaginar, la situación a primera hora de la mañana recuerda mucho al Viejo Oeste. Cada uno hace su voluntad, y todo gracias a que hoy en día los coches tienen una palanca que si la accionas se enciende una luz intermitente naranja que te permite hacer lo que te dé la gana, eso sí, si lo haces al mismo tiempo que tocas con insistencia el claxon.
Todo esto me cabrea y mucho. ¿Por qué tengo que cumplir las normas de regulación del tráfico, más o menos acertadas, pero obligatorias, y un grupo grande de personas puede hacer lo que le parece?
Como siempre, aparte de la crítica, aporto soluciones: o se hacen cumplir las normas de tráfico por la autoridad competente (que nunca está presente en la zona, pase lo que pase) o se quitan las señalizaciones del asfalto y se deja una rampa de acceso sin normas, libre de pintura, y allá cada uno.
Personalmente, apuesto por la primera, pero con algún cambio que facilite y agilice el movimiento de vehículos en las horas punta.
Fácil, ¿verdad? Pues a tomar nota y ponerse manos a la obra. A quien le corresponda, que no tengo ni idea: Policía Municipal, DGT, Ayuntamiento, gerencia del HUCA, Sespa, Consejería de Sanidad, Gobierno del Principado, Gobierno de España, CEE, ONU, OTAN, Agrupación Planetaria de la Vía Láctea, Conferencia Interestelar...
Ya está bien de incompetencias o, peor aún, de pasividad ante los problemas.
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