lunes, 28 de diciembre de 2015

Las listas de espera, como telón de fondo.



Hace tan solo unas horas, el consejero de sanidad nos deleitó a todos los asturianos con uno de esos publirreportajes, que nos hacen recordar a su predecesor en el cargo, con los cuales se pretende crear una cortina de humo, para que no podamos ver la frondosidad del bosque.
Pero incluso la frondosidad del monte se la están cargando, no digo que por acción directa, pero si por omisión, no hace falta más que ver las manifestaciones de los bomberos de Asturias ante la JG todos los jueves desde hace semanas, a las cuales nadie hace caso, así que ahora, ajo y agua, y pedir auxilio a la UME.   
Pero volviendo a la sanidad, es gratificante saber que ahora los tratamientos de la hepatitis C, están garantizados por un acuerdo tomado en la Junta General. Esperemos que no aparezca mañana un paciente diciendo todo lo contrario. Algunas de las expresiones utilizadas por el consejero en la entrevista, quieren de nuevo culpar a otros, de lo contario no es de rigor que se diga, “yo lo que les respondí es que me dijeran ellos a qué pacientes dejábamos de tratar y a quién dejábamos morir”. Suena muy fuerte, demasiado fuerte diría yo. Aunque de otro lado, no es nada nuevo, ya que es lo que se vino haciendo estos tres últimos años, eso sí, de forma sibilina por parte de aquellos que tuvieron en sus manos la toma de decisiones.
Mire consejero, tienen que cambiar la letra de la canción, la música, e incluso las revoluciones de giro del vinilo. A día de hoy, decir cosas como que, “el gasto social no es de derechas”, no es procedente por su parte, pero además, viene a demostrarnos que carece de argumentos con que intentar justificar, lo que ya por otra parte es injustificable.
Pero es que además lo veo sin mucho espíritu de lucha para poder ofrecernos a los asturianos una sanidad digna y de calidad, y claro está, para todos, no solo para los altos cargos de la administración socialista de Asturias. Disculpe que sea tan pesado con este tema, pero tanto usted, como los beneficiarios en su momento, son conocedores de lo ocurrido, y esa no es el tipo de sanidad Universal que algunos queremos.
Es hora también de aparcar la huelga de la sanidad, la apertura de los dos nuevos hospitales, y otras vagas disculpas que ya producen hartazgo y suenan a mal pagador.
De otro lado los puede usted llamar como quiera, planes de choque, o cargas del quinto de caballería, pero el caso es que las listas de espera continúan a su libre albedrío, y no parece haber nadie en la estructura organizativa del SESPA, que sea capaz de poner fin a tanto desatino.
Claro que no hay peor ciego que el que no quiere ver. Aquel hospital que algunos de infame recuerdo tildaron como un hito de referencia en el siglo XXI, pierde prestigio a pasos agigantados, pero no por culpa de los profesionales, ni mucho menos, aunque algunos desgraciadamente  tienen que marchar a donde los pongan en valor, ante el desbarajuste que ustedes tienen montado. Los culpables están localizados, y son aquellos que tienen el encargo de gestionar los recursos que poseen, pero o no saben, o no quieren hacerlo por oscuros interese que ya a nadie escapan, y los cuales no dejan a la sociedad indiferente, porque al final, todo se acaba sabiendo.
Y hablando de listas de espera, o desesperantes según se mire, aquí le dejo otro botón de muestra.

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La Nueva España.-26/12/2015

Listas de espera: sufrimiento para muchos (e inexistentes para otros)
Raquel Méndez Rigueras (Gijón)

Frecuentemente los medios de comunicación se hacen eco de las protestas sobre la sanidad pública de los pacientes asturianos/as por la larga demora en las listas de espera para ser evaluados o diagnosticados en la consulta de los facultativos especializados. Esperas que suscitan nuestra preocupación como pacientes y la de nuestras familias, al ignorar la trascendencia de nuestras dolencias, y en algunos casos producen un malestar con el médico o irritan a los usuarios, creando una crispación general...

Auténtico estupor me han producido las declaraciones del consejero de Sanidad, recogidas el pasado 15 de octubre de 2015 en el diario La Nueva España, cuando en la Junta General del Principado ha negado que se esté reduciendo al mínimo la contratación de personal para cubrir bajas y vacaciones y, por lo tanto, que se estén generando riesgos a los pacientes de la sanidad pública asturiana, negando que se hubiese cancelado o pospuesto una sola operación por la llegada del periodo estival. Pues permítanme aclararle que he sufrido durante seis meses, con un nivel de prioridad 1, el calvario de una lista de espera para una intervención que confirmase el origen de mi dolencia, con justificaciones del tipo ausencia de personal para la apertura de quirófanos en agosto, a lo que hay que añadir el peregrinar por pasillos hospitalarios rogando información al respecto, cuando en realidad es un derecho como pacientes, personas y ciudadanos.

Señores políticos, de uno y otro lado, que para esto es lo mismo, observo y sufro con mucha tristeza lo que está ocurriendo con nuestro sistema sanitario, del que ni siquiera se han dignado a hablar en el debate electoral. Unas listas de espera como las actuales deberían avergonzarles a todos ustedes, como políticos y como personas, ¿qué es lo que hacen para poner remedio inmediato? Poco les importamos los enfermos en general, ya que ni ustedes ni sus familiares tienen ese retraso a la hora de ser tratados y estar bien atendidos. ¿Hacia dónde pretenden conducirnos? ¿A pagar más aún para vivir? ¿Les parecen pocos los impuestos que ya pagamos? Se está usando el dolor como mecanismo para empujar a las personas hacia una sanidad donde el único criterio es la rentabilidad y que en ningún caso es mejor que el sistema público sanitario, ya que cuando surgen las complicaciones, es la sanidad pública la que se hace cargo de la situación.

¿Por qué no se bajan, aunque sea un poquito, sus más que suculentos sueldos y el resto de prebendas de las que disfrutan, cuando en la mayoría de los casos, su mediocridad, falta de inteligencia y capacidades les impedirían trabajar por un salario que fuera la mitad del suyo, si estuvieran en una empresa privada? Si cobraran realmente por lo que hacen y valen, supondría un ahorro con el que solucionaríamos algunos de los casos de los que estoy hablando y, al menos, veríamos un poco de disposición por su parte de cara a solucionar el problema.

Su nefasta gestión vulnera el derecho básico a una atención digna y en condiciones, les hace responsables de aquellas consecuencias directas sobre la salud de los pacientes y sobre el incremento del grado de frustración e inconformidad con los profesionales. Su falta de sensibilidad ante los enfermos, que somos sus ciudadanos y sus empleadores, es un indicativo muy claro acerca de lo que piensan de nosotros, teniendo en cuenta que el sufrimiento al que la propia enfermedad nos somete se equipara, en ocasiones, al del trato recibido por un sistema del que, paradójicamente, depende nuestra vida.

Es una vergüenza que jueguen así con la salud de las personas, desde luego con mi voto ya les adelanto que no van a contar para contribuir a la destrucción del Sistema Público de Salud.

Por último, y sería la parte que más me ha gustado escribir en este artículo, quiero mostrar mi agradecimiento al servicio de oncología al completo y a los enfermeros y cirujanos del HUCA, a pesar de las difíciles circunstancias a las que a veces tienen que hacer frente en su trabajo.

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