Como todo ente público que algunos suelen crear, este, con el paso del tiempo, no deja de ser otro chiringuito más, uno más, de la decenas de ellos creados por el PSOE a lo largo y ancho del Principado de Asturias, para proporcionar en la mayoría de los casos, sustento y aposento a sus huestes. Para ello les dan forma de sociedad pública, y como es el caso, en un primer momento se utilizan para gestionar la construcción del nuevo Hospital Universitario Central de Asturias – HUCA, y también del Hospital Alvarez-Buylla. Pero que con el paso de tiempo todos estos chiringuitos van tomando otra deriva, a la cual tan acostumbrados nos tienen los miembros y miembras de los diferentes gobiernos progresistas de nuestra región. Por eso, que de de un tiempo a esta parte, GISPASA está siendo utilizada, para contratar los servicios no sanitarios de ambos centros. O como dicen otras lenguas muy afiladas, lo están utilizando de forma oscurantista, para llevar a cabo la privatización de gran número de servicios.
Es siempre bueno recordar quienes forman el Consejo de Administración de GISPASA
Dña. Dolores Carcedo García – Presidenta
Consejera de Hacienda y Sector Público
D. Francisco Manuel del Busto de Prado – Vicepresidente
Consejero de Sanidad
Dña. María Begoña Fernández Suárez – Consejera
Desde 1989 ha alternado diversas jefaturas de servicio en las consejerías de Administraciones Públicas, Medio Ambiente y Urbanismo, Cultura, así como en Educación y Ciencia entre otros.
D. Francisco José Sánchez Fernández - Consejero
Fue secretario general técnico de la Consejería de Hacienda (1999-2004)
En la actualidad era jefe de servicio de Política Financiera.
Dña. María Concepción Saavedra Rielo – Consejera
Directora General de Planificación Sanitaria
D. José Ramón Riera Velasco – Consejero
Gerente del SESPA
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D. Jaime Rojo García Conde – Secretario
Abogado
La primera impresión que podemos extraer de los anteriores datos, es que el Consejo de Administración, no solo lo componen los altos cargos del gobierno de Asturias. Es que además, en la mayor parte de los casos, son profesionales del chiringuito, pues igual valen para gestionar la sanidad, la educación, el medio ambiente, el urbanismo, etc., vamos que valen "pa to". Primero se diplomaron, y después se licenciaron, en esa carrera no universitaria, que en Asturias sin ir más lejos, propicia grandes intelectos, algunos de los cuales, llegan a obtener premio "Cum laude", cuando esto ocurre, como mínimo, se los nombra portavoces del partido, mientras que algún otro llega a presidente.
Pero la unión de tres fuerzas políticas, que a la vez son tan dispares, como son Podemos, Foro y Ciudadanos, deciden conjuntamente aprobar un proyecto de ley, que va obligar al gobierno que preside Javier Fernández, a disolver de una vez por todas el ente público GISPASA. Ahora solo resta esperar, que además plasmarse dicho acuerdo, sea respetado y se pueda hacer efectivo. Ya que sería bueno recordar, que en la pasada legislatura, se aprobó ya una moción impulsada por UPyD con el mismo objetivo, y que nunca fue llevada a la práctica por el Gobierno, que también presidia el señor Fernández.
Como era de esperar, el grupo socialista se opuso en la votación, alegando que el documento estaba lleno de "incoherencias" e "imprecisiones técnicas", pues se limitaba a recoger "meras opiniones que contrastan con la realidad de los hechos". Pero no se quedaron en este tipo de aseveraciones, incluso desde el gobierno se tildo la gestión llevada a cabo por el SESPA, de muy “eficaz”.
La izquierda plural – IU, que ahora representa el decrepito Llamazares, esta vez se decantó por cuidar las formas, pero se olvidaron del fondo, para así poder justificar su abstención, nada nuevo en el horizonte, pues llevan toda la vida parasitando y comiendo las migas que dejan bajo la mesa, sus amos, dueños y señores del ejecutivo regional.
De otro lado, el Partido Popular de Asturias, hizo uso de la ambigüedad a la que tanto nos tiene acostumbrados, para cogérsela de nuevo con papel de fumar, y argumentar que el texto era “muy mejorable” técnicamente. A lo cual yo me permito añadir, que tanto o más, como los pobres representantes que este grupo tiene en la Junta General, los cuales en la mayoría de los casos, son incapaces de ver más allá de la punta de sus narices, o lo que es lo mismo, de sus intereses personales.
Pero este no es el final del ente público GISPASA, pues aún quedan trámites por realizar, ya que la Junta deberá constituir una ponencia, la cual a su vez deberá de elaborar un dictamen, que será votado de nuevo en el pleno antes de su aprobación definitiva. Por tanto, algunos tienen todavía la posibilidad de continuar metiendo palos en la rueda, y así evitar que se lleve a cabo, por lo menos durante un tiempo, dicha disolución.
Podemos por su parte argumento, que GISPASA no deja de ser una sociedad instrumental, que a lo largo de todos estos años demostró fehacientemente su insolvencia. Primero al adjudicar las obras a una empresa que presento una baja temeraria del presupuesto, después al consentir una y otra vez el retraso en la ejecución de la misma, ocasionando con todo ello, un grave problema, el cual queda reflejado en el sobrecoste de 110 millones de euros, que ahora deben de pagar todos los asturianos.
A todas estas, desde el verano de 2014, la sociedad mantiene una deuda con el Banco Europeo de Inversiones (BEI) por los créditos solicitados para construir el HUCA, que a su vez, ahora figura computa como endeudamiento del Principado. GISPASA es además responsable de la gestión, de la logística y el mantenimiento de los nuevos hospitales de Oviedo y Mieres. En estos momentos el ente público cuenta en plantilla con sólo diez trabajadores, dedicados en exclusiva a tareas administrativas.
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