Después de las muchas críticas recibidas a lo largo de estos últimos meses a todos los niveles, tras haber valorado la situación, y seguramente que para evitar males mayores, pues las perspectivas eran aterradoras, y las consecuencias de lo que estaba aconteciendo y podía acontecer, difíciles de cuantificar. El equipo de cirujanos del SERGAS entra a saco en el Area sanitaria de Vigo, y sin mayores contemplaciones, para evitar la gangrena que se estaba produciendo en el servicio asistencial, deciden la amputación de algunos miembros.
Y es que en muchas ocasiones, tenemos que sentir envidia sana de la forma de proceder de nuestros vecinos gallegos. Sin querer hacer comparaciones en los servicios, ni capacidades asistenciales, mucho menos la de los profesionales. Su forma de proceder ante una crisis del sistema, es totalmente distinta a la de nuestra depauperada clásica política asturiana en general. Seguramente porque saben que afrontando el problema, las secuelas pueden ser infinitamente menores. Así que ante el descalabro que se venía produciendo dentro del sistema asistencial en el Area de Vigo, se toman las medidas que consideran más acertadas, para por lo menos intentar poner fin a la crisis, no como hicieron otros en nuestra región, claro que ahora así nos luce el pelo.
Y es que en Asturias acontece todo lo contrario, cuando surge un problema, primero se intenta desvirtuar, después lo intenta tapar, para finalmente, cuando ya nada tiene remedio y se produce la crisis, al gestor que la produce, se le aparta unas semanas del frente de batalla, para posteriormente colocarlo en otro puesto, sin darse cuenta que con ello, lo único que hacen es cambiar el problema de espacio, pues la incapacidad del gestor, va continuar allá donde vaya.
En Galicia, donde a mi modo de ver tienen por lo menos un Presidente que gobierna, que además no necesita un ventrílocuo portavoz que hable en su nombre, pues el por si solo se basta. Es un ejemplo de coherencia, sobre todo a la hora de tomar decisiones, las cuales pueden ser más o menos afortunadas, se puede estar de acuerdo con ellas, pero se toman, gusten o no gusten.
Una muestra de ello, la tenemos en el caso que nos ocupa, ya que tras escuchar a los jefes de servicio del área sanitaria de Vigo, los cuales habían denunciado “la pérdida de confianza” en la dirección del área sanitaria, se cesa a todos aquellos que están causando el problema, y no importa el grado de responsabilidad que tengan. De los 19 puestos que conforman la estructura, por el momento, se cesa a 6 de ellos, los cuales ocupan cargo en diferentes niveles de la administración sanitaria gallega.
Cae la número dos, directora de procesos asistenciales y el director de recursos humanos. Bajo la dirección asistencias, existen otras cuatro direcciones, dos de ellas son cesadas, y con ellas caen también otros dos subdirectores.
Según parece, con estas medidas, “se pretende recomponer el clima en el nuevo hospital, tras una puesta en marcha complicada y llena de problemas”, esto quizás les suena de algo.
Se pretende con todo ello apaciguar a los jefes de servicio, pero además, poner al frente a personas con experiencia en gestión dentro de esa área sanitaria de Vigo, donde se encuentra el Hospital Alvaro Cunqueiro.
Lo mismo que en Asturias con el HUCA
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