Los tiempos cambian, pero algunos de los conceptos demagógicos utilizados por los gestores de la sanidad en Asturias no lo hacen, o si. Lo que está claro, es que por lo menos, están aumentan el catalogo de los mismos, con la sana pretensión, de terminar por no decirnos nada.
Ahora a la protesta laboral en toda regla, se la denomina “discrepancia laboral”, claro que en el fondo estamos hablando de lo mismo, si no lo creen, que pregunten a los sufridos usuarios.
Los profesionales, los cuales suelen ser muy pesados con los gestores, a los cuales siempre están pidiendo mejoras, continúan demando entre otras cosas más personal, y la administración por su parte, nos habla del aprovechamiento de recursos. Vamos, que más de lo mismo, pues la llave inglesa, los destornilladores y los alicates tienen que compartirse, pues no hay para todos.
Un ejemplo muy claro lo tenemos en el Hospital de Cabueñes y su servicio de pediatría. Hasta hace bien poco, en dicho servicio trabajaban dos médicos, ahora solo lo hace uno, lo que conlleva que ese profesional tenga que soportar una media de 20 consultas durante su jornada laboral. Eso en condiciones normales, pues cuando llega el inicio escolar y los primeros catarros, esto se dispara, dándose la situación, que durante una jornada de trabajo tenga que atender en torno a las 50 pacientes.
Antonio Castaño, que es uno de los pediatras que más años lleva en este servicio, no descarta tomar medidas más contundentes, pues asegura que así no se puede continuar por mucho más tiempo. Para intentan corregir la situación, los profesionales hartos de advertir a la dirección del centro, están contactando con asociaciones de vecinos y usuarios, así como con los responsables de los partidos políticos, pues están dispuestos a plantarse ante las oficinas del SESPA, pancarta en mano, para protestar.
Y es que las cifras no engañan. Hace unos años, el servicio soportaba unas 9.000 visitas al año, hoy día son unas 18.000. Hace unos años, diez médicos atendían el servicio, ahora, y en el mejor de los casos, son siete, quedando los meses de verano reducido a cinco. Por si esto fuera poco, la espera en urgencias sobrepasa con creces las cuatro horas, claro que después los usuarios nos quejamos de vicio.
Mientras tanto, desde la dirección del hospital son contundentes en sus apreciaciones, como siempre basadas en la demagogia, “… estamos haciendo lo posible…”, “… vamos poco a poco”, “… cuando hemos tenido recursos, mejoramos las condiciones de la plantilla”, “no hay pediatras para contratar. No hay profesionales en la bolsa de empleo y no los podemos pintar”, “… algo de paciencia porque hemos dado pasos en positivo en estos meses”, etc. etc.
Solo les falta por decir que todo se debe a la huelga general del 2012, o al traslado del Cristo a La Cadellana, ya saben que estas dos son las excusas preferidas y recurrentes para salir del atolladero.
Del otro lado se intenta hacer ver a la administración, que muchos de los pediatras que se formaron en el hospital, y que podían haber quedado, se marcharon por las precarias condiciones que les ofrecían. Antes, según la administración no hacían falta, y ahora no los tienen, aunque lo que ya no pueden ocultar a la opinión pública, es que tienen un problema, y no es menor, pues ellos solos se lo quisieron guisar no haciendo caso a nadie, o por lo menos, no teniendo en cuenta a los que de esto saben.
La total falta de criterios en la gerencia, tanto desde el SESPA, como la de los mismo hospitales, quedan al descubierto en este y otros casos, pues lo que en Oviedo y Aviles se aplica con resultados satisfactorios, en Cabueñes no sirve, no da resultado, claro que alguien debería de preguntarse.
¿Sera entonces la falta de gestores capacitados para ocupar los cargos de responsabilidad en la administración, lo que de verdad están ocasionando todos estos males?
No hay peor ciego, que el que no quiere ver.
No hay comentarios:
Publicar un comentario