URGENTE,


"Benito y Manolo" 

al rescate, ... 

de Javierin y Tino

Fuentes bien informadas aseguran que el des-gobierno del Principado de Asturias, ante la imposibilidad de hacer frente al contingente de incidencias que se están detectando en el nuevo HUCA, recordar que es “el Hospital del siglo XXI”, deciden buscar solución fuera de Asturias, así pues, en las próximas horas esta prevista la llegada a La Cadellada de los prestigiosos profesionales de la chapuza “Benito y Manolo”, que reforzaran a los chapucillas de la gestión "Javierin y Tino", los cuales por si solos no dan abasto.

Ante esta nueva noticia poco o nada se puede decir, pues se nos están terminando los calificativos. El Presidente del Principado para una vez que habla, tartamudea, claro síntoma de que no sabe que decir. El Consejero de Sanidad Faustino Blanco se encuentra rodando “Desaparecido en combata 2”, los múltiples y variados chupatintas del SESPA se limitan a decir que se están tomando medidas, mientras tanto los PROFESIONALES continúan soportando la incompetencia, inoperáncia, negligencia, desfachatez, intransigencia, necedad, falta de criterios y capacidad de gestión de todos ellos. 

No es menos llamativo el comportamiento que mantienen el resto de los grupos políticos con representación en la Junta General del Principado, pues con su silencio no dejan de ser cómplices de este enorme desaguisado. Llamativa también la escasa aparición del super portavoz socialista en la Junta el ínclito Lastra, que según el diagnostico de ultima hora, padece un “estrujamiento de cuerdas vocales, por elevación testicular”, pues fuentes muy cercanas a la Casa del Pueblo, dicen que ve las elecciones demasiado cerca, y va ser imposible tapar tanta gotera como tiene la FSA abierta.

Solo esperar que si los asturianos no logramos mandarlos por el sumidero a todos ellos con el peso de nuestros votos, haga ese trabajo el agua, y así limpie de una vez por todas tanta basura como tenemos acumulado en la política asturiana, a lo largo de estos últimos treinta años.

Faustino corre para La Cadellada, que el servicio de Meteorología advierte de tormentas para este fin de semana, y ya sabes que nada como un paraguas abierto a tiempo para evita una buen mojadura.

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EL COMERCIO.-8/8/2014

Otra fuga de agua en el HUCA obliga a trasladar pacientes ingresados

Una de las plantas afectadas por la fuga de agua. El personal tuvo que echar mano de calderos, toallas y sábanas para controlar la inundación que comenzó en la quinta planta y llegó hasta el sótano. 

• La rotura de una tubería en la quinta planta encharcó parte del bloque A de hospitalización. El escape llegó hasta el sótano y anegó varias habitaciones

• LAURA FONSECA | OVIEDO.

El nuevo HUCA sigue haciendo aguas. Apenas seis días después de que una tormenta anegara la zona del atrio (el corazón del nuevo hospital) y cuando todavía se pueden ver las manchas de humedad, La Cadellada volvió ayer a achicar agua. En esta ocasión, la avería obligó a trasladar pacientes hospitalizados cuyas habitaciones se encharcaron en apenas unos minutos. Pese a su magnitud, la fuga no afectó a los quirófanos, precisaron fuentes sanitarias.

Los problemas comenzaron al mediodía. Al parecer, la rotura de una tubería general de suministro a la altura de la quinta planta acabó por inundar parte del bloque A de hospitalización. Se trata de la zona de habitaciones más próxima al atrio, donde casualmente se registró la filtración el pasado sábado. El agua corrió a borbotones, una vez más, hospital abajo, cayendo por paredes, techos e, incluso, anegando váteres. Fueron seis plantas las afectadas (desde la quinta hasta el sótano) y varios los pacientes que tuvieron que ser trasladados al entrar agua en sus habitaciones. Uno de los enfermos relataba a EL COMERCIO cómo sus familiares salieron a dar la voz de alarma. «Es increíble. En apenas un momento esto se llenó de agua. Incluso se filtró por alguna cama», se quejaron.

El personal tuvo que dejar sus tareas asistenciales y concentrarse en que los chorros no se adueñaran del edificio. El problema es que al principio «nadie sabía de dónde venía. Había habitaciones en las que literalmente llovía». El agua estuvo a punto de llegar a un cuadro eléctrico situado en la planta baja.

«Esto es una verdadera vergüenza. Hay que exigir responsabilidades», aseguraba ayer el delegado de prevención del Sicepa, Carlos Vázquez, harto de encontrar «auténticas barbaridades» en sus inspecciones diarias por el nuevo HUCA. Calderos, toallas y sábanas valieron para evitar que la inundación de ayer fuera a más. La imagen se asemejaba, y mucho, a lo que ocurría en el viejo hospital cuando llovía, días en los que las goteras se reproducían cual setas por el vetusto edificio. La diferencia es que el antiguo HUCA de El Cristo atesoraba medio siglo de antigüedad mientras que La Cadellada acaba de ser estrenado (se abrió el pasado mes de junio), tras invertir en su construcción 300 millones de euros.