Se acuerdan cuan los empleados de la Nasa al escuchar desde el transbordador espacial aquello de, “Cabo Cañaveral, tenemos un problema”. Pues es lo mismo viene ocurriendo en la Consejería de Sanidad del Principado de Asturias desde hace días, es la frase más escuchada, y no es que tengan un problema, tienen ciento y la madre, quien sabía de ello desde hace meses lo venia advirtiendo de ello, pero el “hooligan” continuo adelante, y poco a poco vamos encontrando algunas pistas al escuchar los gritos de socorro.
Tenemos un hospital sin accesos, lo cual ya nos proporciona el primer lío para llegar al edificio, menos mal que con un poco de intuición y dadas sus elevadas dimensiones, podemos verlo a cientos metros, y con un poco de paciencia seguro que llegamos.
Dicen las malas lenguas, que si nos ocurre algo dentro, vamos estar en buenas manos, pero en caso de accidente, es un edificio sin licencias de ocupación, ¿quién se va hacer responsable del accidente?...
En este nuevo complejo hospitalario, esperamos que no se les olvidara de aprovisionarlo de sillas de ruedas, pues cosas más extraña ya se vieron, y como es bien sabido en Asturias algunos son profesionales del esperpento, no hace falta que sean robotizadas, pues al parecer después no funcionan por encima de la cuarta planta.
Ya dentro, lo primero es buscar a los “chaquetillas grises”, esto para los de las cuencas, así como para algunos de los revolucionarios asturianos ya metidos en años, seguro que les hace mirar que no lleven porra, ya saben reminiscencias del pasado, si no encuentras “al gris”, pregunta, que preguntando llegaras a la consulta, estoy seguro.
Si vas de consulta de verdad, pues algunos van de paseo para conocer jardines interiores y demás avances tecnológicos, el orden de las preguntas bien pudiera ser, ¿dónde están las extracciones? ya saben la analítica lo primero, para continuar preguntando por la cafetería, importante para los que vamos de las alas de la región, pues tenemos que desayunar, después viene la hora de la consulta.
Claro que cuando llegues a la misma, ya veremos si el nuevo sistema informático Millennium tuvo a bien admitir tus datos, dicen que es algo caprichoso para habernos costado la friolera de 17 millones de euros. Claro que los asturianos algún derecho deberíamos de tener, por lo menos el de figurar en su base de datos, pues llevamos ya varios años pagándolo y lo que nos queda.
Ahora viene la bueno, pero debemos de ponernos en lo peor, esperar que el doctor disponga como siempre de nuestro historial en papel seria una ventaja, pues algunos de estos documentos “alguien” se olvido de digitalizarlos, y en el caso de haber tenido fortuna de que nuestro datos hayan sido tratados por los informaticos, esperar que estén todos y no falte una parte, ¡ojo al dato!, casos ya se dieron estos días en el vHUCA del Cristo, aquí como es todo nuevo, quien sabe, igual desapareció el paciente del sistema, o lo dieron de alta para no recibir el tratamiento y evitar gastos al sistema, incluso así desaparece de la estadística, claro que peor sería tener que demostrar que se está vivo, pues igual el sistema lo da por fallecido.
Lo importante es que ahora el nHUCA tiene un nuevo sistema informático el Millennium, que se compro como la panacea, pero se ve que no lo es tanto, por su parte el vHUCA tiene el sistema Selena de Siemens, mientras que los centros de salud y los hospitales comarcales manejan otro sistema, aunque no se lo crean estamos en el año 2014, pero esto está ocurriendo en Asturias. Una placa de un paciente realizada en el Hospital Comarcal de Jarrio, la ven en su Centro de Salud, pero no el vHUCA del Cristo, para eso debes de llevarla físicamente o en un CD, pues en las consultas del vHUCA no pueden conectar con Jarrio para visualizarlas, la otra forma es no llevar nada y que te repitan la prueba, ocasionando un nuevo gasto a la sanidad publica, que más de uno dirá aquello de, no es mi problema, y es que en parte tiene razón.
Las ambulancias que se encargaran de hacer el traslado de los enfermos ingresados dentro de unos días , ya realizaron los pertinentes simulacros, los convoyes de 10 vehículos están coordinados y todo funciono a la perfección.
Falta ensayar por parte de las autoridades sanitarias el corte de cinta, así como mirar que las tijeras estén bien afiladas, pues después de tanto recorte el filo ya no es lo que era, pero mañana es otro día, y 633 pacientes serán atendidos en las nuevas consultas del HUCA de la Cadellada, paciencia y al toro, no obstante, que Dios reparta suerte, que falta nos va hacer.
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