sábado, 12 de octubre de 2013

La prescripción de algunos fármacos, es una decisión política, no médica

Señor Consejero de Sanidad Faustino Blanco Gonzalez, Señora Directora del SESPA Celia Gómez González, Señor Director del HUCA, Señores miembros de la Comisión “ah doc”, astronautas socialistas todos.
Como diría aquel otro insigne asturiano que en su día fue rey de las ondas:

“OJO AL DATO SEÑORES”

Este profesional de la sanidad sabe lo que dice, sus años como profesional en el campo de la urología lo avalan, además, parece ser que no se deja "teledirigir", eso Señor Escaf, ante algunos asturianos, lo llena de razón como profesional y lo honra como ciudadano.


“La prescripción de algunos fármacos, es una decisión política, no médica”
                                                                                                                         
Safwan Escaf, actual Jefe de Urología del Hospital Central, dejó en junio el Hospital de Jove, tras acusar al gerente de obligarle a realizar cirugías menores de forma urgente, para aligerar las listas de espera. El médico, de origen sirio, quien llegó a España a principios de los años 80 para completar su formación, también es profesor titular de la Universidad de Oviedo, con dos décadas de experiencia en su campo. Una de sus especialidades, es el tratamiento del cáncer de próstata.

.-¿Respalda el uso de los medicamentos contra el cáncer, que el Sespa está ‘bloqueando?
La prescripción de determinados fármacos, como la abiraterona, es una decisión política y social, no médica.
.-¿Y cuál es su opinión como médico?
Ese producto retrasa la progresión del cáncer, está testado y demostrado, y cuenta con todos los permisos. Puede alargar la vida del paciente, 4 o 5 meses. Pero su uso no depende del médico.
.-¿No considera muy grave que un facultativo no pueda recetar con libertad?
Es un debate que excede la práctica de la medicina. Para nosotros está claro, hay que hacer todo lo posible por mitigar el dolor y mejorar la calidad de vida. Pero es un tema de coste, de gasto, de rentabilidad...
.-¿El Principado antepone al ahorro al uso de este fármaco?
Estamos pendientes de una decisión definitiva. Alguien tendrá que definir si el coste compensa la efectividad. Pero se tiene que actuar de otra forma, con más sensibilidad y criterio.
.-¿A qué se refiere?
No se puede administrar en unos cetros, y negarse en otros, como ocurre en el Hospital Central. Ni los profesionales ni los pacientes o familiares pueden comprenderlo.
.-El cáncer de próstata es ya la tercera causa de muerte en hombres en Occidente. ¿A qué se debe?
No lo sabemos. Hay condicionantes genéticos, y factores que parecen influir, como la diabetes, la hipertensión o sufrir cardiopatías, pero es una incógnita.
.-¿Se puede prevenir?
Una dieta sana puede reducir el porcentaje de riesgo, pero hay muchas variables. 
.-¿Cuándo deberían comenzar a hacerse revisiones?
Si no hay antecedentes en la familia, a partir de los 50 años. No hay un protocolo ni un sistema que obligue a realizar las revisiones, pero deberían ser tan habituales, desde esa edad, como las ginecológicas en las mujeres.
.-Pero cada vez hay más gente joven que lo sufre.
Solo hay dos requisitos para ser aspirante a tener el cáncer. Ser hombre y tener testículos. Por eso si hay sospechas o antecedentes familiares, sería recomendable acudir al médico desde los 40, o antes.
.-¿Por qué aún no hay programas para asegurar el diagnóstico precoz?
Es otra decisión política, del sistema. Si por mi fuera, existirían, como los que están en marcha para detectar el cáncer de mama en mujeres. Desde mi punto de vista, deberían ser considerados de igual modo.
.-Para muchos hombres ¿sigue siendo un tabú acudir al urólogo?
En la gente mayor sigue existiendo cierta vergüenza, pero cada vez vienen pacientes a revisión a edades tempranas. Se está perdiendo el miedo.
.-La revisión no resulta agradable para los hombres...
Es un procedimiento médico, respetuoso y profesional. No hay nada que temer. 
.-¿Qué síntomas deberían ponernos en ‘alerta’?
El aumento de la frecuencia en ir al baño, y la disfunción eréctil son dos indicadores. Además, nos pueden advertir de otros problemas, coronarios, por ejemplo.
.-¿Y realmente, se tienen en cuenta esas señales?
No suele ocurrir. Los hombres, al cumplir cierta edad, consideramos normal el tener que ir más veces al baño, o los problemas sexuales. Se achacan a la edad, cuando pueden ser un problema prostático que tiene solución. Resignarse es un grave error. Además, puede ser un indicador de otros problemas de salud. 
.-Una vez diagnosticado, ¿qué se puede hacer frente al cáncer?
Si el diagnóstico es precoz, lo que ocurre raras veces, hay más posibilidades de afrontarlo. Pero a veces es demasiado tarde, y acaba con la vida en 5 o 6 meses. No siempre se puede actuar.
.-¿Todos los casos se tratan por igual?
Cada uno es diferente. En ocasiones, el cáncer no se extiende y el paciente puede hacer una vida normal. Por decirlo fríamente, no siempre mata. Basta con controlarlo. En otros, sí es recomendable aplicar tratamientos más agresivos, para intentar erradicarlo. Pero no podemos generalizar. Unos son indolentes, y otros 100% agresivos. 
.-¿Y cómo se decide cuándo hay que tratarlo, y cuándo no?
Estamos investigando unos marcadores, unas proteínas, que nos dan pistas. Cuando aparecen, están asociados a la inflamación, y la inflamación, a cánceres agresivos. 
.-Pero ni la prostatitis crónica, la inflamación continua, asegura el desarrollo de un cáncer.
El cáncer de próstata es uno de los más desconocidos, a pesar de que cada vez detectamos más casos. Es tan heterogéneo que es casi imposible establecer pautas. Queda mucha investigación por delante.
.-A este ritmo, ¿va camino de convertirse en ‘epidemia’?
Es una enfermedad propia del mundo moderno. La mala dieta, la hipertensión o la diabetes son comunes en nuestro entorno, y por desgracia, el cáncer de próstata también. Pero aún es pronto como para hacer esa afirmación.


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