Señor Consejero de Sanidad Faustino Blanco Gonzalez, Señora
Directora del SESPA Celia Gómez González, Señor Director del HUCA, Señores miembros de la Comisión
“ah doc”, astronautas socialistas todos.
Como diría aquel otro insigne
asturiano que en su día fue rey de las ondas:
“OJO AL DATO SEÑORES”
Este profesional de la sanidad sabe lo que dice, sus años como profesional en el campo de la urología lo avalan, además, parece ser que no se deja "teledirigir", eso Señor Escaf, ante algunos asturianos, lo llena de razón como profesional y lo honra como ciudadano.
“La prescripción de
algunos fármacos, es una decisión política, no médica”
Safwan
Escaf, actual Jefe de Urología del Hospital Central, dejó en junio el Hospital
de Jove, tras acusar al gerente de obligarle a realizar cirugías menores de
forma urgente, para aligerar las listas de espera. El médico, de origen sirio,
quien llegó a España a principios de los años 80 para completar su formación,
también es profesor titular de la Universidad de Oviedo, con dos décadas de
experiencia en su campo. Una de sus especialidades, es el tratamiento del
cáncer de próstata.
.-¿Respalda el uso de los medicamentos
contra el cáncer, que el Sespa está ‘bloqueando?
La
prescripción de determinados fármacos, como la abiraterona, es una decisión
política y social, no médica.
.-¿Y cuál es su opinión como médico?
Ese
producto retrasa la progresión del cáncer, está testado y demostrado, y cuenta
con todos los permisos. Puede alargar la vida del paciente, 4 o 5 meses. Pero
su uso no depende del médico.
.-¿No considera muy grave que un facultativo
no pueda recetar con libertad?
Es un
debate que excede la práctica de la medicina. Para nosotros está claro, hay que
hacer todo lo posible por mitigar el dolor y mejorar la calidad de vida. Pero
es un tema de coste, de gasto, de rentabilidad...
.-¿El Principado antepone al ahorro al uso
de este fármaco?
Estamos
pendientes de una decisión definitiva. Alguien tendrá que definir si el coste
compensa la efectividad. Pero se tiene que actuar de otra forma, con más
sensibilidad y criterio.
.-¿A qué se refiere?
No se
puede administrar en unos cetros, y negarse en otros, como ocurre en el
Hospital Central. Ni los profesionales ni los pacientes o familiares pueden
comprenderlo.
.-El cáncer de próstata es ya la tercera
causa de muerte en hombres en Occidente. ¿A qué se debe?
No lo
sabemos. Hay condicionantes genéticos, y factores que parecen influir, como la
diabetes, la hipertensión o sufrir cardiopatías, pero es una incógnita.
.-¿Se puede prevenir?
Una
dieta sana puede reducir el porcentaje de riesgo, pero hay muchas
variables.
.-¿Cuándo deberían comenzar a hacerse
revisiones?
Si no
hay antecedentes en la familia, a partir de los 50 años. No hay un protocolo ni
un sistema que obligue a realizar las revisiones, pero deberían ser tan
habituales, desde esa edad, como las ginecológicas en las mujeres.
.-Pero cada vez hay más gente joven que lo
sufre.
Solo
hay dos requisitos para ser aspirante a tener el cáncer. Ser hombre y tener
testículos. Por eso si hay sospechas o antecedentes familiares, sería
recomendable acudir al médico desde los 40, o antes.
.-¿Por qué aún no hay programas para
asegurar el diagnóstico precoz?
Es otra
decisión política, del sistema. Si por mi fuera, existirían, como los que están
en marcha para detectar el cáncer de mama en mujeres. Desde mi punto de vista,
deberían ser considerados de igual modo.
.-Para muchos hombres ¿sigue siendo un tabú
acudir al urólogo?
En la
gente mayor sigue existiendo cierta vergüenza, pero cada vez vienen pacientes a
revisión a edades tempranas. Se está perdiendo el miedo.
.-La revisión no resulta agradable para los
hombres...
Es un
procedimiento médico, respetuoso y profesional. No hay nada que temer.
.-¿Qué síntomas deberían ponernos en
‘alerta’?
El
aumento de la frecuencia en ir al baño, y la disfunción eréctil son dos
indicadores. Además, nos pueden advertir de otros problemas, coronarios, por
ejemplo.
.-¿Y realmente, se tienen en cuenta esas
señales?
No
suele ocurrir. Los hombres, al cumplir cierta edad, consideramos normal el
tener que ir más veces al baño, o los problemas sexuales. Se achacan a la edad,
cuando pueden ser un problema prostático que tiene solución. Resignarse es un
grave error. Además, puede ser un indicador de otros problemas de salud.
.-Una vez diagnosticado, ¿qué se puede hacer
frente al cáncer?
Si el
diagnóstico es precoz, lo que ocurre raras veces, hay más posibilidades de
afrontarlo. Pero a veces es demasiado tarde, y acaba con la vida en 5 o 6
meses. No siempre se puede actuar.
.-¿Todos los casos se tratan por igual?
Cada
uno es diferente. En ocasiones, el cáncer no se extiende y el paciente puede
hacer una vida normal. Por decirlo fríamente, no siempre mata. Basta con
controlarlo. En otros, sí es recomendable aplicar tratamientos más agresivos,
para intentar erradicarlo. Pero no podemos generalizar. Unos son indolentes, y
otros 100% agresivos.
.-¿Y cómo se decide cuándo hay que tratarlo,
y cuándo no?
Estamos
investigando unos marcadores, unas proteínas, que nos dan pistas. Cuando
aparecen, están asociados a la inflamación, y la inflamación, a cánceres
agresivos.
.-Pero ni la prostatitis crónica, la
inflamación continua, asegura el desarrollo de un cáncer.
El
cáncer de próstata es uno de los más desconocidos, a pesar de que cada vez
detectamos más casos. Es tan heterogéneo que es casi imposible establecer
pautas. Queda mucha investigación por delante.
.-A este ritmo, ¿va camino de convertirse en
‘epidemia’?
Es una
enfermedad propia del mundo moderno. La mala dieta, la hipertensión o la
diabetes son comunes en nuestro entorno, y por desgracia, el cáncer de próstata
también. Pero aún es pronto como para hacer esa afirmación.
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